Sin noticias de la zaga

De haber estado tan de moda como hoy en día el mundo de las apuestas deportivas, pocos habrían señalado a Donato como el autor del gol que daría al Deportivo su única Liga. Y es que tradicionalmente el Dépor es uno de esos equipos cuyos defensores acostumbraban a anotar regularmente. Sin embargo esta temporada no está siendo así.

Entre los seis que no marcan

Córdoba, Levante, Getafe, Sevilla y Celta son, junto al Deportivo, los únicos equipos cuyos defensores todavía no han anotado esta temporada. El combinado coruñés es el séptimo equipo menos goleador, con trece tantos a favor (empatado con el Athletic de Bilbao) y el quinto más goleado, con veinticuatro en contra (al igual que el Almería). Unos datos que no se corresponden con la tabla clasificatoria, pero que no parecen tan preocupantes teniendo en cuenta la alarmante falta de gol de las últimas jornadas. A pesar de contar con pocos efectivos en ataque, los delanteros deportivistas han anotado la mitad de los tantos logrados hasta ahora. Entre partidos de Copa y Liga son siete los goles marcados por jugadores de ataque: Toché (3), Postiga (2), Lucas (1), Cavaleiro (1); por otros siete de los mediocampistas y mediapuntas: Cuenca (2), Medunjanin (2), José Rodríguez (1), Juan Domínguez (1), Fariña (1).

Del resto de equipos cuyos defensores no han logrado anotar, el Sevilla no parece tener motivos para preocuparse por este dato; pues con veinticinco goles a favor ocupa el quinto puesto en la clasificación de equipos más goleadores. En el Celta destaca la aportación de sus mediocampistas, con diez tantos; mientras que Córdoba, Levante y Getafe son, junto al Granada los tres equipos con más problemas de cara a gol de la Liga BBVA (los tres suman once tantos).

Un problema llamado balón parado

La eficacia en las jugadas de estrategia en lo que va de Liga está siendo algo pobre. Tan solo los dos tantos de Medunjanin (uno de penalti y otro de libre directo) y uno de los que anotó Cuenca (también de penalti), han llegado de este modo. Curiosamente no hay que remontarse más allá de la jornada ocho para rememorar el último gol de los deportivistas a balón parado. Fue el 2-0 en Riazor ante el Valencia de Nuno. Un balón colgado desde el córner se envenena dentro del área valencianista y un defensor lo acaba introduciendo en la meta de Yoel. Es así que el único tanto nacido de la pizarra deportivista fue logrado por un rival.

Más allá del escaso peligro generado en saques de esquina o faltas laterales, llama la atención el problema desde los once metros. Con cuatro lanzamientos desde el punto fatídico, un acierto del 50% se antoja pobre para un equipo en situación de emergencia. Sergio y Kameni tienen la culpa de ello, al haber detenido los lanzamientos de Medunjanin y Cavaleiro en los que habrían supuesto un empate in extremis ante el Celta y un 1-0 tempranero frente al Málaga.

Haciendo un repaso por los puestos defensivos del equipo, de los laterales el más incisivo está siendo Luisinho. Junto a Juanfran ambos han demostrado llegada a la línea de fondo, sin embargo ninguno de ellos ha tenido ocasiones reales de gol. Por parte de los centrales, tanto Insua como Sidnei o Lopo han generado peligro por alto, sobre todo el brasileño, al que le gusta sumarse al ataque con asiduidad. El que más cerca ha estado del gol hasta ahora es Diakité. El ya prácticamente exdeportivista anotó un tanto injustamente anulado en el partido de ida de Copa ante el Málaga. El francés, que supera el metro noventa, era el jugador de mayor envergadura de la plantilla y con él se va un valor seguro en el balón parado, tanto ofensivo como defensivo.

