"woe to you, oh earth and sea,
for the Devil sends the Beast with wrath,
because he knows the time is short…
Let him who hath understanding
reckon the number of the Beast
for it is a human number,
it’s number is six hundred and sixty six."

Apocalipsis, capítulo XIII, versículo 18

Se acostumbra a decir que cuanto más alto se sube, más dura será la caída. El Celta tocó el cielo el 1 de noviembre, cuando derrotó al FC Barcelona en el Camp Nou. El punto culminante a un fantástico arranque liguero, que le había llevado a cosechar 19 puntos en diez jornadas, anotando goles en todas ellas. Pero aquel hito solo fue el trampolín de caída. Una caída larga, dura, sin paracaídas. Un descenso a los infiernos de Berizzo y sus hombres, en el que han acumulado siete jornadas sin ganar, con seis derrotas consecutivas. Siete partidos sin marcar para los vigueses, para un total de 666 minutos. 666, The number of the Beast.

Ya lo decía Iron Maiden: “Lo que vi la pasada noche era real, no solo fantasía”. A pesar del buen juego, de polémicas arbitrales y de mala suerte, la única realidad es que desde que Larrivey silenció al Camp Nou, el Celta no ha vuelto a ver portería en Liga. Una sequía larga. Tanto que ya ha superado el récord del club, que tenía el equipo de Carlos Aimar de la temporada 94/95, con 534 minutos sin mojar.

“Necesité tiempo para traer los recuerdos a mi mente”

Las dos caras del Celta de Berizzo son una paradoja: diez jornadas consecutivas marcando; siete sin hacerlo. El equipo vigués se encamina hacia una primera vuelta con cielo e infierno de la mano. Si los celestes vuelven a quedarse a cero ante el Valencia, igualarán el récord de partidos consecutivos sin marcar de la Primera División, que actualmente ostentan el Sabadell 87/88 y el Castellón 90/91. En minutos, los catalanes son líderes con 813, mientras que los castellonenses suman 757. El Celta se quedaría a un solo minuto de los levantinos si no logra anotar contra los de Nuno.

The night was black,
was no use holding back,
‘cause I had to see
was someone watching me
(…)In the night,
The fires burning bright,
the ritual has begun,
Satan’s work is done

Durante estas siete jornadas, el Celta ha experimentado un anochecer. Una oscuridad más y más cerrada que ponía un cerco a la portería de sus rivales y un ancla a su casillero de puntos. La sequía empezó contra el Granada que, no obstante, tampoco pudo perforar la portería de Sergio. Aquel fue el último de los 20 puntos que tienen los célticos hace dos meses.

A partir de ahí, cuesta abajo y sin frenos. “Infierno y fuego fueron creados para ser desatados”. El Celta ha perdido contra Rayo, Eibar, Real Madrid, Málaga, Almería y Sevilla consecutivamente. Todos los choques, salvo el del Bernabéu, por idéntico resultado: 1-0. Errores puntuales que cuestan goles en contra y estratosféricas actuaciones de los porteros rivales, caso de Irureta del Eibar, Kameni del Málaga o Julián del Almería. Un cúmulo de circunstancias que ha desembocado en unos jugadores ansiosos, nerviosos, sin confianza. Encadenados. Las dificultades pesaban en los hombres de Berizzo como losas de granito e incluso cuando lograban sobreponerse, como el pasado sábado en Sevilla, ese punto de suerte no acompañaba. Cuando no era por una cosa, era por otra. Pero lo cierto es que los minutos sin marcar fueron pasando hasta llegar a “666, el número de la Bestia. 666, el tuyo y el mío”.

666, the number of the Beast.
666, the one for you and me.

“Esto no puede continuar”

Sumidos en el infierno de la derrota y la sequía goleadora en el torneo doméstico, la Copa del Rey ha traído la única alegría para los celestes en estos dos meses. El Celta superó la eliminatoria de dieciseisavos contra la UD Las Palmas, remontando en Balaídos la derrota por 2-1 que traía de Gran Canaria. Aquel 3-1 fue la única victoria del equipo vigués en estos dos largos meses. Pero el torneo del KO solo tenía guardado ese guiño. La ida de octavos contra el Athletic Club, dejó una nueva derrota. 2-4 esta vez. Al menos, el equipo consiguió marcar.

This can't go on,
I must inform the law
Can this still be real,
or just some crazy dream?

Igual que con aquello de cuanto más alto se sube, más dura será la caída, se suele decir que una vez se toca fondo, solo queda subir. En estos últimos dos meses ha parecido que el Celta tocaba fondo en numerosas ocasiones. Sin embargo, en el último partido contra el Athletic, ni siquiera el buen juego salvó a los de Berizzo.

Con todo, y a pesar de esta dinámica negativa, el Celta se mantiene noveno en la clasificación, aunque la distancia con los puestos europeos se ha ampliado a once puntos y el colchón sobre los de descenso se ha reducido a seis. La situación empieza a ser apurada, por lo que la reacción tiene que darse ya. Vencer al Valencia puede significar un nuevo trampolín, hacia arriba esta vez. El fútbol es un estado de ánimo y los celestes necesitan cuanto antes una inyección de moral, un impulso, unas alas que les saquen de su desierto goleador.

I'm coming back, I will return
And I'll possess your body, and I'll make you burn
I have the fire, I have the force
I have the power to make my evil take its course

Parece imposible que los célticos hagan gol antes del primer minuto de partido, por lo que la infernal cifra de 666 minutos sin marcar crecerá. En sus manos está que no lo haga 90 más. En sus manos está "volver, retornar, recuperar el fuego y la fuerza, recuperar el poder" que haga que el espectacular arranque liguero del equipo retome su curso. Que haga salir al Celta de su infierno particular.