Casi un millar de aficionados cordobesistas quisieron estar junto a su equipo en el encuentro que el Córdoba CF debía disputar con el Real Murcia, en la Nueva Condomina.

Varias fueron las peñas y colectivos que organizaron viajes a tierras murcianas, con pack que incluían bus y entrada, algunas de las peñas que organizaron viaje fueron, Córdobamania, Frente Penitente, Incondicionales, Brigadas, Familia Blanquiverde, etc, además la empresa Mezquita Viajes organizó por cuenta propia el desplazamiento con dos autobuses. También fueron muchos los particulares que se desplazaron en coche hasta Murcia.

El motivo del viaje queda bien reflejado en uno de los canticos que suelen utilizar los aficionados blanquiverdes."Recorremos kilómetros, superamos obstáculos, solo por ti...Mi Córdoba!"

Desde primeras horas del día partían autobuses destino a Murcia, otros lo hacían al mediodía, en todos el ambiente era festivo y con ganas de que llegase la hora del encuentro. "Vamos a ganar" era una de las frases más repetidas entre los cordobesistas desplazados.

Una vez ya llegados al estadio pimentonero, los aficionados cordobesistas fueron ubicados en la zona habilitada para las aficiones visitantes, en la parte superior del fondo norte. A partir de ese momento y hasta el final del partido, los blanquiverdes en la grada no pararon de animar a su equipo, dando un espectáculo de animación y de apoyo a unos colores.

Ni el penalti pitado en los primeros minutos del encuentro a favor del Murcia, bajo los ánimos de la afición, que estalló de júbilo al fallar Saúl. Seguidamente otra alegría, gol de Pedro que adelantaba al Córdoba. En la segunda mitad los aficionados se recuperaron del golpe que supuso el gol del empate del Murcia, animando de nuevo a su equipo y la recompensa no tardo en llegar, con el gol de Raúl Bravo que adelantaba de nuevo al equipo de Albert Ferrer.

Los nervios desde ese momento hasta el final del partido crecían, al ver el pase a la final de los playoff más cerca, a la vez que no se paraba de animar al equipo. Ya con el pitido final se desató la locura en la zona que ocupaban los cordobesistas, que pudieron celebrar la victoria junto a los jugadores y cuerpo técnico, que por dos veces acudieron a dar las gracias a los aficionados desplazados.

Como momento destacable el canto del himno del Córdoba retumbando en la Nueva Condomina, antes de abandonar la afición el estadio.

Tras esto los desplazados emprendieron camino de vuelta a Córdoba, con fiesta y cánticos en los autobuses antes de que el cansancio y las horas de viaje hicieran mella. Con las primeras luces del alba los autobuses llegaban a Córdoba con unos aficionados, que ahora están a un solo paso de tocar la gloria y hacer realidad un sueño.