Dicen que una casa firme y segura comienza por unos cimientos sólidos y no por el tejado. A pesar de que el Celta es un equipo de vocación ofensiva y que sus fichajes han dado un salto de calidad a su parcela atacante, ha cumplido a rajatabla esta premisa. Los celestes han mostrado una solvencia defensiva muy notoria durante su fase de preparación. Cinco goles en ocho partidos son unos números más que decentes, que se convierten en notables cuando se cae en la cuenta de que el conjunto vigués ha permanecido imbatido en los últimos cuatro.
El Celta ha conseguido portería cero en los últimos cuatro partidos
Y es que el Celta solo ha encajado goles durante su gira por Alemania y Austria. Greuther Fürth (1-5) e Ingolstadt (1-0) perforaron la portería celeste una vez; Núremberg (2-2) y Galatasaray (2-1), dos. A partir de ahí, ya de vuelta de tierras centroeuropeas, los celestes han echado el candado a su portería. Blindados. En el triangular de Portugal no encajaron ni ante el Paços Ferreira (0-0) ni ante el Río Ave (0-2). Tampoco en Coruxo (0-3), ni en Ribadumia ante el Boavista (3-0), ni por supuesto en el Quinocho ante el Genoa (4-0). El equipo céltico firmó un contundente registro de doce goles a favor y ninguno en contra en la segunda mitad de la pretemporada.
Creciendo desde atrás hacia adelante
“No encajar es muy importante para ser un equipo competitivo porque si no encajas goles vas a sumar por lo menos un punto”. Con este razonamiento tan sencillo como indiscutible lo explicaba Rubén Blanco en la sala de prensa. El Celta ha demostrado tener un caudal ofensivo inmenso. Es de esperar que en cada partido genere bastantes ocasiones y materialice alguna de ellas. Es por eso que mantener un nivel defensivo alto es clave para sumar de tres en tres en la Liga.
El funcionamiento de la línea defensiva y de los porteros ha sido impecable en la pretemporada. De menos a más como todo el equipo. A medida que las semanas pasaban, el cansancio por las intensas palizas físicas se transformaba en una fortaleza que minimizaba errores, como el de Fontàs en el partido del Galatasaray. Y no solo de la línea de retaguardia. La presión tras pérdida también se ha ido ajustando y todas las líneas funcionan en bloque para recuperar la pelota.
Resulta complicado quedarse con un nombre ya que, como es normal en pretemporada, han participado todos los jugadores. Cabral se mostró tan firme y solvente como la temporada pasada. A Fontàs le costó más, pero tras firmar su renovación y acumular minutos de partido y entrenamiento, se va acercando a su nivel. Sergi Gómez ha demostrado que peleará por la titularidad. Los tres laterales también han rayado a gran altura, aunque Hugo Mallo se perdió el triangular portugués y los partidos ante Coruxo y Boavista por lesión. En la portería, tanto Rubén como Sergio han mostrado sus credenciales en una batalla por la titularidad que se presume crudísima. En la primera jornada, el de Mos saldrá en el once por la sanción del de Catoira. La duda se trasladará a la segunda fecha, en Balaídos contra el Rayo. Ahí tendrá que ser Berizzo el que resuelva el dilema.