EL UCAM Murcia puso en el verde un once revolucionario, con hasta cinco variaciones con respecto a su debut en la categoría, mientras Oltra optaba por la continuidad en sus filas, con los mismos jugadores que se enfrentaron al Tenerife en el Nuevo Arcángel. 

El conjunto murciano parecía dispuesto a enmendar sus errores defensivos de la primera jornada, aplicándose con cierta dureza contra los blanquiverdes en los primeros compases del partido. Mientras el Córdoba optaba por usar el carril derecho en la mayoría de sus ataques, los defensores Guichón y Góngora segaban una y otra vez los intentos cordobesistas. Pese a todo, un activo Pedro Ríos pudo poner algún centro que en la mayoría de los casos se resolvieron sin demasiado peligro para la meta del conjunto universitario, defendida por Biel Ribas. 

En este primer acto el Córdoba apenas dispuso de un par de ocasiones, destacando un centro en una falta lateral servido por Juli que a punto estuvo Alfaro de rematar a la red. Apenas unos minutos después el propio Alfaro dispuso de una nueva ocasión con un disparo cruzando que se paseó por delante de la meta murciana. Por su parte, los universitarios se limitaban a intentar jugar balones largos al excordobesista Natalio, su hombre más adelantado, demasiado solo en las ocasiones en las que dispuso como para poder inquietar la meta cordobesista.

Todo cambia tras el descanso

El Córdoba pareció salir de los vestuarios mucho mejor que en el arranque, sobre todo gracias a una estética jugada combinativa entre Pedro Ríos y Rodri, que finalmente terminó rematando en vaselina Juli, con un inmenso Biel Ribas despejando en última instancia un balón que parecía gol seguro. El UCAM Murcia pareció contagiarse del ímpetu cordobesista y apenas un minutos después Natalio dispuso de una ocasión inmejorable, tras un fallo de la defensa blanquiverde, plantándose solo ante un Kieszek que finalmente pudo atajar el balón tras su disparo. El intercambio de golpes continuó de la mano de Juli, que apenas unos instantes después volvía a poner a prueba a Biel Ribas con un nuevo disparo. 

Hubo que esperar hasta el minuto 70 para volver a ver peligro en las áreas, con una jugada del recién ingresado Tito que con un pase en profundidad para Imaz puso en dificultades a la zaga blanquiverde, aunque finalmente Antoñito pudo despejar barriendo el balón en el área con una entrada bien medida. Poco después eL UCAM Murcia se adelantaba de la forma más inesperada posible con un gol olímpico de Góngora, que gracias a un efecto imposible del balón logró perforar la meta de un desolado Kieszek.

Los parámetros del partido parecían aliarse con el recién fichado Piovaccari, que ingresó en el campo gracias a un cambio de sistema de Oltra, jugando a partir de ese momento con dos delanteros en un descarado intento por buscar del empate. El UCAM Murcia por su parte se limitaba a achicar agua de su área ante un desdibujado cuadro blanquiverde, que incapaz de aproximarse con verdadero peligro al área rival, se encontraba siempre con una pierna rival dispuesta a despejar. 

Finalmente, y de la mano del recién ingresado Caballero, el Córdoba comenzó a mover el balón con más criterio hasta que un centro medido de Antoñito llegó a  Luso que, con un ajustado remate de cabeza, ponía la igualada en el marcador ante un desesperado Biel Ribas que a punto estuvo de despejar el balón. 

Empate y gracias en un partido eminentemente insulso, con algunos destellos puntuales por parte de ambos equipo, que sirve al UCAM para mejorar su imagen ofrecida ante el Zaragoza y al Córdoba para seguir sumando en un nuevo intento por asaltar la primera división.