El 5 de enero comenzaba el año deportivo para el Real Club Deportivo de la Coruña con el partido de la jornada 20 en Jaén. Por aquel entonces el equipo herculino lideraba la segunda división con 35 puntos a tres del Sporting de Gijón.

Del mismo modo que jornadas atrás se encadenaban las victorias y los partidos imbatido, la victoria frente al Alavés (7 diciembre) fue la última que logró el Deportivo hasta finales de enero.

Cinco partidos sin conocer la victoria, con tres empates y dos derrotas supusieron finalmente que tras la derrota frente a la U.D.Las Palmas, el Sporting de Gijón relevase al Dépor como líder de la competición.

Le duró muy poco la alegría a los asturianos ya que una jornada después vieron como la primera victoria del Deportivo con Tino Fernández como presidente, suponía que los blanquiazules, gracias a un gol de Borja en el último minuto encabezaran la clasificación, una jornada más.

El mercado invernal, más agitado de lo habitual

Los aires de cambio en los despachos de la Plaza de Pontevedra también acompañaron al progresivo refuerzo de la plantilla durante el mes de enero. Con el Deportivo plantado en el liderato de la categoría, la directiva encabezada por Augusto César Lendoiro y el equipo de Tino Fernández -que con posterioridad relevaría en el cargo al carismático dirigente corcubionés- trabajaron tanto de forma individual como en conjunto para fortalecer la plantilla en pos del objetivo final: el ascenso directo.

Las limitaciones presupuestarias y la necesidad de estirar al máximo el dinero disponible para nuevas incorporaciones recibieron un impulso inesperado con la marcha de Culio al fútbol árabe a mediados de enero. Su traspaso al Al-Wasl dubaití reportó a la entidad herculina un ingreso de unos 300.000 euros que se sumó a unos 230.000 que el futbolista argentino perdonó al club para cerrar su partida. Con un margen más holgado para afrontar el mercado, el Deportivo se movió rápido y bien para lograr la contratación de hasta cinco futbolistas que llegaron para cubrir tanto las carencias posicionales y de juego existentes como para sustituir el adiós de Culio y Kaká.

Tino Fernández acompañó a Ibrahim Sissoko durante su presentación. (Foto: Míriam Mata | VAVEL).
Tino Fernández acompañó a Sissoko durante su presentación. (Foto: Míriam Mata | VAVEL).

Tras el aterrizaje de Toché y el retorno de Diogo Salomão, los coruñeses exprimieron al máximo las posibilidades de contar con un futbolista diferencial en su once. Así, tras la cesión del joven chileno Bryan Rabello -procedente del Sevilla- y la vuelta de Albert Lopo -previa rescisión de su contrato con el Getafe-, el Deportivo anunció la incorporación de Ibrahim Sissoko, un centrocampista ofensivo propiedad del Wolfsburgo alemán. Todos ellos a coste cero. El marfileño, tras una particular puesta a punto para recuperar su mejor estado de forma, se convirtió progresivamente en uno de los jugadores más apreciados por la afición tanto por su peculiar personalidad como su talento sobre el terreno de juego.

El cambio en el sillón: la llegada de Tino Fernández

Con el precedente del Racing de Santander bajo la mirada de muchos, el deportivismo afrontó una temporada 2013-2014 donde el futuro del equipo también llevaba el tablero de ajedrez más allá de los campos de juego, concretamente a los despachos. La cuenta atrás que supuso para muchos el 31 de julio y la situación límite a la que llegó el club para asegurar su continuidad en Segunda División e, indirectamente, su supervivencia, dejó la sensación de que era preciso un cambio de rumbo en la dirección de la entidad.

Por ese motivo, además de afrontar una renovación en la plantilla y cuerpo técnico, el Deportivo asumió que también había llegado el momento de convocar a socios y accionistas a decidir una hipotética renovación de la directiva ante el inminente fin del mandato de Augusto César Lendoiro tras 25 años al frente del club.

