"Benfica es un sueño y quiero aprovecharlo". Esas fueron las primeras palabras que Luis Carlos Fariña Olivera (Buenos Aires, 20/04/91) pronunció cuando durante el pasado año 2013 se convirtió en militante del club portugués, tras poner fin a una larga estancia en la Academia de Avellaneda. Sin embargo, y aunque llegaba a Portugal con vitola de promesa, su protagonismo en el Estadio da Luz fue escaso, por no decir nulo; tanto que para gozar de minutos se vio obligado a pasar la recién terminada temporada en el Baniyas, equipo de fútbol de los Emiratos Árabes, donde los tuvo pero a un nivel demasiado bajo. Su situación, de esta manera, no cambia mucho en el curso futbolístico actual, a punto de comenzar, ya que por las mismas razones el argentino aterriza en A Coruña para demostrar su talento y capacidades en lo que será una nueva cesión, la segunda seguida, por parte del actual campeón portugués.

El actual jugador del conjunto blanquiazul, junto a Bruno Zuculini (también pretendido por el Deportivo), Rodrigo de Paul, Ricardo Centurión y Luciano Vietto, pertenece a la gran generación de cantera de Racing nombrada como 'la Academia de los Pibes' que explotó entre los años 2012 y 2013 e ilusionó a la parte de Avellaneda que banca los colores azul y blanco y enemista con el 'Rojo', recibiendo dicha cosecha una serie de elogios por parte incluso de Lionel Messi; y habiendo dado todos ellos el salto a Fariña pertenece a la generación de Racing llamada 'La Academia de los pibes' Europa en la actualidad a excepción de Centurión y Vietto (pero con signos evidentes de que lo harán brevemente). Fariña, de 23 años de edad y víctima de una rotura de ligamento cruzado en 2010 más que superada, fue el primero en llevar a cabo este salto tras un pase al mencionado Benfica con una suerte poco afortunada de momento, pero con la ventaja de gozar de la juventud suficiente para dar un golpe en la mesa en el viejo continente.

Los aspectos y habilidades de Luis Fariña como jugador son simples de destacar pero de una importancia grande, ya que todo su fútbol se resume en el talento puro. Es mediapunta, con posibilidades de escorarlo a las bandas en casos de urgencia debido a que presenta cualidades para ello, pero la preferencia por el puesto de enganche es reconocida hasta por él mismo. Es gambeteador, como dicen en el país argentino, y cuando tiene el balón en las botas el aficionado debe esperarse cualquier cosa, ya que su dominio del esférico es sin duda la virtud principal de su juego. Además goza de rapidez y agilidad, por lo que su explosividad a la hora de comenzar contragolpes puede resultar determinante. Su perfil es más de llegador que de un creador de juego con visión y pase, por lo que, salvando las distancias, no es un jugador del estilo de Juan Carlos Valerón, todo lo contrario: Es un mediapunta habilioso, más llegador que creador Fariña, en lugar de superar defensas a base de pases, lo consigue con regates y artimañas de jugador astuto. Por otra parte, uno de los elementos más débiles de su forma de jugar es el disparo, por ello su capacidad de 'gambeteo' es más importante todavía si cabe, ya que le permite compensar este punto flaco atravesando líneas rivales con relativa facilidad.

Luis Fariña se convierte de esta forma en una nueva incorporación para el ataque del Deportivo de Víctor Fernández, lo que implica ya una competición por conseguir puestos. Con toda probabilidad se dispute con Lucas Pérez el agenciarse la mediapunta. Salga quien salga beneficiado de la titularidad, eso sí, será una buena noticia para los intereses blanquiazules, ya que se trata de dos jugadores talentosos y sobre todo capaces. Así, el de la Capital Federal tiene ante sus manos una nueva oportunidad para exhibir su nombre en el viejo continente, tras haberlo hecho en toda Sudamérica en su etapa de Racing.