Pablo Hernández concedió una entrevista a La Voz de Galicia en la que reconoció que el Celta no fue fiel a sí mismo en Riazor. “No jugamos como lo teníamos que hacer porque nuestra forma de jugar es una y la tenemos que recuperar. Lo único que podemos hacer nosotros es pensar en lo que viene y preparar el próximo partido, que lo debemos afrontar de la mejor manera”, comentó el chileno.

"Berizzo me dio el empujón que necesitaba"

Tras este noviembre negro, en el que el equipo celeste disputó cuatro partidos y perdió tres (Real Madrid, Valencia y Deportivo; solo ganó a la Real Sociedad), el Tucu realzó la importancia del choque del próximo sábado a las 22:05 ante el Sporting de Gijón en Balaídos para frenar cualquier parecido con la mala racha que el cuadro celeste vivió la temporada pasada, en la que estuvo diez jornadas sin ganar, con dos puntos de treinta en juego y que, precisamente, arrancó en noviembre. “Es importante ganar para alejarnos de lo que pasó la temporada pasada y recuperarnos lo antes posible. Creo que no hay similitudes con lo que sucedió el año pasado. Estamos hablando de dos partidos. En el primero no tuvimos suerte y en el segundo no hicimos lo que teníamos que hacer”, analizó.

En el aspecto más personal, el jugador chileno declaró sentirse “contento y con ganas”, con la idea de acabar la temporada “lo más arriba posible” en la clasificación. “Mi autocrítica es buena porque tengo continuidad y tengo que tratar de seguir así por el mismo camino y no dejar pasar las oportunidades. Ahora que me está tocando jugar trato de hacer lo mejor para el equipo”, comentó. Además, ensalzó a Berizzo como persona clave en su estancia en Vigo: “Eduardo ha sido una persona importante en mi carrera. Me ayudó muchísimo, pero si un jugador no hace de su parte... Berizzo me dio el empujón que necesitaba y me hizo ver cosas que yo no veía. Ahora soy más completo”.

Para terminar, reconoció que el hecho de tener cuatro amarillas le obligará a “empezar un nuevo ciclo en algún momento” y remarcó que es “raro” estar al borde de la suspensión cuando recibe más faltas de las que comete. Auguró un buen futuro al Celta, del que destacó su “idea de juego bien definida” con la que puede “ganar a cualquiera”. “Tenemos que confiar en nosotros y seguir ahí arriba, no pensar en lo que puede pasar ni en los fantasmas de los campeonatos pasados. Creo que hemos madurado y sabemos cerrar los partidos y tenemos que luchar por estar lo más arriba posible”, concluyó.