Con sólo ocho jornadas en la recámara, la recta final de la temporada se presenta apacible para Celta de Vigo y Rayo Vallecano. Dos equipos que, tras un último lustro tumultuoso, parecen por fin haber logrado la estabilidad en la Liga BBVA, y que lo han hecho mediante un estilo de juego desenfadado, alegre y ofensivo. Dos clubes que destacan como excepciones en una competición regida por la falta de valentía y el conservadurismo. Dos plantillas diseñadas para el ataque, con carencias defensivas pero que, ante todo, siempre ofrecen una imagen vistosa al espectador.

El Celta de Vigo no ha conseguido encontrar la tecla del éxito durante una temporada que llega a su último sprint con la sensación de que podría haber dado mucho más de sí. Tras caer por la mínima ante el Barcelona en Balaídos y arañar un punto en el último suspiro ante el Granada, los vigueses vuelven a su feudo apenas una semana después para enfrentarse a su bestia negra por excelencia, un equipo al que no logran derrotar en la máxima categoría del fútbol español desde la temporada 1996/97. Un dato que resulta sumamente escalofriante.

El Rayo Vallecano de Paco Jémez se ha convertido ya en un símbolo en la Liga BBVA. Su fútbol, carente por completo de cualquier tipo de prudencia, los ha llevado a permanecer, de momento, cuatro años en la máxima categoría de forma consecutiva, con un quinto casi confirmado en el horizonte. Con la salvación casi confirmada al haber ganado cuatro de sus últimos seis partidos (cayendo únicamente ante Barcelona y Real Madrid), en Vallecas se preparan para ocho encuentros en los que disfrutar será, más que nunca si cabe, la prioridad absoluta.

Esquivar los fantasmas

Vencer al Rayo supondría cumplir un doble objetivo para el Celta de Vigo de Eduardo Berizzo. En primer lugar, permitiría a los vigueses librarse del estigma que los persigue en lo referido al equipo vallecano, quien mantiene una soga rodeando el cuello de los celestes desde 1997, año en el que el Celta logró imponerse al Rayo por última vez en Primera División. Por otra parte, una victoria supondría un paso prácticamente definitivo de los pupilos de Balaídos hacia una salvación que, pese a que ya parece encarrilada, todavía es preciso corroborar.

Para alcanzar el triunfo, Berizzo contará, de nuevo, con numerosas bajas en el centro del campo. Pese a recuperar a Michael Krohn-Dehli y Fabián Orellana, dos piezas clave que estuvieron ausentes por sanción el miércoles en Los Cármenes, este sábado no podrá contar, por el mismo motivo, con el serbio Nemanja Radoja y el chileno Pablo Hernández. Además, las molestias físicas que arrastra Augusto Fernández podrían provocar que el internacional albiceleste también se perdiese el partido. La posibilidad de un doble pivote formado por Krohn-Dehli y Álex López cobra fuerza, pese a que también se podría llegar a barajar la presencia de Andreu Fontàs en el pivote con danés y ferrolano formando por delante en el 4-3-3.

En el caso de que Fontàs se mantuviese en la defensa, lo más probable sería que Berizzo introdujese un 4-2-3-1 en el que lo más seguro sería que Orellana ocupase la plaza de enganche entre mediocampo y punta, disputándose así el puesto en la banda derecha el canterano Santi Mina y el belga Théo Bongonda, quien anotó el meritorio gol del empate en Granada. Mientras tanto, el debate para la delantera sigue abierto, aunque parece ser que Charles viene contando con mayor confianza por parte del míster que Larrivey en las últimas jornadas.

Que prosiga el baile

El Rayo Vallecano está a punto de certificar su quinta presencia consecutiva en la Liga BBVA, después de que lograse el ascenso directo allá por 2011. Desde entonces, bajo la batuta de Paco Jémez, se ha convertido en uno de los equipos más atractivos de la competición, practicando un fútbol alegre y desenfadado siempre apostando por futbolistas de perfil no muy destacado y favoreciendo las sinergias internas dentro de la entidad, es decir, fomentando que el equipo en sí valga más que la suma de todos sus jugadores por separado.

La portería es, sin duda, una de las líneas más flojas del Rayo junto a la defensa. Con Cristian Álvarez, que no estará ante el Celta, han dado un ligero salto de calidad, pese a que siguen siendo uno de los equipos que más goles encajan de la competición. Cobeño y Toño, porteros en el ocaso de sus carreras, se jugarán la titularidad el sábado. En la defensa, Abdoulaye y Zé Castro suelen compartir las posiciones de centrales, con Antonio Amaya en la recámara. Las bandas son dominio de Tito e Insúa,

En el centro del campo, la baja de Raúl Baena será la más destacable del equipo en Balaídos, puesto que se trata del futbolista destructor sin el cual se resiente la columna vertebral del Rayo Vallecano. Fatau es su sustituto natural, mientras que un doble pivote Jozabed-Trashorras propondría mucho fútbol y poca garra. En las bandas, la explosividad de Kakuta y Embarba es una de las principales armas del equipo, con recursos de segunda parte como Licá y Aquino preparados para saltar al césped. Finalmente, en ataque la dupla formada por Alberto Bueno y Manucho se ha convertido en una de las más temidas de la zona media de la tabla, siempre teniendo en cuenta la baja de Leo Baptistao y la presencia en el banquillo del gran fichaje de invierno, Miku.

Antecedentes

Balance Celta - Rayo Vallecano Partidos V. Celta Empates V. Rayo Vallecano
TOTAL 37 10 10 17
Liga BBVA 25 5 6 14
Copa del Rey 2 1 0 1
Liga Adelante 10 4 4 2

Convocatorias

Celta

Porteros: Sergio y Rubén.

Defensas: Hugo Mallo, Fontàs, Jonny, Sergi Gómez y Cabral.

Centrocampistas: Álex López, Madinda, Krohn-Dehli, Augusto y Borja Fernández.

Delanteros: Santi Mina, Charles, Nolito, Larrivey, Orellana y Bongonda.

Rayo Vallecano

Porteros: Cobeño, Toño y Álex Campos.

Defensas: Tito, Nacho, Insúa, Amaya, Abdoulaye y Zé Castro.

Centrocampistas: Jozabed, Trashorras, Fatau, Licá, Embarba y Aquino.

Delanteros: Kakuta, Bueno, Manucho y Miku.

Posibles onces