El Deportivo perdió una importante oportunidad de aumentar la distancia con la zona de promoción, por sendas derrotas de Recreativo y Sporting, tras no lograr vencer a un filial barcelonista que intentó imponer su estilo de juego basado en el toque aunque sin muchos resultados. Esto, juntado con la defensa de cinco hombres sacada por Fernando Vázquez, no convirtió al partido en un espectáculo de claras ocasiones de gol.

En una primera parte marcada por el trabajo de presión de los deportivistas en cada salida de balón comenzada por el portero Masip, la dinámica resultó basarse en un proceso del Barcelona para asentar su juego y lentamente buscar la ocasión clave para adelantarse en el marcador; pero el buen trabajo físico de los locales impidió que esa estrategia diese sus frutos, a su vez encontrando tímidos intentos de inquietar a Masip con algunos tiros a puerta, todos bien bloqueados por el guardameta visitante.

Así, con este guión, los primeros cuarenta y cinco minutos solo ofrecieron tres oportunidades mínimamente peligrosas: Patric primero para el Barça B con un buen disparo cercano al primer palo de Lux que éste envió a saque de esquina, y para el Deportivo un tiro cruzado de Juan Carlos y una chilena de Toché, ambas desviadas a la izquierda de la portería del meta catalán. A continuación, el pitido que indicaba el descanso dejó paso a un manifiesto descontento de la afición de Riazor por el juego de su equipo, muy conservador.

Al transcurrir los quince minutos reglamentarios de descanso, el guión del encuentro resultó inclinarse un poco más hacia el lado local, con unos acercamientos algo más frecuentes por parte de los hombres de Vázquez. Bryan Rabello, el chileno cedido por el Sevilla, fue uno de los jugadores más activos: tres internadas en banda hacia el área de su rival acabaron en ocasiones con cierto peligro pero aún así insuficientes para inaugurar el marcador; y tras un disparo del culé Sandro que se marchó a milímetros de la meta de Germán Lux el partido gozó de un giro de tuerca. Fue la entrada del costamarfileño Ibrahim Sissoko (por un Juan Carlos muy impreciso) el que revolucionó las intenciones ofensivas locales, con pases y desbordes que dieron muchos problemas a los defensores blaugranas; y aunque con algunos apuros, el equipo de Eusebio Sacristán logró contener las intenciones del Dépor. Sin embargo, en ningún momento se presenció un partido con dominador, acabando con empate sin goles y un reparto de puntos justo.

Así, el Deportivo aumenta un punto de distancia con respecto al tercer clasificado (de momento empatado con el líder Eíbar aunque con un partido más disputado), y el filial barcelonista permanece en la zona tranquila de la tabla clasificatoria, a la espera de preparar sus respectivos siguientes choques y así continuar su travesía por esta igualadísima Liga Adelante.