Entre el partido de ida disputado el pasado jueves y la vuelta de las semifinales de esta fase de ascenso transcurrirán tres días de espera por parte de aficionados y jugadores, una espera que se hará infinita y en la cual empezarán todo tipo de cuentas y cábalas para imaginar a su equipo como el vencedor al final de los 90 minutos en Montilivi. En el cómputo general, de momento, el Córdoba es el que parte con ventaja tras vencer en su estadio por 2-1 al equipo catalán pero eso no significa que cuenta con muchas más posibilidades de alcanzar la gloria. No obstante, para los aficionados blanquiverdes, esta situación es más que favorable teniendo en cuenta los resultados de años anteriores

En la temporada 2011-12, el Córdoba no pudo pasar del empate a cero en su estadio frente a un gran Valladolid e idéntico resultado obtuvo dos temporadas después contra Murcia y Las Palmas. De hecho, hasta este año, el Córdoba no había logrado anotar en su estadio en una eliminatoria de ascenso a Primera. En aquellos años, le valía cualquier victoria o un empate con goles. En 2012, el equipo salió derrotado de Pucela por 3-0 diciendo adiós así a toda posibilidad de ascender. Dos años más tarde fue diferente. El equipo de Ferrer venció 1-2 al Murcia y en la final el tanto de Uli Dávila puso el 1-1 en el marcador y otorgó una plaza en Primera al Córdoba. 

Esta vez, los cordobesistas esperan sufrir menos que en años anteriores, pero se antoja complicado que sea una clasificación tranquila u holgada. Con el temprano 2-0 en el marcador, con doblete de Xisco, los aficionados vieron la opción de vivir una eliminatoria tranquila y relajada pero el tanto del Girona antes del descanso cambió por completo los planes. Con ese 2-0, al Córdoba le valía cualquier empate, cualquier victoria e incluso perder por 1-0. Sin embargo, el gol anotado por Cristian Herrera cambió todo. Así, el Córdoba pasaría con los siguientes resultados

  • Victoria: cualquier resultado favorable para el Córdoba le da la clasificación a los andaluces al contar con una renta a su favor del partido de ida. Ya ganó en el partido de liga regular pero el Girona es muy fiable en su estadio y hace difícil pensar en esta posibilidad.
  • Empate: todos los empates el valen al Córdoba. Por el hecho de ir ya por encima en la eliminatoria, cualquier empate a goles seguiría poniendo al conjunto cordobés por delante. El 0-0 inicial les vale pero jugar con el empate es muy peligroso teniendo en cuenta que un gol del Girona te elimina.
  • 2-1: este resultado mandaría el partido a la prórroga y aquel que lograse meter un gol sería el vencedor del choque pues el empate favorece al Córdoba y un 3-1 al Girona.

Por otra parte, cualquier victoria del Girona diferente al 2-1 otorgaría la plaza en la final al equipo local. Por ello, el resultado no es del todo malo para el equipo de Machín tras haber conseguido un gol fuera de casa. Eso sí, el Girona no tiene más opción que salir a ganar mientras el Córdoba tiene la posibilidades de jugar con el resultado y afrontar el encuentro de una manera o de otra según el transcurso del partido. Habiendo analizado todas las opciones, se puede concluir que el Córdoba pasa con dos de las tres opciones (empate o victoria) mientras que al Girona solo le vale ganar. Sí es importante resaltar que al haber quedado por delante en la clasificación, el Girona pasaría en caso de 2-1 al final de la prórroga sin la necesidad de ir a penaltis, variable que el Córdoba debe tener en cuenta pues juega en su contra.