Gustavo Cabral volvió a jugar tres jornadas después, tras superar la sanción que le acarreó llamarle "cagón de mierda" al colegiado del Celta-Real Madrid. Su trabajo defensivo se notó y, a pesar de que el equipo celeste encajó un gol, acabó el partido con la sensación de una evidente mejoría defensiva con respecto a los últimos partidos. "Hemos estado a buen nivel en defensa. Pudimos trabajar como nos gusta en un partido en el que nos pusieron en dificultades", destacó.

Cabral reconoció que el Celta no cuajó un buen encuentro pero se amparó en lo práctico para ensalzar la importancia de unos tres puntos que a final de temporada valdrán tanto como los de las victorias más brillantes: "No hemos jugado como nos gusta hacerlo pero era un partido que había que ganar de cualquier manera porque veníamos de perder dos partidos y uno de ellos el derbi".

Para acabar, el central argentino valoró muy positivamente a Nolito, autor del afortunado tanto definitivo que dejó la victoria en Balaídos. "Es verdad que es afortunado y que el balón entra tras golpearle, pero es un balón que pelea con fe, que sale muy largo y él corre en su busca. Esto también es importante", destacó Cabral que restó importancia a la reacción del andaluz tras la consecución del tanto, en la que se mostró contrariado con la grada: "Son momentos de tensión; queríamos ganar después de dos derrotas y era importante hacerlo. Hay muchos nervios en esos momentos del partido, no tiene mayor importancia", concluyó.