Sutiles son los vínculos herculino-pimentoneros en el Planeta Fútbol. Poco numerosas son las batallas libradas entre Real Club Deportivo y Real Murcia en un terreno de juego (un total de 33 encuentros oficiales) y poco transcendentes, ya que diferentes fueron las trayectorias entre ambos en los últimos tiempos desde el recordado enfrentamiento de la última jornada de la 90-91 en Segunda, cuando prende Preferencia y Stojadinovic incendia Riazor. Para los rebuscados, un golazo de Manuel Pablo en la Vieja Condomina en 2003, su segundo de los tres anotados por el canario como deportivista hasta la fecha.

Pero si escasos y casi olvidados son los intercambios de golpes entre los dos conjuntos, curiosos y un tanto esperpénticos son algunos contactos entre Clubes y casi meramente anecdótico el paso de futbolistas de la tierra del Segura por el conjunto coruñés.

Acciari, lo que pudo haber sido y no fue

De todos es sabido lo que ocurría cuando para Augusto un futbolista pasaba de ser una opción para convertirse en un objeto de deseo. Tras algunos fetiches adquiridos (Munitis, Luque, Makaay o el Rombo Mágico de Wanderlei Luxemburgo entre otros),  existen anhelos del antiguo mandatario que nunca se vistieron de blanquiazul.

Uno de los últimos y más curiosos guarda relación con el próximo rival del Deportivo. Anunciado como único refuerzo para la temporada 2004-2005, inicio del fin de los grandes momentos y comienzo visible de la crisis institucional y económica,  Jose Luis Acciari (San Miguel, Argentina, 1978) sería el elegido por el club para acompañar a Mauro Silva y Duscher en un mediocampo con tendencia a poblarse con Irureta. Caracterizado por su raza, capacidad de trabajo y experiencia, el futbolista argentino y la entidad murciana se ligan de palabra con el Deportivo en una operación cercana a los 3 millones de euros, operación que nunca se llegaría a cerrar en teoría por la implicación de un cuarto sujeto, el menor de los Helguera, que da la negativa al club murciano a última hora para sustituir al Loco. El fichaje no fructifica esa temporada y se queda en el punto de mira para la siguiente, pero de nuevo los contactos se diluyen. “No se cuando, pero lo será” fueron las palabras que denostaban una pretensión no materializada. Córdoba primero y Alicante después fueron los destinos para un Eterno Acciari que el próximo domingo se mide a lo que pudo haber sido y no fue, de nuevo vestido de rojillo.

Mista y Juanmi, cortas y dispares adopciones

Los que sí finalmente se concretaron no arribaron a Riazor directamente del Real Murcia pero sí forman parte de los frágiles vínculos al comienzo mencionados, al ser murcianos de cuna y coruñeses de corta adopción.

Miguel Ángel Ferrer García, más conocido como Mista (Caravaca de la Cruz, 1978), estrena la máxima “Llego al Deportivo para demostrarme a mí mismo que todavía soy futbolista”,  luego repetida por otros compañeros de oficio en la Plaza de Pontevedra. Pero para que un futbolista se reivindique y haga resurgir oportunismo, físico y Pichichis nacionales, necesita disfrutar y ganarse minutos. Un total de 827 en la 2008-2009 entre Liga y Europa League y una suma de 487 en la 2009-2010 solamente en Liga, hacen caer en el olvido e incluso en la sorna a un futbolista que finalmente necesitó de un vuelo transoceánico a la MLS para reivindicarse con únicamente dos goles en la maleta.

Más corto pero bastante más intenso resulta el periplo coruñés de otro paisano del Popeye. Contratado inicialmente para cubrir portería en la temporada 2002-2003, Juan Miguel García Inglés Juanmi (Cartagena, 1971), culminaría en el Deportivo puede que una de sus más completas temporadas como profesional. El motivo es amargo para cualquier deportista, ya no una lesión de un compañero sino una dura enfermedad del mejor José Francisco Molina que se recuerda, hace que el valenciano deje paso momentáneo al murciano en la portería en esa temporada tanto en Liga como en Champions League, lo mismo que en su única aparición como internacional absoluto en Polonia en el 2000.

Presencias en victorias frente a Barcelona en Riazor y Nou Camp, goleadas al Celta, compañero de Makaay y Valerón en el histórico triunfo en el Olímpico de Munich, espectador de lujo en una conquista con escuadrazo de Tristán en San Siro, víctima de Van Nistelrooy en Old Trafford. 10 partidos completos en la máxima competición continental y 27 en Liga. Grandes momentos y grandes batallas.

Esperemos que esta sea la línea que refuerce los lazos herculino-pimentoneros. Por ahora gol y victoria de Toché, primer murciano de la era moderna, en su debut como deportivista. Que así sea.