Es conocida por todos la dificultad que tiene el Deportivo de la Coruña en sacar sus partidos adelante cuando juega en Riazor, cuando se encuentra con rivales que le proponen partidos toscos y trabados y le invitan a tener una posesión estéril del balón en el centro del campo, demasiado alejado de la portería contraria. De esta forma, van pasando los minutos en un lento y agónico goteo que solo ha desembocado en una victoria local en 7 de los 18 partidos posibles. El conjunto gallego siempre ha demostrado una excelsa solidez en su estadio. Todos los grandes éxitos que se recuerdan provienen de una simbiosis entre el equipo y las 34.000 gargantas que pueblan habitualmente las gradas del coliseo herculino. Esta unión es la artífice de las grandes gestas, las remontadas y un gran porcentaje de los buenos recuerdos del aficionado gallego.

Esta temporada algo ha cambiado. Ya hemos hablado en otras ocasiones de cómo el guion previsto ha ido variando hacia una media inglesa un tanto atípica: lograr a domicilio los puntos que se han dejado escapar en casa. Esta tónica impera desde principio de temporada, por lo que no resulta extraño a estas alturas que el Dépor haya logrado más puntos lejos de tierras gallegas que los obtenidos en Riazor. Y ya van diez. Diez victorias como visitante que le convierten en el mejor equipo a domicilio de la categoría. Diez triunfos que se han conseguido de formas muy distintas pero que todos tienen el mismo exquisito sabor.

Equipo menos goleado a domicilio

La solidez no viene solo de las victorias, viene también de la forma en la que se consiguen. El Deportivo de la Coruña solo ha encajado un gol en esos diez partidos en los que se acabó trayendo los tres puntos a casa. Un golazo de Ángel Sánchez en Santo Domingo ha sido la única ocasión en la que la meta blanquiazul ha sido perforada siempre que Deportivo ha ganado. En total, 9 goles en contra que hacen que el equipo menos goleado de la categoría también sea el menos goleado a domicilio. Dato que sin duda es la piedra angular del éxito conseguido hasta ahora.

Hablamos de pragmatismo en los partidos que han resultado poco vistosos. Propuestas conservadoras que impiden prácticamente el juego en las diferentes áreas. Véase los encuentros, por ejemplo, de Las Palmas (0-1) o Huelva (0-1). En estos partidos los pupilos de Fernando Vázquez se llevaron los tres puntos gracias a un balón parado que decidió la testa de Pablo Ínsua. En el caso del encuentro ante el Decano, tres puntos que supusieron el primer liderato de la temporada. Se le podría adjudicar el mismo guion al partido de El Toralín ante la Ponferradina, donde la balnza se decantó gracias a un penalti transformado por Juan Culio.

De la agonía al éxtasis en un minuto

No solo entra en juego la suerte en este tipo de partidos, la casta y el orgullo también han jugado un papel muy importante en los desplazamientos que se han saldado con una victoria para los coruñeses. En el Mini Estadi, ante el Barça B (0-1) o en La Romareda ante el Zaragoza (0-1), pudimos ver a un Deportivo que se encontró superado por momentos, pero que supo aguantar los envites del rival y conservar la renta obtenida en las primeras partes. El suspense también ha sido habitual en los partidos del Deportivo de la Coruña. Borja Bastón en Córdoba (0-1) y Albert Lopo en Alcorcón (1-2) lograron el máximo botín para los suyos cuando parecía que el reparto de puntos era una realidad. 

Las victorias holgadas, tanto en casa como en fuera, han brillado por su ausencia esta temporada. No obstante, en la Nova Creu Alta, ante el Sabadell se pudo ver el resultado más abultado para los gallegos en lo que va de liga (0-3). Esta superioridad también emergió en Alicante (0-2) donde parece que Deportivo de la Coruña tiene un bonito idilio con los resultados. En la última salida, ante el filial del Real Madrid, el Deportivo volvió a mostrar su buena cara y ganó 0-2 sin excesivos apuros.

Los números de Oltra, a tiro

A estas alturas no es una mala noticia que de los ocho partidos que restan, tres sean en Riazor y cinco de ellos sean a domicilio. En la temporada 2011/12, el equipo entonces entrenado por José Luis Oltra consiguió 11 victorias a domicilio, cifra que tiene a tiro el Dépor de Fernando Vázquez. El Dépor de Oltra consiguió 35 puntos; el Deportivo actual, con 15 puntos por disputarse lejos de Riazor, tiene 31, por lo que es más que factible que lo supere. Logro que singificaría un gran paso para conseguir el objetivo último: el ascenso.

La próxima parada de los gallegos es el Iberoestar Estadi, donde se medirán al Mallorca de Lluìs Carreras. Tras ese partido, Lugo, Vitoria, Soria y Gerona para concluir la Liga Adelante. Siguiendo este decálogo a domicilio, el Deportivo de la Coruña superará los números de Oltra a domicilio y tendrá un poco más cerca mantener el liderato hasta que se baje el telón.