Siete años. Siete años es lo que le ha costado a Lucas Pérez Martínez (A Coruña, 10/09/88) cumplir un auténtico sueño: formar parte del equipo que adora, el de su ciudad. El Deportivo gozará en la temporada 14/15 de uno de los jugadores más destacados no solo del PAOK de Salónica, sino de la liga helena, al ser elegido para formar parte de su once ideal de la temporada 2013/2014. Formó parte del once ideal de la liga griega en la recién acabada temporada

El caso de Lucas Pérez es, cuanto menos, extraño. Sus comienzos no prometían para nada el presente del que goza a día de hoy, siendo estos caracterizados por ser el protagonista de una costosa y difícil travesía nacional con el objetivo de encontrar el club ideal donde asentarse y crecer como pelotero. Atlético de Madrid y Rayo Vallecano fueron dos de esos lugares, formando parte del tercer equipo en el caso de los colchoneros (Tercera División) y del filial con los franjirrojos, logrando con estos últimos debutar como futbolista profesional, al ser de la partida en varios encuentros con el primer equipo rayista por aquel entonces militante en la Segunda División del fútbol español. Sin embargo, la clara falta de protagonismo que notaba con el paso de los meses fue el detonante de la decisión que, sin duda, cambiaría su fútbol: probar suerte en el extranjero, concretamente en Ucrania. El Karpaty Lviv sería su destino.

Tras una estancia en Madrid poco productiva futbolísticamente hablando, decidió marcharse al extranjeroLo que en su momento pareció una idea difícil y sobre todo arriesgada, terminó convirtiéndose en los cimientos de una carrera repuntada y con posibilidades de superar con creces lo que prometía durante los días de su estancia en el fútbol madrileño. Con tan solo 22 años, Lucas se convirtió en una de las figuras del conjunto europeo, anotando la cifra de 14 goles durante las dos temporadas que permaneció en sus filas y siendo el pilar central del juego; unas actuaciones que, como no podía ser de otra manera, llamaron la atención de una larga serie de equipos. Así, en el mercado estival del pasado 2013, el PAOK de Salónica heleno logró hacerse con sus servicios por un período de tres años, completando el primero con los éxitos comentados anteriormente y provocando el interés del equipo de su casa: el Dépor.

Con el punto de mira enfocado en su habilidad y sus aspectos como futbolista, al hablar de Lucas Pérez se nos presenta un jugador técnico, amigo del balón y con una velocidad que, aún sin ser su mejor virtud, no es para nada mediocre. Todo ello facilita su comodidad en cualquier puesto de segunda línea hacia arriba, siendo la mediapunta una de las estancias más frecuentemente ocupadas a lo largo de su aventura griega, con buenos y evidentes resultados. Pero sin duda, su mayor virtud es el golpeo de balón: Es un futbolista técnico, pero con defectos en la fuerza y lo defensivo es un lanzador de tiros libres endiabladamente bueno, y con toda probabilidad protagonice algún tanto a balón parado en algún momento de la temporada que comienza en un mes. Por otra parte, fijándose en sus defectos, destaca sobre todo su dificultad para apoyar al equipo en tareas defensivas, además de sus problemas en el juego aéreo tanto ofensivo como de contención y la falta de fuerza cuando es presionado por un oponente, siendo resultado en varias ocasiones la pérdida del esférico.

En cuanto a su papel en el Deportivo de La Coruña, la falta de efectivos en su puesto actualmente no le provoca el tener que abrirse paso entre una gran competencia, pero sin lugar a dudas el talento que tiene en las botas le permitirá gozar de muchas titularidades sean quienes sean los próximos inquilinos de la mediapunta blanquiazul. Así, Lucas vivirá al fin uno de sus objetivos, el que cualquier joven coruñés sueña desde el momento de patear un balón por primera vez.