Tras mostrar su deseo de luchar por un puesto en el primer equipo del Celta de Vigo, Borja Iglesias (23 años) se quedará en el Celta al menos una temporada más. El delantero compostelano jugará la próxima temporada en el filial celeste. Tras reunirse con Felipe Miñambres y Eduardo Berizzo, el jugador aceptó seguir a las órdenes de Alejandro Menéndez, entrenador del Celta B. Después de una buena pretemporada, en la que llegó a marcar, hizo dudar al ‘Toto’ sobre si iba a entrar en sus planes, pero con Iago Aspas y Guidetti por delante suya lo iba a tener bastante complicado, por lo que el técnico argentino ha preferido que tenga minutos para seguir creciendo como jugador.

Borja mantendrá su contrato con el único cambio de que jugará un año en el filial y dos en el primer equipo. Pero el atacante celeste cobrará como un jugador de primera división. "Mi idea es quedarme aquí, a partir de ahí intentaré ganarme minutos o intentar crecer dentro del equipo. Trabajo todos los días para que sea así y poder crecer en el Celta, pero el míster es el que tiene que tomar la decisión". Estas fueron sus declaraciones hace unas semanas, pero no ha conseguido convencer a Berizzo y su objetivo para esta temporada, formar parte del EuroCelta, tendrá que hacerse esperar hasta la próxima temporada.

El único inconveniente es que si disputa tan solo un minuto con el primer equipo no podrá volver a jugar de nuevo con el Celta B en toda la temporada y tendrá que rascar minutos en el equipo de Berizzo. A pesar de no haber participado en la pretemporada del filial, Borja Iglesias ha sido convocado para el encuentro de este sábado frente a un recién ascendido, el Multivera de Navarra.

Tras tres temporadas en la cantera, se planteó salir en calidad de cedido a algún equipo de segunda, y pretendientes no le faltaban. Por ello ha sorprendido su elección de seguir jugando en la división de bronce. Su juego y su olfato goleador en estas dos últimas campañas le han hecho una de las jóvenes promesas de su categoría. Con 17 y 12 goles respectivamente fue el máximo goleador del segundo equipo, una futura máquina goleadora en el ataque celtiña.