Con el cuchillo entre los dientes recibió el Deportivo al Alavés tras los resultados favorables que se acontecieron esta semana y que ponían el liderato a tiro de los gallegos. Sabedor de la importancia del choque, Fernando Vázquez apostaba, por primera vez en la temporada, por la inclusión de Luis Fernández y Borja Bastón para formar un 4-4-2. El Alavés, por su parte, acusado por la mala situación en la tabla, decidió destituir al que era su entrenador hasta el momento, Natxo González, para incorporar al lucense Juan Carlos Mandiá. Tras el pobre bagaje dominador del partido ante el Lugo en cuanto a posesión se refiere y espoleado por los cambios tácticos introducidos por Fernando Vázquez, el Deportivo saltó al césped de Riazor dispuesto a controlar el partido de principio a fin.

En los primeros compases del encuentro se pudo ver a un Juan Domínguez muy participativo, aprovechando la posición en la banda izquierda de Culio, el cual tras 17 jornadas se reafirma como el capitán general del conjunto blanquiazul. Un tímido disparo del ‘Pichichi’ de Segunda División, Borja Viguera, que atrapó Lux sin problema alguno y una posible mano en el área vitoriana a remate de Juan Carlos fueron las dos acciones más destacadas en el transcurso de los primeros quince minutos. El joven coruñés, novedad en el once del técnico deportivista, no estaba comenzando el choque con buen pie tras dos pérdidas de balón que cesaron sendos ataques herculinos.

Dominio blanquiazul

Un Alavés, maniatado por el control del esférico de los de Fernando Vázquez, no creaba peligro en ataque, en el que Ion Vélez y Borja Viguera naufragaban a cada tentativa ante Insua y Marchena. El Deportivo era superior en posesión de balón pero inofensivo a la hora de elaborar acciones ofensivas, las cuales pasaban por las botas de Luis Fernández y Borja Bastón, la pareja inédita. Transcurrida la primera media hora, Culio, omnipresente, visualizó el desmarque por la banda izquierda de Luisinho para que este mandara un centro raso, fuerte y al segundo palo hacia Juan Carlos, para que remachara a la red sin contemplaciones y pusiera el 1-0 en el electrónico. El Deportivo era en esos instantes líder de la Liga Adelante, aprovechándose de un Alavés inofensivo en el que su única baza se llamaba Borja Viguera.

Tras un comienzo titubeante, Juan Carlos, crecido con el gol, intentaba una vaselina ante Goitia que se marchó fuera por pocos centímetros. Quizás pecó de egoísmo, ya que Luis Fernández se encontraba en una posición favorable para el remate. Con este resultado se llegaba al descanso. El Deportivo, muy superior al rival, dominaba y convencía en su segundo partido consecutivo como local en Riazor.

Cambio de guión tras el descanso

Con la hinchada de Riazor aún volviendo a sus asientos, Juan Domínguez tiraba un pase a la espalda del central vitoriano para que Borja Bastón cruzara ante la salida de Goitia para poner el 2-0. El de Pontedeume, a debate en las últimas jornadas, estaba cuajando una actuación sensacional, y acto seguido, haciendo que el espíritu de Juan Carlos Valerón volviese al terreno de juego, telegrafiaba un pase a Luis Fernández, que solo ante Goitia enviaba desviado. El Deportivo quería sentenciar el encuentro con un tercer tanto. Sin embargo, en un córner a favor del Alavés, un riguroso agarrón de Culio hacía que González Fuertes señalara el punto de penalti. Borja Viguera no fallaba desde los once metros y recortaba distancias para el conjunto vitoriano. El susto no iba a acabar ahí. Jarosik conectaba el cabezazo en otro saque de esquina y Lux voló para impedir el gol, lo que a la postre fue una actuación decisiva para el devenir del encuentro.

Como si de una partida de ajedrez se tratara, Fernando Vázquez movió ficha para fortalecer la zaga coruñesa dando entrada a Kaká por Borja Bastón, para formar una defensa de tres centrales. El Deportivo concedió el cuero al Alavés, convencido en lograr la igualada y dispuestos a sacar petróleo de cualquier jugada aislada o a balón parado, aprovechando la envergadura de hombre de la talla de Ion Vélez o Jarosik. Finalmente no se movió el marcador y el Deportivo consigue tres puntos valiosísimos que le sitúan de nuevo como líder en solitario a dos puntos del Recreativo de Huelva. La siguiente cita tendrá lugar el próximo domingo, día 15, en horario matinal, ante un Eibar que pelea por estar en puestos de playoff.