Y el niño se hizo mayor. Siguió haciendo su trabajo, de la manera que mejor sabe hacerla, pero lamentablemente creció muy pronto. Aunque él había hecho grandes cosas con tanta precocidad, el tiempo corría en su contra y la suerte no estuvo de su parte. Cuando Rossi estaba en la cresta de la ola, tanto en el Villarreal como en la Fiorentina, tres bofetadas a su cuerpo en forma de lesiones convirtió al niño en un hombre, pero en un hombre débil. Su vuelta a España el año pasado para recalar cedido en el Levante fue una gran noticia para este italiano nacido en Estados Unidos y ahora tiene otra oportunidad en el Celta para demostrar que a sus 29 años está aún hecho un chaval.

Con un ataque plagado de grandes figuras como Orellana, Sisto, Aspas, Guidetti...¿qué papel puede desempeñar Giuseppe Rossi? ¿Se podrá colar en el once inicial o su rol será más revulsivo? ¿Será el niño fuerte de Villarreal o el hombre débil de los últimos años de la Fiorentina?. Si logra entenderse con el frente de ataque, en especial con Iago Aspas, Rossi tiene algo que se antoja necesario para este Celta: el gol. En Villarreal levantó a los aficionados de sus asientos con 80 goles en 5 temporadas y su cesión en el Levante finalizó también con 6 goles en media competición.

Y es que el Celta no ha cerrado un 10, ni un suplente, ni un fijo en el once inicial, sino un goleador capaz de recoger un balón en el área y convertirlo en gol. Su fútbol se desarrolla en todo el frente de ataque, incluso en la mediapunta, pero la competencia es feroz y deberá trabajar muy duro para sacar del once a jugadores como Aspas, Sisto o el propio Orellana que está de dulce. Rossi viene para aportar al colectivo con goles, principal problema del conjunto gallego en este inicio de temporada. El Celta juega bien pero no remata las ocasiones y el italiano puede darle ese impulso y esa eficacia de cara a puerta que no termina de encontrar. Pero también deberá luchar contra sí mismo, recuperar las sensaciones de ese gran jugador que aterrizaba en el submarino amarillo y olvidarse del calvario de las lesiones. "Il bambino" se ha hecho hombre, pero ese hombre quiere volver a jugar como un niño.