Celta y Sevilla comparecieron sobre el verde de Balaídos con suplentes habituales en sus alineaciones. Sin sal. Los locales obligados -—tenían ocho bajas—, mientras que los visitantes por precaución, pensando en la vuelta de las semifinales de la Europa League, que disputarán en Florencia el próximo jueves.

Las propuestas invitaban a pensar en un partido soso y en la primera parte lo fue. El choque arrancó como estaba previsto, con el Celta llevando la manija y con el Sevilla, con Iago Aspas y Denis Suárez de vuelta a su casa, esperando para salir a la contra con peligro.

El hijo pródigo, sin piedad

Una de las novedades del once sevillista fue la incursión de Iago Aspas. El atacante de Moaña, idolatrado por la parroquia celeste, volvía a Balaídos por primera vez desde que dejó el Celta. Ni rastro de inactividad. Ni rastro de piedad por el equipo de su corazón. El Agitador fue un quebradero de cabeza constante para la novel defensa local, con David Costas —debutando en Liga— en el centro con Fontàs, y Sergi Gómez en el lateral derecho.

Dos canteranos celestes: Iago Aspas y David Costas. (Foto: Miguel Riopa | AFP).

La sociedad del morracense con Gameiro, peligrosísima todo el primer tiempo, se convirtió en letal bien pronto. En el minuto 11, el francés tiró una pared con Iago y, dentro del área, fusiló a Sergio. 0-1 y partido de cara para el Sevilla.

Iago Aspas fue de lo mejor del Sevilla

A partir de ahí, las cartas se marcaron todavía más. El Celta a intentar elaborar y el Sevilla a salir a la contra con sus punzantes atacantes que, además, ejercieron un gran trabajo de contención sobre Augusto y Krohn-Dehli en la salida de balón céltica. Solo unos minutos necesitaron los de Berizzo para generar una ocasión inmejorable: Santi Mina centró desde la derecha y Charles, libre de marca en el área pequeña, cabeceó fuera.

Apenas había transcurrido un cuarto de hora y esa fue la ocasión más clara de los locales en el primer acto. El Sevilla, que había avisado con intentos de Aspas y Gameiro que obligaron a Sergio a intervenir, también tuvo la suya para sentenciar cuando Arribas se aprovechó de un error de Fontàs en la marca para rematar al palo un precioso centro de Denis Suárez desde la izquierda.

El Celta cambia a fuego fuerte

La cocción a fuego lento no le estaba funcionando a los locales que, salvo el cabezazo de Charles, apenas inquietaron la portería sevillista. Tras el paso por los vestuarios, los celestes echaron madera a las brasas y aceleraron.

Krohn-Dehli, tras una buena conducción, avisó con un disparo desde fuera del área. Poco después, en un centro al área, Arribas golpeó a Charles en la cara y el árbitro señaló penalti. Santi Mina, con una seguridad impropia de su edad, cogió el balón, lo colocó y lo depositó dentro de la red con un golpeo seco y seguro. Fácil. Sin perder de vista al portero en ningún momento y con una tranquilidad pasmosa, el Niño empató el partido.

Santi Mina transformó el penalti con suma facilidad. (Foto: Lalo R. Villas | AS).

Vaivén por Europa

El Celta aceleró en el segundo tiempo de la mano de Santi Mina

La media hora larga que faltaba permitió ver el clásico partido para el Celta. Alegría. Idas y venidas constantes en busca del gol. Los cromos eran distintos, la propuesta, la misma. Los de Berizzo se lanzaron sin complejos a por una victoria que les acercase a la séptima plaza que daría acceso a Europa League si el Barcelona es campeón de Copa. El Sevilla recogió el guante y aprovechó los espacios que dejaban atrás los locales para contragolpear, con pesos pesados como Bacca, Aleix Vidal o Vitolo entrando desde el banquillo.

Los celestes buscaron con insistencia la beca Erasmus, pero una y otra vez fallaban en la concreción de las jugadas. Un Orellana diabólico volvió loca a la defensa hispalense y solo Sergio Rico impidió que marcase, tras un disparo cruzado dentro del área. Pablo Hernández, de falta, y Santi Mina lo intentaron, pero la pelota no entró.

Los últimos minutos fueron un asedio, en los que faltó el canto de un duro para que el Celta acertase. Contras y contracontras. De un lado a otro, pero sin punch. El partido acabó y ambos equipos consiguieron una cocción al punto, pero faltó la sal que quizá le habrían dado los titulares. Los sevillistas se quedan a tres puntos de la plaza Champions que marca el Valencia (próximo rival del equipo de Berizzo). Los celestes se quedan décimos, a tres puntos del Málaga y a dos de Athletic Club y Espanyol en una pelea por el séptimo puesto, que se antoja más complicada que nunca.

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Sobre el autor
Borja Refojos
Estuve en VAVEL desde octubre de 2012 a enero de 2016. En ese período coordiné la sección del Celta desde julio de 2013 hasta diciembre de 2015, así como la cobertura del Mundial 2014, además de escribir crónicas, reportajes y todo tipo de artículos informativos. Actualmente trabajo como redactor en la Axencia Deportiva Galega (ADG Media) y colaboro en tuRadio 88.4 Vigo. Email de contacto: [email protected]