El Celta de Vigo logró llevarse el primer derbi de la temporada ante un Dépor pobre y visiblemente superado, falto de ritmo y con sobrecarga de minutos tras haber disputado el Teresa Herrera el pasado fin de semana. Fueron Nolito y Larrivey, ambos en la segunda mitad, los que consiguieron batir a Germán Lux para así darle la victoria al conjunto olívico.

Primera parte de dominio celeste

Una vez decididos ambos onces, con novedades (la titularidad de Arizmendi y Seoane por el Dépor y Borja Fernández por el Celta, entre otras), la mitad inicial del primer encuentro entre coruñeses y vigueses de la temporada fue sinónimo de un claro dominio, tanto en posesión como en ocasiones, del conjunto comandado por Berizzo. Con Nolito, Orellana y los remates de Joaquín Larrivey, el meta deportivista Fabricio (titular hasta el tiempo de descanso) dispuso de un trabajo intenso a lo largo de los primeros cuarenta y cinco minutos.

Con clara mayoría celeste en las bancadas como aliciente a los esfuerzos olívicos por batir la meta, además, el panorama de los hombres del antiguo técnico celtista Víctor Fernández pintaba de todo menos positivo. Krohn-Dehli y el mencionado Larrivey, con sendos intentos, generaron las oportunidades más claras para los vigueses contra un Dépor noqueado y con un sistema de juego defensivo obligado, destinado a contener los acercamientos de su motivado rival.

No fue hasta el minuto treinta y ocho cuando Toché remató forzado pero provocando la estirada de Sergio Álvarez, creando el que fue primer tiro a puerta del partido para sus intereses. En ese momento, el conjunto deportivista pareció mostrar una mejoría, aunque sencilla. Un gol anulado al polaco Wilk y un saque de falta desviado de Juan Carlos fueron las ocasiones que los herculinos generaron en los doce minutos restantes de primera parte. Así se llegaba a los quince de descanso reglamentarios.

Un error de Juan Domínguez, vital

Tras el tiempo de asueto, lo que prometía una reacción definitiva del Dépor (inútilmente apoyada por un carrusel de cambios, hasta siete) se tornó en absolutamente todo lo contrario: Nolito, aprovechando un grave error de Juan Domínguez en una entrega, logró batir al recién entrado Germán Lux para inaugurar el electrónico y por consiguiente provocar el delirio en una grada repleta de aficionados celtistas. A partir de este momento, el juego dinámico y con ocasiones de la primera mitad ofreció su versión más opuesta con un ritmo lento y dominante de toque en mediocampo, protagonizados por un Celta contento por el gol y un Deportivo incapaz de hacer nada al respecto.

Así, después de varios minutos de tanteo y respeto, fue el equipo de Berizzo el que decidió acabar con la monotonía echando a sus jugadores hacia arriba para lograr el hipotético tanto de la relajación. Y así fue, mediación del fichaje estival celtiña Joaquín Larrivey, que culminó una buena y elaborada jugada con un remate de picardía en el que su compatriota Lux no pudo hacer nada. Vencido y con el único objetivo de no perder la dignidad, los de Víctor Fernández dedicaron sus últimos esfuerzos a intentar un gol del honor que nunca llegaría al decidir Iglesias Villanueva el final de un derbi que finalmente se llevó el sector sureño gallego.

De esta manera, el Celta de Vigo continúa una pretemporada exitosa y repleta de buenas sensaciones con una victoria ante el eterno rival; mientras que los coruñeses pagan la acumulación de minutos con un estado físico insuficiente para vencer a un equipo vigués mucho más rodado. Amistoso pero a la vez competitivo, sin duda Pasarón disfrutó de un ‘o noso derbi’ intenso en muchos tramos y sobre todo emocionante, a expensas de lo que puede ocurrir en los dos que tendrán lugar en la Liga BBVA.

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