Partido de entre semana en esta jornada 40ª de la Liga Adelante donde el Córdoba iba a viajar hasta Miranda de Ebro para buscar dormir en las posiciones de playoff frente a un rival que no tenía mucho que jugarse pero que quería dar una nueva alegría a sus aficionados.

Como viene siendo habitual en Anduva, el encuentro comenzaría con una velocidad vertiginosa, donde ambos equipos iban a buscar las porterías de Raúl y Razak. Toda esta intensidad tan temprana se vería reflejada en Florin Andone, quien tendría una gran ocasión tras luchar con la defensa el solo y casi conseguir marcar.

El Mirandés estaba consiguiendo imponer su ritmo y su estilo se fue convirtiendo en lo único que se podía observar sobre el césped, donde la defensa blanquiverde iba a tener un protagonismo enorme.

El peligro llegaría en todo momento por la banda de Álex García, quien parecía querer poner a prueba en todo momento a Stankevicius, pero el lituano no se iba a achicar y conseguiría mantener alejado del área de Razak al extremo, y cuando no era así, Markovic y Luso estaban para echar una mano.

Pero si alguien iba a destacar durante todo este dominio de 45 minutos era Bijimine. El central fue de los más seguro ante la insistencia del Mirandés sobre la portería de Razak. Cortaba balones, lideraba la defensa pese a su juventud y escuchaba a los más veteranos para seguir realizando de la mejor manera posible su labor.

El final de la primera parte se aproximaba y sería entonces cuando el Córdoba reaccionaría. Tanta intensidad iba a pasarle factura al final al Mirandés y eso lo aprovecharía el equipo de Oltra. Tres jugadas en los últimos minutos podían haber adelantado a los andaluces, pero Raúl iba a estar muy seguro y no dejaría que entrase ningún balón en su portería.

La paciencia surtió efecto

La segunda mitad empezaría con un cambio que la gente tal vez no podría entender pero que Oltra sabía que surtiría efecto. La entrada de Víctor Pérez quitaba a un delantero pero iba a dar más dominio en el centro del campo al Córdoba, algo que se haría notar desde el primer minuto.

Todo este control empezaría a dar sus resultados y se vería reflejado finalmente en el primer gol del Córdoba. El balón estaba siendo muy circulado entre los jugadores y, en una de esas jugadas, Fidel recibiría el esférico y conseguiría marcar con un gran zurdazo a la derecha de Raúl.

Este gol no haría otra cosa que minar la moral del equipo de Miranda de Ebro ,que veía que no surtía efecto su juego y se adelantaban los andaluces.

De repente, el Córdoba volvería a ceder el control del balón y esperaría muy seguro atrás al conjunto de Terrazas, que intentaba llegar al área de Razak sin ideas y no conseguía volver al juego seguro que desarrolló durante la primera mitad.

Con todo esto, los blanquiverdes empezaron a salir al contraataque con mucho peligro, intentando sacar el segundo gol así o en algún saque de esquina. Y sería de esta última manera como llegaría la sentencia de Domingo Cisma, quien aprovecharía un rechace del centro de Fidel para empujarla de cabeza.

El encuentro llegaba así al final con un Mirandés desesperado y sin ideas, y con un Córdoba muy seguro atrás que seguiría realizando la misma estrategia. Hasta que antes de que pitará el final el colegiado, Raúl de Tomás pediría tirar una falta y tras darle con el brazo Kijera, entraría en la portería.

Segunda victoria consecutiva del Córdoba en estas últimas jornadas de la Liga Adelante, que le permitirá dormir en los puestos de playoff y le hará estar muy pendientes de que ocurre el jueves, aunque pensando ya en el duelo frente al RCD Mallorca del próximo domingo.