Tarde sofocante y dolorosa en El Arcángel, afición y jugadores abatidos por el ya consumado descenso a Segunda División. Con esta situación ha comparecido el técnico José Antonio Romero en rueda de prensa, y con ocho goles en el marcador visitante.

Para empezar, ha hablado del propio partido explicando que en el terreno de juego se ha quedado manifestado: "La diferencia entre el primero y el último, entre un equipo con los ánimos en alza y otros cuyos ánimos están débiles”. Romero ha sido consciente de la dificultad del encuentro y ha dado gran relevancia a la cuestión anímica. Tras el primer gol, se hace evidente "la diferencia deportiva" incidiendo de nuevo en esa diferencia clasificatoria. 

Para el último tramo de liga, Romero cree que "hay que estar unidos" para los próximos partidos y para la próxima temporada. Es necesaria esa unión que siempre ha reclamado entre jugadores, club y afición. No considera que haya que sentir verguenza y pide comprensión para sus jugadores ya que "son personas que tienen que desarrollar esta profesión con muchas adversidades en el estado emocional. Su amor propio y su orgullo intentan hacer, pero enfrente tienen esa diferencia".

Sobre la ausencia de nuevo de Ghilas en la convocatoria y la entrada de Ekeng tras muchas jornadas en el ostracismo, Romero ha afirmado ser por “motivos técnicos y para fortalecer una zona con el mapa deportivo que teníamos pendiente” . El camerunés entró en el terreno de juego para "tener fortaleza”, algo incomprensible debido al escandaloso resultado que figuraba en el marcador del estadio.

Para acabar, el entrenador blanquiverde ha valorado su situación como "difícil" ya que él "tenía lo que tenía"  y solo podía aferrase "a las matemáticas con esfuerzo y trabajo”.