A la hora de hablar de promesas en ciernes dentro del amplio mundo del fútbol, varios son los nombres que salen a la palestra, los que destacan a una edad muy temprana en las primeras plantillas de los mejores equipos de Europa y del globo; pero estos nombres no permiten ver en algunas ocasiones al resto de figuras con proyección que habitan en el planeta fútbol.

Uno de los jugadores que sin duda pertenece a ese grupo es José Rodríguez Martínez (16/12/94). Nacido en Alicante y enamorado del fútbol desde que gozaba de uso de razón, comenzó a dar sus primeras patadas al balón en los equipos inferiores del club de su localidad, el Villajoyosa C.F., dando ya a las claras unas aptitudes que ofrecerían de qué hablar; tanto que en el año 2007 y con solo 13 años de edad ingresó en el Hércules, el equipo por excelencia de la ciudad alicantina. Sin embargo, las grandes actuaciones que José ofreció de forma repetida en su disciplina implicaron una estancia muy breve en dichas filas: en 2009 el Real Madrid, figura indudable del fútbol nacional, se interesó por sus servicios y tras las negociaciones de rigor consiguió incorporarlo para su categoría cadete. Dentro del conjunto merengue, la evolución futbolística de la que ya gozaba fue objeto de un cambio de ritmo colosal, de forma que sus progresos dentro de los equipos inferiores llamaron la atención dentro del círculo de altos entrenadores del conjunto de la capital. Así, su habilidad y capacidades para el deporte del balón le permitieron subir directamente de los juveniles al filial, saltándose de esta manera la estancia en el tercer equipo, el Real Madrid C.

Debutó en el primer equipo del Madrid con 17 años, de la mano de Mourinho

El 2012 significó para José su presentación nacional. Mourinho, su tocayo, y obviando su condición de novato en el Castilla, llamó al joven jugador para formar parte de las filas del primer equipo en una serie de partidos oficiales. El primero de ellos fue uno que jamás olvidará: el vivido ante el Alcoyano en Copa del Rey, ya que además de debutar con el Real Madrid a la edad de 17 años logró anotar un gol. Además, la apuesta del técnico portugués fue más allá, ya que solo un mes después haría respectivas apariciones en el campeonato liguero y en la Champions League. Con todo ello, y aunque la condición del joven pelotero no defraudaba, volvió al que era el sitio donde, sin presión excesiva, podría desarrollar y mejorar su juego: el Castilla, en el que ha permanecido hasta el día de hoy.

José Rodríguez, poniendo el ojo en sus mencionadas condiciones como futbolista, es un auténtico centrocampista incansable que se siente cómodo en cualquier lugar del flanco central del mediocampo; tanto la mediapunta como el mediocentro son posiciones que domina sin problemas, pero sin lugar a dudas las labores creativas son sus preferidas. Aunque no goza de una resistencia fuera de lo común, las ganas y el sacrificio que tiene le permiten ayudar tanto ofensiva como defensivamente, ya que sus incursiones hacia la línea de zaga son más que frecuentes, lo cual le convierte en un soplo de aire fresco tanto para delanteros como defensores; es un centrocampista llegador y trabajador. Con buena capacidad de pase de balón, es capaz de ver transiciones de pelota realmente complicadas, lo que implica una visión de juego para nada desdeñable. En cuanto a defectos, su tiro a puerta es bastante mejorable con respecto a la potencia, implicando que sea poco peligroso cuando decide chutar desde distancias relativamente lejanas. Aún siendo un futbolista llegador, su capacidad de definición deja mucho que desear. Por otra parte, la lentitud de algunos de sus movimientos (sobre todo la poca aceleración al salir con la pelota controlada) puede resultar algo desesperante en algunos momentos, sobre todo cuando él es el encargado de iniciar contragolpes.

Ayuda tanto en ataque como defensa. Su sacrificio y visión de juego son excelentes En definitiva, reúne las cualidades de un futbolista con más vocación de asistente que de goleador. Es en el momento de recurrir a esta última mentalidad cuando de veras se le ven sus carencias, pero verle con la mente puesta en crear fútbol resulta mucho más vistoso, porque esa es la hora en la que sabe aprovechar bien sus puntos fuertes.

Su protagonismo en el Dépor actual depende de la mentalidad que Víctor Fernández otorgue al equipo: si bien colocar dos mediocentros creativos o posicionar a un centrocampista de contención junto a uno de creación. Si la primera opción es la elegida, una dupla José-Juan Domínguez haría las delicias de los atacantes blanquiazules, además el sacrificio defensivo del alicantino permitiría aliviar de forma respetable los peligros en defensa que supone un doble pivote de este tipo; por lo tanto esta elección resultaría efectiva en muchos encuentros.

Su llegada al Deportivo supone, aún habiéndose estrenado ya en la máxima categoría, la primera temporada completa de José Rodríguez en la Primera División. Por lo tanto, la etapa de aprendizaje que vivirá en Coruña puede que le consagre o condene. El verano que viene esta duda estará más que resuelta.