Tras la marcha temporal de David Costas al Mallorca, Sergi Gómez se quedó como el único central suplente en la plantilla viguesa. La dirección deportiva desestimó el fichaje de otro zaguero, lo que demuestra la confianza que se tiene en él en Casa Celta.

Sergi Gómez es uno de los jugadores con más futuro de la primera plantilla del Celta de Vigo. Llegó a Balaídos con tan solo 22 años, sin haber probado nunca la Primera División. En sus primeras actuaciones tuvo fallos normales en un debutante, pero demostró sus mejores cualidades: solvencia en el juego aéreo y fiereza en los duelos individuales. Durante enero y febrero tuvo que jugar varios partidos en el lateral derecho por las lesiones de Hugo Mallo y Carles Planas. En esa posición, nueva para él, Sergi cumplió perfectamente

Con un año más de experiencia, en el que jugó 26 partidos entre liga y copa, Sergi Gómez afrontaba esta temporada con el deseo de aumentar aún más su participación en el equipo. De entrada, los dos centrales titulares volvieron a ser Cabral y Fontás, pero la tendinitis aquílea que sufre el segundo ha provocado que Berizzo tenga que recurrir a Sergi para completar la defensa en los cuatro últimos encuentros, en los que el futbolista de Arenys de Mar ha mostrado su mejor nivel.

Sus actuaciones fueron de notable alto, exentas de ningún error importante. El catalán se encuentra en un gran estado de forma y la seguridad con la que juega hace olvidar a los espectadores su juventud. Especialmente destacado fue su concurso ante el Barcelona, en el que consiguió desactivar por completo al uruguayo Luis Suárez.

Ahora falta por ver lo que sucede cuando Fontás se recupere de su lesión, porque el nivel de Sergi Gómez puede provocar que Berizzo empiece a tener dudas sobre a quién de los dos otorgarle la titularidad. En todo caso, los aficionados del Celta pueden estar contentos. Tienen central para años.