El filial del Celta sigue carburando. Con esta victoria cosechada en Barreiro suma ya tres victorias consecutivas y encabeza la clasificación del grupo 1 de la Segunda División B a falta de cerrar la quinta jornada de la liga regular. Delante tuvo un Pontevedra irreconocible, sin presión ni pasión ante un derbi pontevedrés de altos quilates visto las tendencias ganadoras de ambos conjuntos. El equipo de Luisito no fue capaz de leer correctamente el encuentro, no supo presionar ni dar un paso adelante cuando mejor se ponía el partido y acabó pagando no solo con la derrota, sino también con el dominio celeste del esférico a pesar de contar con un hombre menos.

El partido comenzó con un Pontevedra volcado en ataque, un pequeño chaparrón de juego y ocasiones que en vez de convertirse en un día gris y lluvioso para los celestes simplemente fue un aguacero de cinco minutos. Capi tuvo el gol en un córner botado por la derecha, pero su cabezazo no encontró portería, como tampoco encontró Mario Barco en una volea mal enganchada. El goleador granota no fue capaz de seguir con su buena racha de goles pero lo intentó en todo momento con los pocos balones que pasaron por sus botas. Una vez salido el sol, el Celta b comenzó a jugar, con la figura del Quaterback portugués Gus Ledes. Incrustado en el medio campo y sin apenas presión, fue surtiendo de balones a sus compañeros y dominando el balón. Pero las ocasiones no llegaban y el árbitro Vicente Moral quiso ponerle un poco más de picante al derbi.

En el ecuador de la primera mitad, controla en medio campo Borja Fernández, gira sobre sí mismo pero en un intento de hacerse con el balón, clava sus tacos contra los del contrincante David Añon. El colegiado lo tuvo claro, roja directa 70 minutos por delante para el Celta b con un jugador menos. A pesar de jugar con un hombre más, el Pontevedra no buscó el dominio del balón, y solo vivía de las pocas ocasiones que fabricaba su ariete Mario Barco, muy fallón de cara a puerta. Llevaba el descanso con empate y con pocas oportunidades para cambiar el marcador.

Gol merecido

No cambió mucho la segunda parte de la primera, si bien el conjunto celeste fue dominando más el balón, como le gusta hacer a su hermano mayor. Apareció Borja Iglesias en el partido pero demasiado lejos del área para crear peligro. Necesitaba un escudero para crear el gol y lo encontró en Juan Hernández. Primero avisó el santiagués con un disparo flojo y cruzado que no creó peligro a la meta de Edu Sousa, pero la segunda no la fallaría. Buena conducción de Brais Méndez en medio campo, filtra un inteligente pase al área para Juan Hernández y pase de la muerte para que Borja Iglesias, con mucho aplomo, colocaba el balón en el fondo de la red. Con un hombre menos, el gol hacía justicia de lo que se estaba viendo en el campo.

Intentó Luisito alentar a los suyos, pero la máquina granota no funcionaba, víctima del buen juego que combinaba el equipo vigués. Hubo una tímida reacción en el tiempo de descuento, pero con un chaparrón insulso de 4 minutos que no creó excesivo peligro, fácilmente achicado por la defensa celeste. Tres puntos que se quedan en casa y colocan al Celta b en lo alto de la clasificación y al Pontevedra en cómoda posición en mitad de tabla. Por parte del Celta destacar al goleador Borja Iglesias y a un muy activo Juan Hernández mientras que por parte de los granates Abel Suárez y el ex celeste Miguel Loureiro.