Noche lluviosa y desapacible. Noche de lunes. En este horario tan “apetecible” se midieron Celta y Elche en Balaídos, con los locales buscando prolongar la fantástica racha que le ha llevado a sumar diez puntos de los últimos doce en juego, y con los visitantes con la tranquilidad de saber que, pasara lo que pasara, acabarían la jornada fuera del descenso. Sin demasiados cambios en los onces, con Hugo Mallo de vuelta sustituyendo al sancionado Sergi Gómez y con Coro relevando al lesionado Jonathas en el equipo franjiverde.

El Celta arrancó con ganas. Vivaz. Las pautas del último mes volvían a aparecer: velocidad de balón, presión tras pérdida y movilidad de los atacantes. Los de Berizzo tuvieron dos ocasiones al poco del inicio. Primero Charles, que remató de cabeza fuera un centro de Orellana desde la derecha y un minuto después, el propio chileno que, partiendo desde la izquierda, puso a prueba a Tyton con un disparo desde fuera del área. El Elche solo podía defenderse y buscar pelotazos largos.

Efecto contagio

Pero la salida del Celta fue como abrir una lata de refresco: mucha efervescencia al principio con pérdida de gas posterior. El ambiente frío y la intensa lluvia ayudaron al Elche a contagiar su propuesta a los locales. La pelota empezó a ralentizarse, la presión ya no era tan intensa y los atacantes vigueses vieron como su grifo se cortaba. Ni Krohn-Dehli ni Augusto. El equipo celeste perdió presencia en la zona ancha y el franjiverde aprovechó para estirarse un poco.

El agua tuvo gran protagonismo en el partido; en todas sus facetas. (Foto: Xoan Carlos Gil | La Voz de Galicia).

El partido entró entonces en una fase de igualdad, pero de igualdad a la baja. El fútbol empezó a brillar por su ausencia. También las ocasiones. Una imprecisión tras otra en ambos equipos impidió que la pelota llegase a las áreas en buenas condiciones. Solo Nolito rompió esa espesura con un gran servicio para Krohn-Dehli al que el Tyton llegó antes que el danés. En el otro campo, la movilidad de los mediapuntas del Elche generó algún problema al Celta, que no pasó de balas de fogueo. Aarón Ñíguez, de vuelta a la que fue su casa, dejó las gotas de calidad más destacadas del primer tiempo.

Recorte al tedio

Sin ser su mejor partido, el Celta mereció ganar

La segunda parte empezó distinta. El Celta subió líneas y se fue a por la victoria. Augusto y Krohn ganaron presencia. También Nolito. A pesar de estar algo intermitente, cuando la pelota pasaba por el andaluz, ocurrían cosas. De esta forma, pronto, muy pronto, llegaron las ocasiones. Fue Charles el que se sacó una espectacular tijera en la frontal, ante la que respondió Tyton. El recital del portero polaco no había hecho más que empezar.

El Celta siguió percutiendo. Krohn-Dehli y Orellana volvieron a encontrarse con Tyton, que sacó un mano a mano con el danés y atajó sin problemas un disparo del chileno. El portero fue el mejor de un Elche que apenas ofreció ideas en ataque.

Saben aquel que van un gallego, un andaluz y un danés

Parece un chiste, pero no lo es. Se trata de la conexión de la zona izquierda celeste, que combinó a la perfección para desnivelar el marcador. Jonny sacó de banda para Nolito que, tras aguantar la pelota de forma magistral, filtró al espacio un balón perfecto para el de Matamá. El canterano ganó línea de fondo, levantó la cabeza y sirvió en bandeja a Kronh-Dehli, que apareció en el área para rematar el gol 1.400 como local del club olívico en Primera. Segunda diana del Vikingo en tres años en el Celta, justo en la semana que más se habló de su posible renovación.

Krohn hizo su segundo tanto en tres años en Vigo. (Foto: Xoan Carlos Gil | La Voz de Galicia).

A partir de ahí, los locales se liberaron y empezaron a manejar el partido en busca del segundo tanto que finiquitase el asunto. Escribá movió el banquillo buscando mayor verticalidad con Herrera y Rodrigues, pero la pelota seguía teniendo dueño. Radoja volvió a toparse con Tyton en un disparo del serbio desde la frontal, en una zona poco habitual para el mediocentro celeste.

Mucho premio para poco bagaje

El partido entró en el tramo final sin demasiada historia. El Elche, completamente inofensivo, veía correr la pelota dominada por un Celta que empezó a jugar a las cuatro esquinas. Los de Berizzo no se vieron inquietados en todo el partido. Quizá por ello se relajaron y dejaron de buscar el segundo tanto. Cuando caminas sobre alambre, te puedes caer.

Y así fue, aunque el que se cayó, en el área celeste, fue Víctor Rodríguez. El barcelonés notó la sombra de Krohn-Dehli sobre él y simuló un penalti que Velasco Carballo —a diez metros-— se creyó. El árbitro señaló la pena máxima ante la incredulidad de los jugadores celestes y el enfado del Vikingo, que recriminó el engaño a Víctor.

Lombán ejecutó y empató. Era el primer disparo a palos del Elche. Minuto 88. El Celta intentó reaccionar, pero fue inútil. Apenas había tiempo. Un centro-chut de Álex López al que no llegó Nolito fue el canto del cisne de los vigueses en el partido. El silbato final premió con un punto a un Elche que no terminaba de creérselo. Los ilicitanos suben la moral de cara al trascendental duelo directo de la semana que viene contra el Almería. Por su parte, los celestes suman su quinto partido consecutivo sin perder, aunque el botín les sepa a muy poco. Aun sin completar una actuación brillante, los locales hicieron méritos más que suficientes para llevarse una victoria que un error arbitral les arrebató.

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