Cuando terminó el encuentro frente al Valencia terminaba una serie de partidos complicados contra el Real Madrid, Celta de Vigo, Almería, Sevilla y Valencia. Cuatro de estos cinco partidos fueron frente a rivales que, desgraciadamente para el Deportivo, no están en la misma liga que el equipo herculino. Así lo reconoció abiertamente Víctor Fernández al término del encuentro frente al Real Madrid.

Al terminar la octava jornada, se le presentaban por delante un calendario favorable para acumular puntos y confianza. El balance es claro, ni puntos y mucho menos confianza.  Cuatro partidos después, 12 puntos en juego, tres empates, una derrota y un gol a favor. Es un bagaje paupérrimo sobre todo frente a los rivales a los que se enfrentó el Deportivo.

Tras el empate entre el Granada y el Almería que saca a ambos de los puestos de descenso, el Deportivo por la diferencia de goles heredada por el 2-8 frente al Real Madrid y la incapacidad para hacer gol, cae al descenso un mes después. Recordemos que en aquella ocasión era colista tras la humillante derrota en Sevilla que hizo tambalear los cimientos blanquiazules por primera vez.

Dos rutas para llegar al descenso

El Deportivo ha llegado a puestos de descenso esta temporada por dos causas bien distintas. Si dividimos las jornadas en dos bloques de seis partidos cada uno, se observan diferencias abismales en los números relacionados con los goles, tanto a favor como en contra.

Cuando el Deportivo perdió 0-1 frente al Almería, era uno de los pocos equipos que había anotado en todos y cada uno de los partidos de liga. Solamente los conjuntos de la zona alta lo habían logrado como el Celta o el Real Madrid.

JORNADAS

GOLES A FAVOR

GOLES EN CONTRA

1-6 

7 goles (1 part. sin anotar)

15 goles ( 1  part. sin encajar)

7-12

5 goles (3 part. sin anotar)

6 goles  ( 4  part. sin encajar)

Sin embargo el desequilibrio llegaba por la cantidad de goles encajados y la regularidad en los que los encajaba. Solamente en el encuentro contra el Eibar lograba mantener la portería a cero.

En el segundo tramo de competición, desde la jornada 7 en Sevilla, el Deportivo le ha dado un vuelco a la situación pero ha quedado incompleto de nuevo.

Solucionado el tema de la solidez atrás con cuatro partidos sin encajar ningún gol, el problema aparece en ataque. El “engañoso” triunfo frente al Valencia por 3-0 maquilla los cinco goles anotados en seis partidos. 

En tres de estos partidos no ha anotado y sobre todo las sensaciones no son tranquilizadoras. Sin patrón de juego ofensivo, el Dépor afronta jornadas complicadas.

Hasta que el equipo logre ser equilibrado, con un balance óptimo entre el ataque y la defensa, se mantendrá en posiciones de descenso o con escaso margen de diferencia.

¿Quién da la vez para golear?

Y es que los jugadores ofensivos están suspendiendo con la peor nota posible. Ninguna línea está cumpliendo con las expectativas. Ni los delanteros finalizan, ni los mediapuntas crean, ni los pivotes distribuyen y tampoco los defensas aportan a balón parado.

Gaiá en propia meta fue el único goleador en jugada de estrategia por parte del Deportivo si dejamos de lado el magnífico tanto logrado por Medunjanin en Sevilla.

Es llamativo el dato que muestra las dificultades que el Deportivo está teniendo para llegar a portería rival. Frente al Espanyol, Getafe y Córdoba no ha logrado probar al portero en más de dos ocasiones. Dos tiros a puerta frente a Getafe y Córdoba y un paupérrimo lanzamiento en el encuentro en Cornellá.

Este sábado se llegó algo más con cuatro lanzamientos entre los tres palos donostiarras. Salvo que exista una efectividad excepcional, el Deportivo con este caudal ofensivo tendrá muchísimos problemas para lograr remontar el vuelo.

Un calendario complicado con Riazor como protagonista

Tras desaprovechar un calendario accesible, el próximo domingo comienza una serie de partidos de todo menos sencillos.

Tras rendir visita al vigente campeón de liga, el equipo disputará dos partidos consecutivos en Riazor. Esos dos encuentros frente a Málaga y Elche se antojan clave para el futuro del equipo y de su técnico. Los últimos cuatro encuentros que le restarían antes de terminar la primera vuelta serían tres huesos duros como el Villarreal, Athlétic y Barcelona y el Levante. Los de Valverde y Luis Enrique visitarán Riazor y los viajes a la Comunidad Valenciana serán las dos últimas salidas del año.

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