El Córdoba consiguió su único objetivo ante el Huesca: ganar. Era un partido fundamental y a José Luis Oltra no le importaba el cómo ni el quién, solo le importaba hacerse con los tres puntos al fin del encuentro. Y lo consiguió. Sin embargo, de no haber sido por las numerosas ocasiones marradas por un Huesca totalmente desacertado, los goles de Xisco y de Florin, bien se podían haber quedado en nada.

Tras numerosas jornadas seguidas probando con diferentes variantes tácticas (ninguna de ellas con buen resultado), Oltra decidió retomar el plan de sus inicios, cuando consiguieron ganar muchos partidos basándose en una eficaz defensa y en la suerte de sus atacantes de cara al gol, volvió al 4-4-2 con las líneas muy juntas y buscando las contras de sus jugadores ofensivos.

La tensión inicial era inevitable

El comienzo del encuentro fue muy lento y muy poco espectacular. Anquela y Oltra fueron dos boxeadores con miedo a su rival, que solo trataron de defenderse en los primeros minutos de la contienda. Esta inseguridad era comprensible en ambos conjuntos pues el Córdoba se encontraba como el peor equipo en la segunda vuelta con solo dos victorias, mientras que el Huesca coqueteaba con unos puestos de descenso que tanto miedo imprimen en sus protagonistas.

Muchos piques y poco fútbol se vieron en los primeros veinte minutos de encuentro, hubo más amarillas por diversas acciones bruscas que ocasiones de gol.

Fue entones cuando el extremo del Huesca, Machís, no pudo empujar a la red un gran centro lateral de González. A partir de ese instante, se abrió la lata de las ocasiones y el partido cambió completamente. El Córdoba le cedía el balón al Huesca en busca de un contragolpe de Florin que les adelantase en el marcador, aunque no desaprovechaban las oportunidades de generar ocasiones en base a la posesión del balón.

Xisco abrió la lata

Se veía venir. Tras varios minutos en los que los blanquiverdes asediaron el área de Leo Franco creando peligro, finalmente llegó el gol que adelantó al Córdoba (0-1) en el 35'. Y fue Xisco quien se aprovechó de una mala salida de Leo Franco para rematar a placer un córner muy cerrado de Fidel.

No dudó Anquela en pedir una marcha más a los suyos, y los diez minutos restantes de primera mitad fueron de total dominio oscense. Sin embargo, no encontraron el premio que sí consiguió el Córdoba y se llegó al descanso con la victoria del Córdoba por la mínima.

Comienzo fulgurante de la segunda mitad

La segunda parte comenzaba con una acción que fue la tónica habitual durante buena parte del encuentro, Machís yéndose de Stankevicius y generando peligro desde su banda izquierda. En esta ocasión, cuando el cedido por el Granada se internó en el área, pegado a la línea de fondo, tuvo que acudir Héctor Rodas para realizar la cobertura a Stankevicius. El central despejó el balón, pero a su vez derribó al extremo del Huesca. Se pidió penalti y probablemente lo fuese, pero el colegiado no lo vio así.

Pero no fue esta la única oportinidad de poner las tablas que tuvo el Huesca al comienzo de la segunda parte. Minutos después del posible penalti, González se precipitó chutando con mucha potencia a la media vuelta tras un gran pase picado de Aguilera que le dejó solo en el área pequeña. Su disparo se fue por encima de la meta de Razak, y bien lo lamentaría el Huesca.

Tras esas dos claras oportunidades, fue el Córdoba quien sumó un nuevo tanto al marcador. Aprovechando un nuevo error del Huesca, esta vez en la salida del balón, Pedro Ríos le puso en bandeja el gol a Florin Andone con su gran centro lateral, y el rumano no perdonó en el 53'. Definió con calma y maestría el internacional por Rumanía, colocando el 0-2 en el marcador.

Florin Andone dio la puntilla al encuentro

Tras el segundo gol del Córdoba, los de Oltra no cesaron en su búsqueda del gol y asediaron la meta defendida por Leo Franco y muy cerca estuvieron de conseguirlo, pero unos dudosos fueras de juego señalados sobre Florin Andone lo impidieron.

Dos goles por debajo en el marcador, los oscenses trataron de remontar el partido con todas sus cartas. Fue Anquela quien dio el primer paso para esta reacción con un cambio muy ofensivo: introdujo a un delantero (Figueroa) en lugar de un defensa (Nagore). Volcado al ataque tras pasar los minutos de presión cordobesista, el Huesca volvía a generar mucho peligro.

Machís estaba siendo el mejor jugador y el más peligroso, incluso generó un gol anulado a Figueroa, pero fue sustituido inexplicablemente por Anquela. Su lugar como principal protagonista ofensivo lo tomó el recién entrado Figueroa, quien tuvo varias buenas acciones que estuvieron cerca de acortar distancias. Sin embargo, la ineficacia ofensiva en el Huesca era evidente y, ocasión fallada tras ocasión fallada, dejaban escapar cualquier posibilidad de llevarse algún punto de este Huesca-Córdoba.

Al fin una victoria

Finalmente, solo unas molestias musculares de Florin (posteriormente sustituido a dos minutos del final), inquietaron a los de Oltra. Los blanquiverdes recuperan la senda de la victoria que parecían ya tener olvidada. Con esta victoria, el Córdoba se acerca aún más los puestos de promoción de ascenso con sus 51 puntos (a solo uno del Alcorcón, sexto clasificado).

Por su parte, esta nueva derrota del Huesca (36 puntos) le hace caer a la 19ª plaza, siendo superado por un Almería que, con su victoria, les introduce en los puestos de descenso.