Dos Celtas, dos caras. Berizzo planteó el primer partido en Vigo como un ensayo más en el que probó dos onces distintos para cada parte. El de la primera sufrió más ante un Coruxo que no se sentía inferior ante su público y dispuso de ocasiones para, al menos, conseguir un tanto en los primeros cuarenta y cinco minutos. En la segunda, los once hombres de refresco lograron marcar de manera rápida y consiguieron imponer el ritmo y un estilo de juego que ya es seña de identidad: posesión, control y movimiento de balón.

En cada una de las partes, Berizzo ofreció un once en el que intercaló hombres clave con hombres de plantilla y canteranos. En el arranque del choque la principal novedad fue la ubicación de Borja Fernández como lateral derecho y la primera titularidad de Guidetti con el Celta. El primer Celta de la tarde dejó buenas sensaciones en tareas ofensivas, con Señé, Pape Cheikh y Guidetti como principales protagonistas, pero mostró debilidades en defensa.

Y es que a pesar de la diferencia de nivel, el Coruxo salió sin miedo y a jugarle de tú a tú al Celta. De hecho, el conjunto local fue el primero en avisar por mediación de Pedro Vázquez. El extremo se plantó solo dentro del área con el balón pero Sergio estuvo atento para despejar el peligro cuando solo habían pasado dos minutos. El conjunto celeste no transmitía toda la seguridad defensiva esperada y el Coruxo encontraba espacios entre líneas para llegar hasta la portería de Sergio sin demasiada dificultad.

Guidetti golpea primero

Los de Berizzo aprovecharon los primeros minutos para asentarse en el campo, moviendo la pelota en la zona medular e intentando siempre avanzar por las bandas, principalmente a través de Señé y Jordan por la derecha, pero buscando siempre a Guidetti en los metros finales. El equipo rondaba el área de los de Rafa Sáez pero era incapaz de finalizar la jugada con un disparo a portería. A excepción de un remate de Pape Cheikh que despejó el guardameta Brais, el Celta fue incapaz de generar peligro claro hasta la llegada del tanto que abrió el marcador.

Y es que el gol no se hizo esperar en O Vao. Guidetti se plantó solo delante de la portería y fue derribado por Brais. El propio sueco se encargó de ejecutar la pena máxima con un disparo fuerte y a media altura que se coló en la portería del Coruxo. El Celta conseguía adelantarse en el marcador pese a que el rival había sido más insistente en tareas ofensivas.

Con el tanto celeste el partido se abrió. El Celta parecía ganar en confianza tras el tanto pero con el paso de los minutos empezó a ver como el Coruxo, lejos de amedrentarse, mantenía el mismo esquema que con el empate a cero, seguía intentando llegar al área celeste y se hacía dueño del balón y de las ocasiones de peligro.

Comesaña tuvo una gran oportunidad para lograr el empate en el minuto veintiuno, cuando cabeceó un balón demasiado alto en el centro del área llegado desde la banda derecha. Pero la gran ocasión de los primeros cuarenta y cinco minutos la tuvo Ortiz, que se quedó solo ante Sergio, pero definió mal delante del Gato de Catoira y envió el balón fuera, pegado a la base del poste izquierdo del guardameta.

Bocanada de aire

Al Celta le vino bien la llegada del descanso. Con el paso de los minutos, los de Berizzo perdieron presencia en el área rival y seguían sufriendo en defensa. El Coruxo colocaba el balón con demasiada facilidad en la zona de peligro del Celta con balones largos entre líneas. Pero tras el descanso Berizzo presentó un once completamente nuevo, el equipo cambió la cara y se encontró nuevamente con el gol de manera muy rápida.

En el primer acercamiento de la segunda parte, Orellana estuvo muy atento para recuperar el esférico en las cercanías del área rival, se asoció con Aspas y el morracense cedió el balón a Levy Madinda, que con el interior introdujo el balón en las mallas con un disparo ajustado al poste derecho. El Celta iniciaba así unos minutos de dominio en los que el Coruxo apenas participaba en el juego.

Del segundo once de Berizzo, destacaron la ubicación de Wass como lateral derecho, en la cual se desenvolvió con soltura, la de Levy Madinda como extremo derecho y el doble pivote formado por el Tucu Hernández y Nemanja Radoja. Con este despliegue el equipo ganó en amplitud, posesión, y circulación de balón, generando un estilo de juego mucho más identificable con el Celta de Berizzo de la temporada pasada. Y con el juego llegó un gol más.

Doblete gabonés

Levy Madinda volvió a repetir con el gol en el minuto setenta. El gabonés realizó un potente disparo desde la frontal, pero la trayectoria de su remate se vio desviada al impactar en un defensor local, lo que engañó al guardameta Fernando y supuso el tercero para el conjunto celeste. Con el 0-3 en el marcador, el Celta se liberó de toda presión y siguió buscando aumentar su ventaja, aunque empezó a conceder llegadas al Coruxo. Pero el modesto equipo vigués tampoco era capaz de llegar con claridad.

El peligro celeste en la recta final del encuentro lo puso Iago Aspas, que dispuso de una buena ocasión en el minuto setenta y cinco al rematar en el punto de penalti un balón que le ofreció Orellana en el saque de una falta sobre la frontal del área, pero el cancerbero Fernando estuvo atento. Cinco minutos después, el de Moaña volvió a tener en sus botas el cuarto, pero el guardameta estuvo nuevamente atento.

Con la doble ocasión del ariete céltico el partido llegó a un final apacible en el que ni Celta ni Coruxo encontraron portería. El conjunto celeste suma una nueva victoria en su pretemporada y ya piensa en su próximo rival, el Boavista portugués contra el que jugará en Ribadumia el próximo viernes.