El buen hacer del Celta en el inicio de temporada ha permitido que el equipo haya entrado en una etapa de juego y resultados negativos con un colchón que permite afrontar los partidos con más serenidad y menos urgencias. Eso, el tener la cosecha a cubierto para el invierno, hay que reconocérselo a Berizzo.

Tras el bajón de rendimiento de la plantilla, una revolución en el once no es lo más esperable teniendo en cuenta el método del argentino, más allá de las bajas de Jonny, sancionado, y Fontás, lesionado, que harán obligado el concurso de Carles Planas y Cabral. Quizás el recambio natural de Guidetti en el sitio de Aspas podría ser la única noticia en el once que se enfrente al Sporting de Gijón este sábado.

Pero algo está claro. El Celta está empezando a necesitar de fondo armario. El bajón de forma de algunos jugadores, como Sergio, Jonny o Wass, es patente. Sea por cansancio o por otros motivos, lo cierto es que en las últimas semanas no todos los componentes de ese once inicial inamovible están justificando que otros, como Madinda, Drazic, Bongonda o Borja Fernández, no rasquen bola.

Las ausencias son, hasta el momento, la única razón de Berizzo para tirar del Celta B

Para la próxima convocatoria, la ausencia de zagueros hará que Berizzo tenga que tirar de algún canterano, previsiblemente Diego Alende, que esta semana entrenó con el primer equipo. En caso contrario, el mediocentro Borja Fernández, que, como Pape Cheikh, se ha ejercitado a las órdenes de Berizzo durante los últimos días, se quedaría como única solución de urgencia para la defensa. Las ausencias son, hasta el momento, la única razón del argentino para tirar del Celta B.

La proximidad del compromiso copero podría hacer que el técnico aguardase para probar a los menos habituales como solución, pero lo cierto es que el nivel de juego y los últimos resultados empiezan a exigir una reacción. Habrá que ver si eso pasa por algún habitual del banquillo, o del Celta B.

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