El Celta comparecerá en el Ciutat de Valencia el sábado a las 20:00 para enfrentarse al Levante. Un campo que se le ha dado bien al equipo vigués en sus últimas visitas: en ambas llegaba en una situación complicada y en ambas fue capaz de ganar el partido con idéntico resultado (0-1), cogiendo un impulso que le permitió salvarse de forma agónica hace dos años y de manera mucho más desahogada la temporada pasada. El Levante falló un penalti en cada encuentro, los dos cometidos por Jonny.

2012/2013: vida o muerte

Era la jornada 33 y el Celta de Abel Resino llegaba a Orriols con el agua al cuello, después de tocar fondo en Mallorca, de donde salió como farolillo rojo y con la urgente necesidad de sumar para escapar de un pozo al que parecía predestinado. Los celestes venían de respirar el importante balón de oxígeno que supuso la victoria contra el Zaragoza en Balaídos la jornada anterior y recuperaban a Iago Aspas, cuatro partidos ausente por la sanción que le acarreo su cabezazo a Marchena en Riazor.


El equipo vigués empezó el partido sorprendentemente tranquilo, dominando y generando peligro. Augusto remató a la red un servicio de Krohn-Dehli en el minuto 19 poniendo en ventaja al Celta.

En la segunda parte tocó sufrir. A los de Abel les entró el miedo a ganar tan propio de ese tipo de situaciones y el Levante dominó. Barkero falló un penalti y Varas sostuvo al Celta con varias intervenciones, una de ellas salvadora, despejando a córner una volea de Simao en el tiempo de descuento.

El partido acabó 0-1 y significó la segunda victoria de la temporada fuera de casa y la primera vez que el Celta ganaba dos partidos consecutivos ese curso. Los celestes se quedaron con 30 puntos en la antesala del ya histórico 4% de posibilidades de salvación con el que visitaron Zorrilla la penúltima jornada. Un empate contra el Athletic en casa y dos derrotas contra Atlético y Betis fueron el preludio de una salvación agónica con las victorias en Valladolid y en Balaídos contra el Espanyol.

2013/2014: luz entre nubarrones

El año pasado, el Celta visitó el Ciutat en la jornada 28 (igual que en el presente curso) y, aunque la situación no era tan peliaguda como la campaña anterior, los de Luis Enrique llegaban en un mar de dudas, tras una mala racha de resultados que empañó el buen arranque de segunda vuelta que había firmado el conjunto vigués.

Un empate contra el Getafe y dos derrotas consecutivas ante Elche y Atlético de Madrid habían metido al Celta en compás de duda. A cuatro puntos del descenso y con muchas jornadas por delante como para estar tranquilos. La victoria en Orriols fue un paréntesis en una mala racha de resultados que continuó dos jornadas más, con una derrota en Balaídos contra el Málaga y otra en el Camp Nou.

El partido fue muy disputado, con alternativas para ambos equipos y con un nivel futbolístico alto. Bonito para el espectador. El Celta fue mejor en la primera parte, en la que consiguió adelantarse por medio de Nolito, que finalizó una preciosa jugada de Augusto Fernández, como pez en el agua en el Ciutat.

En la segunda parte, el Levante reaccionó y puso en problemas a los hombres de Luis Enrique. El partido se abrió y ambos equipos tuvieron alternativas. Como en la temporada anterior, los granotas fallaron un penalti cometido por Jonny, ejecutado por Barral en esta ocasión. El delantero andaluz gozó de otra gran ocasión para empatar, pero su remate, muy flojo, fue detenido por Yoel sobre la línea de gol.

A por el triplete

Como en los años anteriores, el Celta no llega a Orriols en la mejor situación, aunque esta temporada es, sin duda, en la que más desahogado se encuentra en la tabla. Los de Berizzo están a siete puntos del descenso, que precisamente marca el Levante.

El Celta visita el Ciutat en una racha muy parecida a la del año pasado: un gran arranque de segunda vuelta truncado por tres partidos consecutivos sin ganar, de nuevo un empate (contra el Elche) y dos derrotas (contra Villarreal y Athletic Club). La gran diferencia con las temporadas anteriores está en el Levante: mientras que en los dos últimos enfrentamientos los locales no se jugaban nada, esta vez llegan en puestos de descenso y con una necesidad de puntuar que pondrá caro el tres de tres para los célticos.