Partido complicado para el Córdoba CF en el Mendizorroza frente al Deportivo Alavés. Los jugadores blanquiverdes llegaban a la ciudad vasca con una racha de seis partidos sin perder pero no siempre se debe dejar todo el trabajo para la defensa.

Mismo guión que contra el Numancia

El partido parecía empezar a dominarlo el conjunto vasco, pero cada jugada que iría directa a la portería blanquiverde, se iba a encontrar con un gran Razak de nuevo. Así lo demostraría con varias paradas consecutivas, donde cualquiera al ver el balón acercarse a la portería pensaría que iba a acabar dentro.

Pero el Córdoba empezó a reaccionar y a subir poco a poco por las bandas de Fidel y Pedro Ríos, pero sería la subida de Deivid la que generaría una falta que daría pie al primer gol. Ponía Fidel el balón con mimo para mirar a todos sus compañeros esperando el centro, el cual iría al segundo palo, donde Florin Andone estaría otra vez para rematar de cabeza un gol imparable para Pacheco.

Parecía que los blanquiverdes podían hacerse dueños del partido desde el principio, pero el Alavés no es de los que se rinden. De nuevo, empezó a ahogar a los jugadores de Oltra el asedio por las bandas del equipo de Bordalás, donde encontrarían su recompensa diez minutos después con un gol de Toquero de cabeza que Razak intentó parar, pero le fue imposible por la fuerza que llevaba.

El gol no hizo otra cosa que darle más fuerza al Alavés, quien siguió yendo hacia arriba buscado el gol que los adelantase antes del descanso. Pero la defensa no iba a cometer más errores como en el gol anterior, despejando cualquier centro o cortando cualquier pase en la frontal de área.

Y entonces llegaría lo que nadie esperaba. En un contraataque, Florin corría por la banda derecha y tras levantar ponía un balón perfecto al segundo palo, donde se encontraría con su pareja de baile de esa tarde, Fidel, quien marcaría de cabeza sin darle oportunidades a Pacheco.

Llegaba así a su fin la primera parte, con un Alavés muy tocado por el segundo gol blanquiverde, y un Córdoba que sabía que tenía el partido en su mano si quería y le echaba ganas en la segunda parte. Un partido que cada vez se parecía más al último frente al Numancia.

Un partido no se puede ganar solo defendiendo

Después del descanso, el Córdoba volvió a bajar el ritmo y aquí vino el ataque vasco como un tren. Desde el principio empezó a atacar sin descanso aunque la defensa conseguía mantener a raya al equipo de Bordalás.

Pero poco a poco iba acercándose el momento que tanto esperaba el Mendizorroza, hasta que en el minuto 72 llegó Pacheco por la banda de Stankevicius con un gran regate que lo dejó solo, disparando así con fuerza contra el primer palo de Razak que ni supo reaccionar a tiempo, viendo entrar el balón en su portería.

Esto no daba otra cosa que más emoción al partido, donde el marcador se volvía a igualar pero no daba señales de que el Córdoba volviese a jugar para intentar adelantarse de nuevo. Los jugadores seguían poco a poco encerrándose más, intentando salvar un punto de la forma que fuese, mientras le mandaban balones a Andone para que pelease contra toda la defensa rival.

Y podría haber llegado en más de una ocasión el gol blanquiverde, si no fuese porque estaba demasiado solo en la delantera. Pero el que si iba a volver a llegar sería el del Alavés por su insistencia de nuevo.

Los 90 minutos se habían cumplido ya, pero con los minutos perdidos se iban a añadir cinco minutos más. Esto no hizo que añadir más tensión al partido, con encontronazos entre los jugadores y jugadas polémicas que derivaron en tarjetas amarillas, hasta que llegó el gol vasco.

Después de conseguir parar Razak un disparo fuerte desde fuera del área, el central Pelegrín iba a conseguir marcar tras el rechace con el portero ghanés en el suelo todavía. Un gol que le daba la victoria finalmente al equipo de Bordalás que había luchado mucho más que los blanquiverdes por los tres puntos.

Termina así la buena racha de seis partidos sin perder en el estadio de Mendozorroza, algo que no moverá de la segunda plaza al Córdoba pero que puede suponer tres puntos importantes perdidos al final de la temporada. Mucho trabajo para Oltra que ya veía venir esto en los partidos anteriores.