Jugador sudamericano, tez morena, centro de gravedad bajo, pelotero, producto de la prolífica Factoría Monchi, juventud, proyección, preferencia por jugar en el Deportivo de la Adelante frente a otras opciones de la BBVA, ganas de minutos…

Previo al conocimiento están las ideas prefijadas sobre algo o alguien que se ansia descubrir y éstas son algunas que recaen sobre una de las últimas incorporaciones del Deportivo en el mercado de invierno. Son ideas que pueden llegar a ilusionar a una afición que recibe a cada jugador a brazos abiertos, ocupar titulares o llenar contenido en rueda de prensa pero que, sin materialización práctica, se pueden quedar en simplemente eso, ideas.

Ingredientes existen para que todo aquello que se supone sobre Bryan Martín Rabello Mella (Rancagua, Chile, 1994) se concrete en todo aquello que se le pide a un futbolista de su corte y de su edad.

Debut imberbe en uno de los grandes de su país natal (Colo-Colo, recién cumplidos los 16), dilatada experiencia en las selecciones inferiores de Chile (Sudamericano Sub-17 en 2011, Sudamericano Sub-20 en 2013 y reciente Mundial Sub-20 también en 2013), tres llamadas de Sampaoli para la chilena absoluta y corto pero engañoso periplo en el Sevilla FC (6 partidos en Liga con escasos minutos pero 8 con cierta incidencia en Europa League en la comenzada 2013-2014) son algunas de las acreditaciones de este talentoso futbolista de renombre y seguimiento en su país pero todavía por explotar en el exigente, correoso y táctico Neofútbol Español. Si se tiene en cuenta que todavía no ha cumplido los 20 años, estos datos evocan nuevamente a la esperanza y se acrecientan aún más las ganas de poder ver triunfar a El Negro.

En el Deportivo, tres participaciones de cuatro encuentros desde su incorporación y la miel en los labios. En los resúmenes personales post-partido de cada deportivista, en tertulias de café, de camino a casa desde Riazor o en el bar de la esquina, Rabello es uno de los nombres que más se escucha y que, más que producir euforia, hasta ahora hace fruncir el ceño.

Porque en el fútbol también las comparaciones son odiosas, los precedentes de Bryan en una demarcación que cada vez cobra más protagonismo en los esquemas tácticos actuales son cuanto menos exigentes. Juan Carlos Valerón será eterno y el reciente Culio ha dejado un testigo que va más en carácter y en raza que en cuestiones balompédicas. Así a todo, existen algunos aspectos en los que se podría profundizar en lo realizado por Bryan Rabello hasta la fecha. Desde VAVEL, podrían ser los siguientes:

Juego entre líneas y combinativo

Se esperan asociaciones que pueden resultar evidentes. Un poco por delante de un Juan Domínguez con conducción, giro sobre sí mismo y cabeza elevada, Rabello se convierte en un posible socio del de Pontedeume para dar un paso más de cara al marco rival por una parte y para desahogar los atascos en la media por otra. Hasta el momento las transiciones en el juego creativo no acaban de pasar por una pareja que en el momento en el que la calidad que poseen ambos se atraiga, la conexión podrá ser cuanto menos interesante.

Por otra parte y sin dejar las asociaciones, Rabello y Salomao son por ahora compañeros de vestuario pero no de travesuras. Dentro de una gama amplia de movimientos y recursos del portugués, su tendencia a la diagonal añora a un compañero para un apoyo o un simple “tac” que acompañe un cambio de ritmo en una pared o un cambio de orientación con un equipo contrario basculando hacia un lado.

Lo mismo ocurre si nos vamos hacia la otra banda con Luisinho en el interior caracterizado por su verticalidad y amistad con línea de fondo o con un Antonio Núñez amigo de sacar el centro y dotado en la brega.

En cuanto al punta, con un Borja Bastón con tendencia a recibir de espaldas y al remate y de perfil poco dado a desmarques o movimientos para romper la línea de cuatro rival, Rabello podría verse casi “obligado” a combinar con el extremo y no con el 9. Con un Luís Fernández más versátil y dinámico y con un Toché todavía por descubrir y valorar pero que esperanza las opciones combinativas con el punta cobran un nuevo color.

Golpeo a balón parado

Portada en diarios deportivos en su país al dar la clasificación a Chile al pasado Mundial Sub-20 con un tiro libre desde 35 metros, Rabello se postula como sucesor de Pizzi antes y Culio después en la ejecución de las jugadas de estrategia del equipo coruñés.

Hasta ahora, un golpe franco con cierto criterio ante el Sabadell en su debut, saques de esquina al primer palo en Murcia y pateadas simbólicas ante el Sporting acabando Salomao golpeando a pie cambiado, dentro del teórico perfil del chileno.

Carisma y capacidad de liderazgo

Autoproclamado lider de la Sub-20 chilena junto a compañeros como Nicolas Castillo (Club Brujas) debido a su salto al fútbol europeo, Rabello posee en este aspecto el beneficio de la duda. Avalado por su compatriota Gary Medel en su bautizo en el viejo continente, seguidor de Marcelo Salas y de Alexis Sánchez… sus lazos e iconos y la supuesta aureola racial que acompaña a todo futbolista sudamericano pueden presuponer una tendencia al protagonismo y al no amilanarse ante la presión rival. Su juventud tendrá aquí que decir, lo mismo que la experiencia en la disputa de partidos.

Visto lo visto madera existe en este joven chileno, lo mismo que margen de mejora. En el deseo de todos, un exitoso final de Liga para un ascenso que pueda valer disputar un Mundial y la gratificación de ver que las buenas ideas que se tienen sobre una persona antes de conocerla son ciertas.