Celta de Vigo - RCD Espanyol: celebración en tierra firme

Un año más ha terminado a orillas del fútbol de élite español. Mientras varios equipos se juegan la vida en la última jornada en su búsqueda por salvar la categoría, Celta y Espanyol navegan plácidamente desde hace semanas, conscientes de su seguridad y de que el año que viene volverán a plantar cara en la máxima categoría del fútbol nacional. Tanto gallegos como catalanes han realizado una temporada más que satisfactoria, con lo que el último encuentro, que los enfrenta a ambos, se resumirá a una despedida llena de matices pero en la que lo que primará será, sobre todo lo demás, el fútbol.

El Celta de Eduardo Berizzo completará en Balaídos una temporada en la que la sensación general es quizá algo agridulce. Pese a la satisfacción global con el rendimiento del equipo, en el conjunto vigués se respira la impresión de que se podría haber aspirado a algo más que la calma. Sin embargo, la realidad es única e invariable. El próximo año el Celta deberá plantearse objetivos mayores con la mira puesta en seguir con su crecimiento. La idea, el germen, ya está ahí. Sólo queda pulir la ejecución.

El Espanyol, por su parte, viaja a Vigo ya sin opciones de acceder a la Europa League, con lo que tendrá la oportunidad de cerrar la temporada compitiendo a un buen nivel y sin ningún tipo de presión. Los hombres de Sergio González buscarán despedir una temporada en la que se quedaron a las puertas de acceder a la final de la Copa del Rey y en ningún momento sufrieron en su objetivo principal de mantener la categoría un año más. Una plantilla joven y un estilo de juego en fase embrionaria hacen soñar a los aficionados blanquiazules.

Tercera circunferencia completada

El Celta de Vigo será un equipo de la Liga BBVA por cuarta temporada consecutiva. Algo que no se conseguía desde hace doce años. Y es que la situación es tan estable que la afición viguesa ya comienza a pedir más. El equipo celeste, tras una década de altibajos y taquicardias, ha encontrado el camino hacia su propia identidad. El sendero hacia sí mismos. Para volver a ser aquel equipo combativo ante el que nadie quería encontrarse y al que todos sus rivales aplaudían, sino por sus resultados, por su valentía.

Con Berizzo teniendo asegurada su permanencia en el club, el Celta encuentra esa figura de entrenador fiel al club que llevaba años buscando. En la mano del argentino, una persona que conoce a la entidad y lleva una temporada entera comprendiendo sus entresijos, queda mantener la tendencia ascendente del equipo la próxima temporada. Con la baja de Krohn-Dehli confirmada y la retirada de Borja Oubiña siendo ya un hecho, el club deberá buscar reemplazos para el centro del campo en el mercado veraniego.

Para el partido ante el Espanyol, el Celta no podrá contar con Pablo Hernández, lesionado en el entrenamiento de este viernes, con lo que la medular se ve notablemente resentida. Ante su ausencia, lo más probable es que Berizzo vuelva a optar por el tridente formado por Santi Mina (quien vuelve de sanción), Fabián Orellana y Nolito en tres cuartos de campo, secundando a Joaquín Larrivey en el ataque vigués. En el doble pivote formarán, con casi toda probabilidad, Augusto Fernández y un Michael Krohn-Dehli que buscará brillar en su despedida de tierras gallegas.

Seguir escribiendo historia

El Espanyol de Sergio González también cierra su temporada con una sonrisa dibujada en la cara. Una sonrisa que podría haber sido mayor pero que comprende, ya desde hace tiempo, la dinámica de un deporte tan cruel como el fútbol, en el que muchas veces estar en la cima y estrellarse contra el suelo son fenómenos que ocurren prácticamente de forma simultánea. La temporada del equipo perico ha sido sumamente correcta, practicando un fútbol elegante en todo momento y exhibiendo a una plantilla que, pese a no ser excesivamente larga, sí ha demostrado poder competir contra prácticamente cualquier equipo de la categoría que se le presentase delante.

En la meta del Espanyol ha vuelto a realizar una gran campaña Kiko Casilla, quien ha logrado incluso entrar en la lista de convocados de Vincente del Bosque y que todavía tiene contrato con el equipo hasta 2018. En la defensa, tres centrales han realizado una gran labor: Héctor Moreno, Álvaro González y Diego Colotto. Por la derecha, con el paso de Javi López al centro del campo, Anaitz Arbilla se ha hecho con la titularidad, mientras que en la banda opuesta tanto Fuentes como Víctor Álvarez e incluso el jovencísimo canterano Rubén Duarte se han alternado en el once de Sergio.

En el centro del campo del Espanyol, con la salida de David López hacia Nápoles en el último suspiro del mercado de fichajes estival, Víctor Sánchez se ha convertido en el líder indiscutible. A su lado, Javi López se ha reconvertido como un centrocampista defensivo al más puro estilo Lahm, mientras Abraham González se ha erigido como el mediapunta de toque que necesitaba el equipo. Jugadores como Lucas Vázquez y Paco Montañés aportan electricidad desde el banquillo, mientras que en la delantera se ha mantenido el tridente mágico conformado por el capitán Sergio García, el uruguayo Christian Stuani y el ecuatoriano Felipe Caicedo, firmando entre los tres más de 30 goles a lo largo de la temporada.