Ni merecida victoria, ni luchado resultado, “pasar por encima”. El Celta nos devolvió su mejor cara e hizo posible el milagro, no sólo venció a un Atlético de Madrid que venía de ganar por 4-0 al Real Madrid, sino que el equipo de Berizzo fue dueño y señor del partido en todo momento.

En Balaídos todavía revoloteaban las dudas de unos meses en los que los resultados del equipo, así como su juego, no hacía presagiar un bonito destino en esta temporada. Es cierto que el rumbo empezó a corregirse durante la Copa, cuando una buena actitud del equipo hizo conseguir una vitoria ante el Athletic, que en realidad no serviría para otra cosa que para levantar los ánimos en Vigo. Algo que, por otro lado, no estaría de más. Con la derrota en Getafe decían “los rumorosos” que el futuro del técnico del R.Celta sería cuestión de tiempo. Una situación en la que un equipo de Primera División llevaba tres meses sin lograr una victoria era insostenible.Sin embargo, llegó la victoria ante el Córdoba y lo cierto es que a día de hoy es el Toto Berizzo y no otro quien sigue siendo entrenador de los celestes.

En gran medida porque el equipo celtiña ha podido vivir de las rentas generadas durante las primeras jornadas de Liga. El nivel al que empezó este equipo hizo que se llegase a hablar incluso con alcanzar los puestos Europeos al final de temporada. Claro está que esa tendencia no ha continuado, pero pesar al haber atravesado una racha de diez encuentros sin ganar, los de Vigo han podido estar en una situación tranquila en lo que a los puestos de clasificación se refiere.

Pero por un lado están las expectativas, las que antes de arrancar la temporada decían que este equipo sólo debía aspirar a la permanencia, y por otro lado están los hechos y los puntos, aquellos que a principio de temporada hacían soñar con un equipo que jugaba, marcaba y conseguía puntos de una forma que nos hacía soñar con todo. Sin embargo, ese mismo equipo empezó a descender en caída libre hace un par de meses y todavía no ha confirmado el final de esta inercia. 

Al margen del pasado del equipo o de las distintas expectativas que se tenía con este Celta, lo curioso es que este domingo, frente al Atlético de Madrid, los hombres de Berizzo pasaron por encima de un equipo que los supera en puntos, en presupuesto, en palmarés e incluso en estado de ánimo.

Los Atléticos estuvieron irreconocibles y, en cierto modo, los celestes volvieron a ser los de siempre. El Celta tuvo paciencia tocando y moviendo el balón tanto en su campo como en la parcela rival. Berizzo jugó con una defensa adelantada donde tuve especial importancia la presión para anular al rival. Kronh-Dehli se hizo el dueño del centro del campo y subió el balón con peligro a los hombres de arriba e incluso se animó sumándose al ataque. Orellana fue un estuvo fuera de serie, llegó con peligro, rompió líneas y, por descontado, tuvo su merecido gol. Asímismo, Nolito volvió a marcar y firmó de nuevo un gran partido como ya lo venía haciendo desde el encuentro ante el Córdoba.  

Todo esto sólo es el resumen de las pinceladas de la mejor versión del Celta. Una versión que consiguió pasar por encima del Atlético del Cholo y que esperemos vuelva  a aparecer la próxima jornada, donde el Celta se juega el afianzar su resurrección nada más y nada menos que en un Derbi ante el Deportivo.

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