Porque es imposible no llegar a este partido acordándose de aquel sufrido 2006. Porque cuando un cordobesista se un Córdoba - Huesca su cabeza le hace viajar en el tiempo a uno de los momentos más felices de la historia reciente del club. Fueron unos difíciles años que terminaron ahí, y dieron paso a una larga etapa en Segunda, y que incluso nos permitió soñar durante un año con batirnos con los grandes del fútbol mundial. Por todo esto el partido del próximo domingo es una fecha marcada en rojo en el calendario de los cordobesistas. Porque es un partido especial.

Y es que tras unos duros años en la tercera categoría del fútbol español, el Córdoba al fin conseguía su objetivo y volvía a Segunda División. El camino no fue nada fácil, a pesar de contar con una de las mejores plantillas de la categoría con jugadores como Guzmán, Pineda, Asen, Pierini o Javi Moreno.

Durante gran parte de la segunda vuelta el equipo caminó con pie firme hacia las eliminatorias de ascenso manteniendo el liderato y manejando distancias considerables con el quinto clasificado. Sin embargo un finalde temporada marcado por la lesión del máximo goleador del equipo Javi Moreno hizo descender al Córdoba C.F. hasta la cuarta plaza. En las últimas jornadas incluso se temió el quedar fuera de las eliminatorias de ascenso pero el Cartagena falló en la penultima jornada y aseguró la estancia del Córdoba en las eliminatorias de ascenso.

Tras clasificarse en cuarto lugar del grupo IV, el Córdoba quedó encuadrado en el grupo A de las eliminatorias de la fase de ascenso, formado por Pontevedra (1º grupo I), Huesca (2º Grupo III), Palencia (3º Grupo II) y Córdoba (4º Grupo IV). La primera eliminatoria le enfrentó con el Pontevedra, el más duro rival posible.
La ida se cerró con un empate sin goles en El Arcángel, por lo que visitaban Galicia con la idea de que cualquier empate a goles les valdría. El comienzo del partido se puso muy feo, los locales consiguieron ponerse 2-0, pero un doblete de Asen (pichichi del grupo IV) le dio el pase a la final en la que se enfretaría al Huesca.

Fue un 17 de junio cuando se disputó el partido de ida de la segunda eliminatoria por el ascenso contra el Huesca, vencedor de la eliminatoria contra el Palencia. El Arcángel mostraba un lleno absoluto, incluso se dispuso una grada supletoria en el fondo norte (en obras) para habilitar 2.400 plazas más. Todo hacía esperar una gran fiesta del futbol amenizada por varios artistas cordobeses cantando el himno del cincuentenario a coro con el resto del público cordobesista antes del comienzo del partido. 

El Córdoba salió muy enchufado al partido y, nada más comenzar, Pierini cabeceó a la red un saque de esquina hábilmente templado al área por Arteaga. Siguieron apretando los blanquiverdes durante algunos minutos de la primera parte pero comenzaron a ceder terreno ante un Huesca perplejo por el gran ambiente del feudo cordobesista.
El Huesca empezaba a tratar bien la pelota y a intentar estirarse pero se mostraba inoperante en ataque ante la solidez de la zaga local. Por el contrario el Córdoba C.F. esperaba agazapado su oportunidad al contragolpe, con el paso de los minutos la defensa adelantada del Huesca sufría más y más para contener a los puntas cordobesistas y esta situación desencadenó el 2-0Guzmán consiguió batir al meta visitante con un sutil toque que evitaba la salida del portero, tras una cabalgada de más de 30 metros. El esférico rebasó llorando la línea de meta del Huesca.

El 24 de Junio en el Alcoraz se disputó el encuentro de vuelta de esta eliminatoria. La nada desdeñable cifra de 1.000 aficionados blanquiverdes se desplazaron hasta el estadio del Huesca para animar al Córdoba C.F.creando una gran mancha blanquiverde entre la afición oscense. El Huesca salío más metido en el partido, con afán de remontar la eliminatoria y a balón parado creaba mucho peligro. Y así fue como llegó el primer gol, a la salida de un corner el jugador azulgrana Juanjo Camacho cabeceó a gol y puso el 1-0 en el marcador.

Las dudas comenzaban de nuevo entre los aficionados blanquiverdes, pero el Córdoba que no quería verse sorprendido por un segundo gol se estiró para intentar la igualada y de nuevo a partir de un corner un remate fue desviado con la mano por el jugador Juaquin Sorribas derivando en penalti y expulsión. El penalti fue transformado por Dani devolviendo la tranquilidad a los intereses cordobesistas.
Con el empate en el marcador y un jugador menos el partido parecía visto para sentencia sin embargo el Huesca no parecía tirar la toalla y seguían intentándolo ya sin tanta claridad. Una vez hizo mella el cansancio en el equipo azulgrana, el Córdoba pudo matar el partido e incluso se permitió el lujo de errar un penalti bien detenido por el porteno oscense.
Finalmente el ascenso se consumaba, el ascenso era un hecho y Córdoba era de Segunda.

Al día siguiente cien mil cordobeses y cordobesistas se echaron a la calle para recibir a los héroes del ascenso. Posteriormente asistieron a la celebración que tuvo lugar en la mítica plaza de las Tendillas. Con una gran fiesta de luz y sonido, fueron subiendo uno a uno los jugadores, cada uno con un cántico y se repetía por toda la ciudad.
El capitán Pierini y Javi Moreno subieron al caballo que corona la plaza ayudados por una grúa, coronando así una de las grandes fiestas del deporte cordobés.