La permanente presencia de Borja Oubiña en los partes médicos de la presente temporada ha hecho que casi no se le tenga en cuenta como jugador de la plantilla del Celta. Unas molestias en la rodilla izquierda durante la primera fase de la pretemporada le llevaron a la sala de operaciones del Doctor Cugat, que le practicó una artroscopia de limpieza al centrocampista el cinco de agosto. Desde entonces, el oscurantismo y las largas han sido la tónica habitual a la hora de explicar su recuperación o dar una posible fecha de reaparición.

El caso es que Oubiña se ha pasado la temporada en blanco —no juega desde la última jornada de Liga de la temporada pasada en Mestalla—, y nada asegura que pueda volver a vestir la camiseta del club de su vida. La llegada de Radoja, las excelentes prestaciones de Augusto Fernández y la bala en la recámara de Borja Fernández han hecho que muy pocos aficionados se acuerden del canterano.

Mouriño deslizó una posible retirada

En un encuentro informativo con varios compañeros del Diario AS, el presidente Carlos Mouriño manifestó —de forma consciente o inconsciente— que Borja sería una de las bajas seguras del Celta 2015/2016: “Tenemos dos bajas importantes, la de Krohn y la de Oubiña, que desgraciadamente lleva una temporada casi sin poder jugar”, comentó el mandatario.

Lo cierto es que Oubiña acaba contrato en un par de meses y estas palabras de Mouriño dejan claro que no renovará. De hecho, nada hace indicar que el canterano pueda volver a jugar al fútbol de élite. Varias interrogantes quedan en el aire: ¿se retirará Borja o intentará recuperarse e intentar volver a jugar en otro equipo? ¿Hay alguna posibilidad de que pueda tener algún minuto en lo que queda de curso? Si se retira, ¿seguirá ligado al Celta de alguna manera?