El Córdoba Club de Fútbol sigue sin aprender de los errores, y ayer volvió a caer en lo que fue su tercera derrota consecutiva y la eliminación en la primera ronda de la Copa del Rey, con el final enfado de la afición blanquiverde, que empieza a perder la paciencia y con razón.

Comienzo mejor que con el Alcorcón

Aunque no era difícil, el conjunto blanquiverde comenzó bastante mejor que el pasado domingo frente a los amarillos, pero tras cinco minutos muy intensos, se diluyó como por arte de magia y a partir de ahí volvió a ser el equipo que desilusionó en Leganés. 

El mejor jugador de los locales en el comienzo del encuentro fue el onubense Fidel, que en una jugada típica suya, de manera fortuita casi hace que el jugador lucense Carlos Hernández se metiera el primer gol del partido en propia meta. Pero fue un oasis en el desierto y tras esa jugada, los califales vieron en su fragilidad defensiva, una auténtica pesadilla, que por desgracia se volvió negativa para ellos mismos.

Aunque el gol visitante no llegó hasta la segunda mitad, los de Oltra, con el peso del encuentro, no materializaron en goles las ocasiones que tenían, y ese fue un fallo que tuvieron desde el primer partido, marcando tres goles y recibiendo el doble, seis. El CD Lugo de Luis Milla, iban encontrándose cada vez mejor en el terreno de juego, algo irregular por cierto, con las contras que creaban bastante peligro en las botas del ex cordobesista Joselu, sobre todo, y Molinero. En una jugada aislada, el portero gaditano Falcón, que fue titular y eso hace pensar que el que lo haga en liga sea el ghanés Razak, salvó el primero de los gallegos en una jugada que nació, como es normal en este inicio liguero, de un error defensivo.

Así se llegó al final de la primera parte, con el cabreo general de la grada y la desilusión de ver que nada ha cambiado desde hace dos semanas.

Mal inicio y peor final

Si la primera mitad fue desesperanzadora, la segunda fue bastante peor, en cuanto a ocasiones, pero sobre todo a sensaciones. Poco tardó en ser una realidad, y en una jugada desafortunada del debutante cordobés, que volvía a casa tras un año en Alicante con el Elche, Rafa Gálvez regalaba el primer y único gol a los atacantes lucenses, en un mano a mano del ex cordobesista Joselu, que se zafó del meta rival con una calidad pasmosa.

Todo fue nerviosismo e imprecisiones en la zaga local a partir del fallo defensivo, pero Oltra no cesaba en animar a los suyos pidiéndoles mayor intensidad, algo que la afición no veía en los suyos, señalando principalmente al centrocampista Víctor Pérez, que vino para ser la referencia del equipo, y está resultando ser una de las decepciones a principio de temporada.

Poco hay que destacar en la segunda parte, en la que fue mejor el Lugo, jugando con bastante tranquilidad y pareciendo que eran ellos quienes iban perdiendo. Un posible penalti sobre De Tomás, que al menos él lo vio bastante claro, y dos sendos fallos de Pineda, a puerta vacía y en el área pequeña, fue lo que el Córdoba puso en el asador para intentar llevarse el partido. 

Terminó el partido, las esperanzas en avanzar a la siguiente ronda copera y el ánimo de los jugadores que no ven en resultados el esfuerzo que hacen en los entrenamientos. La afición empieza a impacientarse, sobre todo con Carlos González, aunque poco a poco también las culpas se irán dirigiendo a Emilio Vega y al que debe ser el capitán de este barco, que para eso se fichó, José Luis Oltra.