Y sí, la tarde del sábado se acabó de confirmar algo que ya era una obviedad, el Córdoba era de segunda matemáticamente. Un Barcelona astronómico le endosó la fulgurante cifra de ocho goles. Y eso que los de Luís Enrique tardaron algo más de 40 minutos en hacer el primer gol, obra de Ivan Rakitic. A partir de ahí todo fue coser y cantar para los catalanes que manejaron al Córdoba como si de una marioneta se tratase.

Pero hay que sacar la parte positiva de todo esto, multitud de aficionados de la ciudad de la mezquita querían que se acabara ya esta pesadilla que estaba resultando la Liga BBVA. El periplo de los andaluces en la máxima categoría ha sido corto, pero intenso. Desde el primer partido la suerte no acompañó, más bien, la mala suerte se hizo compañera de viaje en las 35 jornadas que a día de hoy se han disputado. En pocos momentos las sensaciones fueron buenas, tanto los goles como las victorias se hacían de esperar, y la afición comenzaba a desesperarse. Solo en un tramo de la temporada, tras las dos victorias consecutivas ante el Rayo y el Granada hubo esperanzas y sensaciones positivas que hicieron pensar que el Córdoba podía ser equipo de primera división un año más.

No fue así, y volvieron a llegar una derrota tras otra, hasta el punto de que un gol del Córdoba e incluso un empate resultaba una sorpresa para todo aficionado al fútbol. Nunca se encontró un once de confianza, ni un entrenador que supiera hallarlo, o quizás fueron los jugadores los que no estuvieron a la altura. El hecho es que los blanquiverdes se apuntalaron en el último puesto de la clasificación desde muy pronto, y de ahí no se salió. A falta de tres jornadas el equipo es de segunda división, tras mostrar una pésima imagen ante el Barcelona el pasado sábado en el Nuevo Arcángel. 

Ahora le toca a la dirección deportiva hacer las cosas bien, y empezar a gestionar e ir haciendo un equipo de totales garantías que pueda volver a primera división. Se está hablando de muchos futbolístas y entrenadores, ya que pocos integrantes de la plantilla de esta campaña quedarán en el equipo, incluído el propio entrenador José Antonio Romero que no va a continuar. Más que presumiblemente los encargados de devolver a los blanquiverdes a la primera categoría serán otros. Será importante aprender de los errores cometidos esta temporada, y también que la afición del Nuevo Arcángel vuelve a creer, y sobre todo disfrutar de su equipo. 

Ha sido una temporada difícil, pero en la que se ha vuelto a disfrutar del Córdoba en los mejores estadios de España. No todo va ser negativo, se han vuelto a vivir experiencias que hacía más de 30 años que no se vivían en la capital cordobesa, se ha puesto a todo un Real Madrid contra las cuerdas, y en muchas ocasiones la afición ha creído en la salvación. Por lo cual hay más de una razón para volver a estar con los más grandes.

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