Augusto Fernández se mostró dolido por la dura derrota del Celta ante el Valencia. Pero el capitán no quiso poner paños calientes, ni culpabilizar al árbitro de la derrota, que el argentino atribuyó a partes iguales a deméritos de los vigueses y aciertos de los valencianos. "La verdad es que es un golpe duro. Un partido muy raro. En estos momentos con las revoluciones tan altas se hace difícil analizarlo en profundidad, pero bueno, a priori ese ve que no convertimos las que tuvimos y ellos efectivizaron la mayoría de las situaciones que tuvieron, algunas por errores propios y otras también por virtudes de ellos", dijo Augusto.

Sobre el gol anulado a Wass, dijo el mediocampista del Celta: "Fue una situación en la que nos poníamos 2-1. El fútbol es así. Es un juego de errores. El árbitro se ha equivocado y nos terminamos yendo al vestuario por 2-1 abajo". Acto seguido enfatizó en el buen acierto de los valencianos y cree Augusto que el Celta debe de aprender de sus errores. "Después nos terminaron convirtiendo tres goles más y ya está. No hay que caerle al árbitro y sí hacer autocrítica. Ver en qué fallamos y tratar de corregirlo", dijo el capitán.

"Haremos autocrítica y nos fortaleceremos"

Apeló a la comunión entre Celta y su afición para levantarse del golpe asestado por los levantinos. "La fortaleza de un equipo y la unión de un equipo y su afición se ve en estos momentos. La afición ya lo demostró hasta que terminó el partido y más también. Nosotros lo demostraremos levantándonos para el próximo partido y trayéndonos los tres puntos para casa", señaló Augusto Fernández.

Aunque para el capitán el Celta llevó el peso del juego, reconoció que no se puede fallar ante un equipo con la entidad del Valencia. "Nos convierten un gol y empatamos. Dominamos y llevamos el peso del partido. Ante cualquier detalle esta clase de equipos te la hacen pagar muy caro", dijo el mediocampista. "Es doloroso perder en tu campo por un marcador tan abultado. El rival fue efectivo. Haremos autocrítica y nos fortaleceremos", enfatizó Augusto, pasando página sobre la derrota.