Se las prometía muy felices el señor José Luis Oltra por aquellos meses de octubre, noviembre y diciembre durante los cuales copaba los puestos más altos de la clasificación y conseguía puntos y goles con la misma facilidad que repetía una y otra vez, hasta la saciedad, su amado sistema del 4-4-2.

Sin embargo, se ve que los Reyes Magos no estaban de acuerdo con los resultados (hasta cierto punto inmerecidos) que estaba obteniendo el Córdoba y decidió regalarles carbón por Navidad. En la segunda vuelta se truncó todo...

Y es que desde que dio comienzo la segunda mitad de campaña todo ha salido mal. Anteriormente, los de Oltra ya no gozaban de una gran defensa (llegaron a ser líderes siendo el quinto equipo más goleado), pero los cracks que atesoran en la zona ofensiva siempre acababan resolviendo la papeleta en favor de los blanquiverdes. En cambio, en estos últimos tres meses esta dinámica cambió: Florin dejó de estar tocado por una varita, Fidel despareció, Xisco no daba la talla... Y a todos estos nuevos factores había que sumar el ya sabido problema endémico en defensa que padecía el Córdoba y que, con más de 5 millones de euros en caja, el presidente de la entidad, Carlos González, decidió no subsanar en el mercado invernal.

Y estos problemas conllevaron sus respectivos nefastos resultados. Un equipo que ataca mal y defiende peor aún, a nadie le puede extrañar que se encuentre en los puestos de descenso de la segunda vuelta. También cabe destacar la poca personalidad del equipo, tanto de los jugadores como del cuerpo técnico encabezado por José Luis Oltra, que les ha llevado a ser incapaces de dominar sus partidos en casa (a pesar del espectacular apoyo que recibe de la afición del Arcángel), y ya acumulan 5 derrotas consecutivas como local.

Con todo, la junta directiva parece tener clara la decisión de mantener al frente de la entidad cordobesa al actual técnico, contando con el apoyo de la plantilla como así mostraron ante la prensa tras la derrota ante el Alavés, hombres importantes como Luso o Caballero.

A pesar de todo esto, lo que si que está claro es que el Córdoba no se puede permitir seguir perdiendo un partido tras otro mientras ve alejarse sus opciones de ascenso, por lo que no debe de tardar mucho José Luis Oltra en enderezar el rumbo de este barco a la deriva si no quiere ver el desenlace de la temporada desde la comodidad de su hogar...