Ha habido que esperar hasta el último día de mercado, pero ya es oficial. Tras todo un verano especulando con la posibilidad de que David Costas encontrase los minutos que le faltan en el Celta en otro lugar y tras intensificarse en los últimos días las informaciones que apuntaban a que Mallorca sería su destino –el propio Berizzo lo reconoció en la rueda de prensa posterior al partido del Rayo-, finalmente se ha confirmado que el central de Chapela jugará a préstamo en el equipo bermellón toda la temporada.

Pero la cesión del defensor no es la única noticia. Igual que pasó con Álex López, que renovó su contrato hasta 2019 antes de salir cedido al Sheffield Wednesday, Costas ha prolongado su contrato con el Celta un año más, también hasta junio de 2019 como el ferrolano.

La cesión de David Costas al RCD Mallorca es una operación beneficiosa para todas las partes: para el Celta, porque le buscaba un destino al canterano en el que tuviera “minutos de calidad”, es decir, un equipo en el que disputase muchos partidos y que apostase por una filosofía de juego parecida a la celeste, como es el caso del equipo balear dirigido por el exjugador del Dream Team de Cruyff, Albert Ferrer. Para el futbolista, porque podrá acumular experiencia con los minutos de juego que no podrá tener en Vigo (el año pasado únicamente jugó un partido de Liga) en una categoría exigente como la Segunda División y regresar más hecho y en disposición de pelear por un puesto en la temporada 2016/17. Y para el Mallorca, que podrá contar con un central de calidad y con mucha proyección que le ayude a colmar sus aspiraciones de playoff de ascenso en la Liga Adelante.

Con la cesión de Costas, al club solo le queda por resolver la de Yelko Pino, que tendría que hacerse antes de las doce de la noche. Tampoco se descarta una sorpresa en forma de fichaje sobre la bocina.