El Córdoba CF volvió a sacar su mejor versión en un partido donde recibía a un equipo que nunca ha ganado en el Nuevo Arcángel en Liga, el Nàstic. El equipo de Oltra tomó el control del partido desde los primeros minutos, y al contrario que en los últimos partidos, a pesar de ponerse por delante no se relajó y consiguió mantener la ventaja.

Primera parte de libro

Cuando los jugadores saltan al terreno de juego, lo primero en lo que piensan es en adelantar a su equipo lo antes posible. En eso tenían que estar pensando Stankevicius y Fidel, porque fueron los culpables de que, nada más empezar el partido, el Córdoba se adelantase en el marcador.

Con un saque a los que ya están más que acostumbrados los aficionados blanquiverdes, Stankevicius la ponía desde la banda en el punto de penalti, pero entre que Xisco estaba molestando y la defensa no se coordinó bien, el balón llegó a los pies de Fidel, quien no perdonó, y tras controlar el balón, perforó la portería de Manolo Reina.

Celebración del gol de Fidel

Este gol suponía un duro golpe para los catalanes que, a pesar de intentar revertir este marcardor, no conseguían dar un último pase. El Córdoba por su parte, dio un paso atrás y empezó a manejar el partido con la posesión, llevando el balón de un lado a otro tranquilamente esperando el error de los visitantes, que terminaría por llegar tras pasar la media hora de partido.

Después de recuperar el balón Stankevicius, Markovic vio al delantero rumano correr y sin ningún miedo le dio un pase de más de 40 metros. El pase no lo dejaba solo, y esto suponía tener que pelear con los dos centrales, pero Florin volvió a sacar su alma guerrera y, tras controlar el balón, consiguió irse de ambos centrales para terminar marcando un verdadero golazo.

Los primeros 45 minutos terminaban con el Nàstic apretando pero con una defensa califal increible que no iba a permitir en ningún momento perder esa ventaja de dos goles.

45 minutos para administrar la victoria

La segunda parte iba a ser algo distinta respecto a la locura que se había vivido anteriormente. El Córdoba salió con las ideas claras e hizo un fútbol de toque y de posesión para así administrar bien los segundos 45 minutos y que no hubiese ningún tipo de sorpresa.

Pero no todo iba a ser de color de rosa para los jugadores de Oltra, ya que el Nàstic de Tarragona iba a intentar acercarse en el marcador en distintas ocasiones, aunque la pobre puntería de los catalanes haría que los tiros acabasen mal.

Héctor Rodas despejando un balón

La primera iba a ser para Pablo Marí, quien tras un córner iba a rematar de cabeza pero Deivid estaba muy atento, y ante la falta de Razak, pudo sacarla en la misma línea de gol. Pero sin lugar a dudas la ocasión más clara llegaría el minuto 70.

En lo que parecía una jugada más de Marcos por la banda, la defensa desapareció repentinamente. El jugador del Nàstic puso un gran balón raso en el punto de penalti donde esperaba Xisco Muñoz para rematar casi a puerta vacía, pero la mala postura del jugador hizo que el balón fuese directo a la parte alta del Fondo Norte.

Los minutos pasaban y aunque el equipo catalán lo intentaba, la defensa conseguía sacar balones y en uno de ellos llegaría una de las últimas jugadas donde el Córdoba pudo sentenciar del todo. Tras una buena jugada individual, Markovic estrelló el balón contra el larguero, dejando así un último detalle de su calidad, pero con el 2-0 definitivo en el marcador.

Markovic se lamenta del tiro fallado

De nuevo volvía a ganar el Córdoba, asegurando así su posición en lo alto de la tabla y poniéndose en la primera posición a la espera del partido donde se enfrentará el Osasuna a otro equipo catalán, el Girona.