Vuelve la competición de las eliminatorias, esa que —en teoría— permite a todos los equipos soñar con ganar un título, dando la campanada y venciendo a los más grandes. No obstante, en la práctica eso no sucede. Al fin y al cabo, la Copa del Rey está diseñada para que los mejores equipos del país se enfrenten y den lugar a auténticos partidazos que aumenten considerablemente la audiencia, para obtener grandes ingresos por publicidad, taquillas e, incluso, la visualización de cada encuentro. Puede haber alguna sorpresa pero, año tras año, los "grandes" son los que terminan imponiéndose al resto y ganando el torneo.

Los equipos "pequeños" consideran la Copa del Rey un impedimento y prefieren centrarse en la Liga BBVA 

Se ha popularizado la expresión "tirar la Copa" entre la gran mayoría de los participantes ya que, al coincidir las fechas con un momento clave en Liga para muchos equipos. Por lo tanto, la decisión más lógica parece apostar antes por la competición doméstica, que es "la que da de comer", mientras que el torneo del KO "sólo sirve para hacerse falsas ilusiones"Por lo tanto, los equipos "pequeños" tienen por delante un dilema que resolver: ¿se debe conceder más importancia a la Liga o por el contrario apostar por la Copa e intentar llegar lo más lejos posible?

La decisión del Celta las últimas tres temporadas ha sido priorizar la competición doméstica: tanto Paco Herrera como Luis Enrique o Berizzo prefirieron reservar a sus jugadores más en forma para la Liga y dar una oportunidad en Copa a los que menos minutos tenían. El resultado, no haber superado la barrera de los octavos de final. La actitud del Celta no ha sido una excepción a la norma, sino todo lo contrario. Los equipos con menor presupuesto y —habitualmente— menores opciones, consideran una distracción el torneo de eliminatorias y prefieren centrarse en el campeonato liguero.

De utopía a realidad

No obstante, ¿qué hay de malo en tener ilusiones, por qué no va un equipo a soñar con llegar lejos en la Copa? En otros países como Inglaterra, más que una utopía es una realidad. Un claro ejemplo es el Wigan Athletic que, en 2013, se alzó como campeón de la FA Cup la temporada que descendió a la segunda categoría del fútbol inglés. Esa misma campaña, la final del otro torneo eliminatorio, la Capital One Cup, se disputó entre el Swansea City —ganador— y un equipo de cuarta división, el Bradford City.

Sin ir más lejos en España —a pesar de las desventajosas condiciones del campeonato— se han llegado a dar casos como el del Mirandés hace tres años, llegando a la semifinal de la Copa o, en 2010, el propio Celta —militando en Segunda División— alcanzó los cuartos de final y se quedó a un paso de situarse entre los cuatro mejores equipos. ¿Es difícil? Por supuesto, pero soñar es gratis y la Copa del Rey podría ser una oportunidad para codearse con los más grandes, llegar lejos y quién sabe si también ganar un título. 

El Celta vuelve a tener delante el mismo dilema que surge año tras año. Toca elegir entre soñar con la Copa o centrarse en la Liga. La corta plantilla con la que cuenta el equipo vigués y el buen momento que vive en Liga incitan a pensar que, una vez más, Berizzo considerará el torneo del KO una distracción y optará por dejarla a un lado.

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Sobre el autor
Yuri Carrazoni Mier
Fui redactor de VAVEL entre febrero de 2014 y enero de 2016 colaborando en las secciones de Fútbol Internacional y Real Club Celta de Vigo. Estudio Periodismo en la Universidad de Santiago de Compostela. Contacto: [email protected]