La primera vuelta del Córdoba y la segunda vuelta son completamente diferentes, parece como si las hubiesen jugados equipos enteramente distintos. Mismos jugadores, mismos conceptos, aparentemente mismo físico y, por supuesto, mismo entrenador. El equipo era tremendamente goleador, sacaba los partidos adelante con una facilidad pasmosa, muchas veces sin merecerlo, gracias a su enorme pegada sacada a relucir mediante Florin Andone y Fidel Chaves. Ayudados por sus compañeros, y gracias a la buena organizacion defensiva, el equipo blanquiverde superaba a sus rivales con unas cuantas llegadas peligrosas que acababan en gol. 

Una de esas características o ventajas con respecto al resto de los rivales, directos y no tan directos, era ese orden y esa seguridad defensiva que mostraba el conjunto andaluz y que les hacía ser un equipo difícil de batir. 7 partidos en la primera vuelta logró el equipo dirigido por Oltra mantener la portería a cero, todos esos encuentros con victoria menos un empate a cero en Pamplona. Además, aquellos partidos en los que encajaba algún tanto lograba marcar los goles suficientes para llevarse los tres puntos o conseguir un empate. Gran parte del mérito lo tenían Razak y sus cuatro defensas, por lo general Cisma, Deivid, Rodas y Stankevicius. 

Sin embargo, a la vuelta de Navidad, con las pilas cargadas para afrontar la segunda parte de la temporada que otorgaría el placer de estar arriba a aquellos equipos merecedores de ello, el Córdoba ha ofrecido una imagen que dista mucho de ese distintivo y merecimiento. Nueve partidos se han disputado en la segunda vuelta y en los nueve ha recibido goles en contra el Córdoba. Valladolid, Leganés, Osasuna, Zaragoza y Lugo han conseguido llevarse los tres puntos de El Arcángel anotando más goles que los blanquiverdes, además con muy poca resistencia. Tan solo los vallisoletanos lo han logrado fuera de Córdoba, siendo los cuatro restantes anteriormente mencionados ganadores en la ciudad califal. Alcorcón, Ponferradina, Bilbao Athletic y Numancia también han conseguido batir a Razak o Falcón, todos en su respectivos estadios, sin lograr ninguno llevarse los tres puntos. Tan solo el Alcorcón pudo puntuar anotando tres goles para el total de 3-3 en el marcador. 

En definitiva, tras la victoria en Almería que daba por finalizada la primera vuelta, el Córdoba lleva nueve partidos disputados en esta segunda mitad y en los nueve ha encajado algún gol. Esta tremenda fragilidad defensiva tiene gran culpa de los resultados del equipo y de sus malas sensaciones, sobre todo en El Arcángel. Si el Córdoba quiere asentarse en la parte de arriba y ascender debe empezar por hacerse fuerte atrás y convertir su estadio en un fortín