En las últimas décadas, el Córdoba ha vivido años convulsos e irregulares, años de regularidad en Segunda División pero las dos últimas temporadas han sido un punto aparte. Un ascenso a Primera División, la mejor temporada reciente del club seguida de una temporada para el olvido, el descenso a Segunda División. Y ambas temporadas las ha vivido, por suerte o por desgracia, Eduard Campabadal. Sin pena ni gloria, el lateral derecho ha tenido la oportunidad de vivir en primera persona ambas etapas en el Córdoba Club de Fútbol. 

El jugador del Mallorca se formó en las categorías inferiores del FC Barcelona y jugó con la selección española en las categorías sub-17 y sub-18. Como lateral formado en La Masía, destaca por su labor ofensiva y por su gusto por sumarse en las acciones ofensivas. Como ya han hecho jugadores de la talla de Cesc Fábregas, Gerard Piqué o recientemente Héctor Bellerín, Eduard Campabadal decidió apostar por un futuro en Inglaterra, concretamente en el Wigan Athletic. Tras ver nubloso su futuro en el club catalán, el lateral derecho optó por formarse en un fútbol más directo y más intenso. Algunos jugadores triunfan y a otros les cuesta más adaptarse. Sin apenas oportunidades, decide volver a España y el Córdoba se cruza en su camino. Tenía en sus botas la posibilidad de retomar la opción de triunfar.

Etapa blanquiverde

Tras una temporada nefasta, el Córdoba vuelve a tener entre ceja y ceja el objetivo de ascender a Primera División y la juventud tiene un papel importante. Pablo Villa, entrenador del filial, coge las riendas y reúne a jugadores veteranos y jóvenes como Bernardo, Fran Cruz, Ulises Dávila o el propio Campabadal. El lateral derecho llegó avalado por el segundo entrenador, Luis Carrión, que lo tenía ojeado de su etapa en el Espanyol. 

Quién le iba a decir al futbolista que lograría ascender, y así fue. No tuvo un enorme protagonismo, la llegada de Gunino lo eclipsó pese a que llegó a asentarse en el puesto. Campabadal y Gunino ocuparían el lateral diestro del equipo cordobés en Primera. Tras 17 partidos en Segunda, solo jugaría 14 partidos en Primera. A pesar de ello, tuvo un papel mucho más protagonista que en Segunda. 

No es un jugador que destaque por su calidad con el balón en los pies, posee muchas debilidades defensivas pero se trata de un lateral muy intenso, ofensivo, veloz y con cierta capacidad de desborde. No es muy coordinado y sin la ayuda de las coberturas y de los medios el lateral sería un enorme pasillo para el rival. De hecho, tuvo la mayor continuidad en la mejor etapa del equipo en la categoría, en la cual encadenó buenos resultados. Djukic depositó su confianza en Campabadal pero su trayectoria fue de la mano de la del equipo. Tras el descenso, el jugador decidió no continuar y abrir una nueva etapa.

Llegada a Mallorca

Tras la decisión de dar un paso al lado y buscar nuevos desafíos, Chapi Ferrer, ex entrenador suyo en el Córdoba, llamó a su puerta y el jugador no lo dudó un segundo. El Mallorca cumple 100 años y se ha marcado como objetivo el ascenso, igual que muchos equipos de la categoría que sueñan con dar el salto. Es significativo el dato, Campabadal lleva disputados 19 partidos a estas alturas, más que en sus temporadas de blanquiverde. Ha jugado de lateral pero también de mediocentro al estilo Lahm, salvando las enormes distancias. Con la destitución de Ferrer, el jugador ha perdido un valedor importante pero el actual entrenador le conoce de la misma forma y ha optado por él. Ahora regresa a Córdoba, a El Arcángel, a la que fue su casa, donde vivió el ascenso y donde lloró con el descenso. Seguro que intentará por todos los medios tener una vuelta emotiva y alegre, en el aire queda el recibimiento de la afición.