Mal partido de los pupilos de José Luis Oltra en lo que supuso la primera derrota de la temporada, en el Estadio Butarque de Leganés. Los errores defensivos condenaron a un equipo que ni estuvo ni se pareció en absolutamente a nada que al de la primera jornada, algo totalmente contrario al conjunto local dirigido por Garitano, que estuvo cómodo en todo momento y no vio peligrar el encuentro nunca.

Muy metido el Leganés desde el primer minuto

El conjunto pepinero arrancó el partido consciente de que tenían que mejorar la imagen que dieron la semana pasada ante otro equipo andaluz, la UD Almería. Esta vez fueron ellos los que llevaron el peso del partido con jugadas de banda en los pies de Alexander y Miramón, sufriendo mucho los laterales cordobesistas, sobre todo Domingo Cisma, que no estuvo metido en ningún momento del partido. 

Cuando parecía que el Leganés se hacía dueño y señor del partido aparecían atisbos de mejora en las botas del incansable Nando y la insistencia del rumano Florín Andone, pero solo fue un espejismo, porque tan solo cinco minutos después de ese intento de levantarse, en una jugada algo desafortunada y con posible fuera de juego, marcó Eizmendi, una auténtica pesadilla para la defensa rival.

Tras el gol de los de Garitano, no tuvieron más que dejarse llevar por la inercia del partido, que hacía que fueran claros dominadores del encuentro junto con unos desastrosos desajustes en la defensa blanquiverde. Y entre un error y otro, llegó el segundo gol de los locales en los pies del siempre peligroso Borja Lázaro, que solo tuvo que empujar la pelota ante la pasividad de la zaga califal. Con esto se mantuvo el marcador hasta llegar a la mitad del partido, algo que agradecieron bien los de Oltra, que necesitaban una buena charla para reaccionar tras el pitido del colegiado canario.

Jarro de agua fría y golazo de Markovic en la reanudación

Nada más empezar la segunda mitad, y sin tiempo para poder reaccionar, metía el tercero el conjunto local, esta vez el extremo Alexander, una auténtica pesadilla para la zaga cordobesista, en especial para el costado derecho defendido por Dalmau, nulo prácticamente en la totalidad del partido. Justo al marcar el tercero el Leganés, Oltra reaccionaba con cambios  metía en el terreno de juego a Carlos Caballero y Fidel por López Silva y Víctor Pérez, otro futbolista que estuvo andando durante todo el partido y que dista mucho de lo que se espera de un jugador con características para ser un auténtico líder en el verde.

Parecía que mejoraba el juego visitante y en una falta el serbio Sasa Markovic, con ayuda del portero local Serantes, hacía un auténtico golazo desde la frontal del área para colocar el 3-1 en el electrónico. El gol llegaba en un momento, no digamos bueno, sino menos malo de lo que se esperaba por la efectividad y buen juego con la que controlaba el partido el equipo dirigido por Garitano. Pero fue un mero espejismo y aunque el juego del equipo mejoraba, no lo hacía así en forma de ocasiones, y menos con resultados favorables, puesto que Serantes no tuvo mucho trabajo en toda la segunda mitad.

Final del partido y vuelta a la realidad 

Y entre jugadores andando por el cansancio, más que nada por lo que les exigieron los futbolistas locales y no por lo que ofrecieron ellos mismos, acabó un partido que debe servir para mejorar y pensar que la Liga Adelante es larga y que cualquier equipo te puede ganar. Eso sí, la nota positiva es que hay una afición incansable, que está a muerte con el equipo y que a final del partido se aplaudieron jugadores y aficionados, pensando desde ya en el domingo para ganar al Alcorcón.