Desde Lotina sin esperar a los centrales

Hay que echar la vista atrás hasta 2007 para encontrarse con un caso semejante al actual. Hasta hoy es la última temporada en la que el Deportivo llegó a la jornada dieciseis sin que sus defensores aportasen ningún gol. Estas son las cifras anotadoras temporada a temporada desde la 2007-2008:

• - 2013-2014: Antes de la jornada dieciseis Marchena e Insua habían anotado dos goles cada uno, además del tanto de Seoane en Copa. La defensa acabaría sumando nueve goles.
• - 2012-2013: Únicamente un tanto hasta diciembre, a cargo del poco habitual Manuel Pablo. Marchena y Silvio acabarían marcando en tres jornadas consecutivas los otros cuatro goles a cargo de la zaga (jornadas 28, 29 y 30 ante Zaragoza, Celta y Mallorca).
• - 2011-2012: Aythami, Colotto y Laure habían logrado anotar antes del descanso estival. La defensa acabó anotando seis goles aquella temporada.
• - 2010-2011: De nuevo Aythami y Colotto abrían la lata en las primeras jornadas, además de Lopo. Un total de ocho goles, sumando el de Aranzubia.
• - 2009-2010: Por partida doble habían anotado Lopo, Colotto y Filipe en Liga. Acabarían sumando nueve goles entre los tres.
• - 2008-2009: Seis tantos, sumando Uefa y Liga hasta la decimosexta jornada. Cinco defensores distintos lograrían ocho goles.
• - 2007-2008: Fue esta la última vez que el Deportivo llegó a la jornada actual sin que ninguno de sus defensas viese puerta. Fue precisamente en el partido correspondiente a dicha cita en el que se lograba el primero de los goles anotados por un defensor deportivista. El Deportivo se encontraba en la zona baja de la tabla y a partir de entonces, superada la mitad del campeonato, compenzó la escalada. Fue en la jornada dieciséis, la misma que se disputará mañana; el goleador: Fabricio Coloccini. El argentino -que acabaría anotando cuatro dianas aquel año- hacía el empate a uno definitivo ante otro equipo que buscaba la permanencia por aquel entonces: el Zaragoza de Víctor Fernández. El técnico maño sería destituido tres jornadas después del empate en Riazor, siendo aquella su última temporada en la élite hasta la actual. Su sustituto, un viejo conocido en A Coruña: Javier Irureta. En la misma jornada en la que Víctor Fernández abandonaba el puesto en los banquillos de La Romareda, Pablo Amo anotaba el segundo tanto de la temporada en la cuenta de la zaga blanquiazul, precisamente en El Madrigal. Fue aquel partido en el que se estrenaba un jovencísimo Fabricio.

Tras aquella dolorosa derrota por 4-3, Miguel Ángel Lotina se encontraba en la cuerda floja y con la mitad de la Liga ya disputada buscaba soluciones de emergencia en la defensa de cinco. Acertó. El trio defensivo Lopo-Coloccini-Pablo Amo acabaría sumando ocho tantos, en la que sería una segunda vuelta para la historia. Mañana volverá Fabricio a El Madrigal, y lo hará como entonces, protegido por una defensa de cinco de la que todavía se esperan goles.

Cuestión de historia

Y es que si echamos la vista atrás son muchos los defensores que han sumado su granito de arena en forma de goles durante la historia reciente en A Coruña. Sin contabilizar los treintaiocho goles que Donato anotó como deportivista -por aquello de haber jugado en distintos puestos más o menos alejados de la defensa- existen ejemplos recientes de zagueros goleadores. Joan Capdevila, que hizo quince goles vestido de blanquiazul o los once de Naybet destacan sobre el resto.

De Songo’o a Aranzubia

Si por un lado destaca la aportación que temporada a temporada han hecho los zagueros coruñeses, mención aparte merece el hito logrado por Dani Aranzubia. En la 2010-11 ante el Almería y con el equipo en descenso, el meta logroñés se sumó al ataque en la última jugada del partido, logrando cabecear al fondo de las redes almerienses el tanto del empate. Si bien otros metas habían anotado previamente en el campeonato liguero, Dani fue el primer arquero en marcar de cabeza. Echando la vista atrás surge otro precedente blanquiazul, el camerunés Jaques Songo’o. Fue durante la temporada que supuso el título liguero para los herculinos cuando el africano saltó en el área pequeña de Los Pajaritos y anotó un gol que sería anulado por el colegiado. Aquel tanto debió haber subido al marcador, ya que el meta del Numancia se había tropezado con su propio central y no con su homónimo deportivista. El error de Pérez Lasa supuso la derrota del equipo herculino y que el título honorífico de portero cabeceador se viese pospuesto hasta once años después, pero siempre en favor de un meta del equipo coruñés.