Bien sea por la novedad que suponía la presentación de varios candidatos o por la propia trayectoria reciente del Deportivo, lo cierto es que los meses previos a las elecciones de enero no dejaron indiferentes a nadie.

Curiosamente, quienes sí estuvieron verdaderamente a la altura han sido los jugadores, Fernando Vázquez y su grupo de trabajo. Fuera de los muros de Abegondo y Riazor, la polémica estuvo servida.

Las primeras muestras de interés en acceder a la presidencia del club se fraguaron en apenas mes y medio –entre septiembre y octubre-, un período de actividad frenética donde, Germán Rodríguez Conchado –exasesor jurídico del Deportivo-, Paco Zas –director general de Coinasa- y Manuel López Cascallar –economista integrado en el equipo de recursos humanos de la empresa Randstad- mostraron sus cartas y sus proyectos de cara a ser la nueva cabeza saliente de un club con una notable necesidad de reconversión.

Algo más de tiempo se tomaron Tino Fernández y el propio Augusto César Lendoiro en presentar sus propuestas. Con Paco Zas fuera de la pelea, el duelo dejaba a Lendoiro y Fernández como principales púgiles en un ring que, por momentos, se asemejó más a una trinchera.

Finalmente, el revés que supuso para Lendoiro la no aprobación de las cuentas presupuestarias del año por primera vez en todos sus años de mandato favoreció que el presidente deportivista anunciase su intención de no seguir adelante con su proyecto ‘Confianza e historia’ y abrir paso a otro equipo para “evitar la división del deportivismo”.

Finalmente, Tino Fernández ganó las elecciones sin paliativos el 21 de enero, un día que pasará a la historia en el deportivismo. Un 79 % de los votos fueron suficientes para certificar un triunfo del actual presidente blanquiazul cumpliendo los pronósticos que lo daban como favorito.

La cordialidad y la unión que los candidatos demostraron en la asamblea extraordinaria quedará como uno de los momentos más importantes de la centenario historia blanquiazul. Muchas cosas han cambiado desde entonces.

Un invitado inesperado, el Eibar ya de Primera

Muy pocos se podrían imaginar que el conjunto vasco realizase tan buena temporada y que finalmente ya haya logrado también el ascenso de categoria, sobre todo cuando en la jornada 9 ocupaba puestos de descenso. Recién ascendido, el equipo de Garitano poco a poco, paso a paso fue escalando posiciones y desde esa jornada encadenó 22 partidos en los que sólo perdió cuatro partidos sumando 46 puntos.

El 9 de febrero lograba el liderato con su victoria por 0-2 en Córdoba. No tuvo vértigo el cuadro vasco que mantuvo los buenos resultados durante muchas jornadas, hasta que varios empates en casa y dos derrotas frente a Zaragoza y Tenerife lo apearon en favor del Deportivo de la primera posición.

Posición que ha recuperado la semana pasada con la mala racha del conjunto blanquiazul y le permitió ascender ya con dos semanas de antelación tras su victoria frente al Alavés y la derrota sorprendente de La U.D.Las Palmas frente al Recreativo.

El descuento mantiene vivo al Deportivo

Instalado un sólido Eibar en la primera posición, el Deportivo pasaba su peor momento de la temporada a pesar de los refuerzos que llegaron en el mercado de invierno. La derrota en Murcia hizo mucho daño al equipo e instaló las dudas de un sistema de juego en la afición que entendía que el equipo tenía mimbres para jugar mejor al fútbol con la llegada de Salomao, Sissokó, Rabello y Toché.

Se presentaba el Sporting de Gijón tras la derrota por la mínima en Murcia y con las dudas defensivas encima de la mesa tras la gran cantidad de goles encajados en jugadas de estrategia del rival.

Una victoria de los visitantes relegaría al Dépor a puestos de playoff viéndose superado por el Eibar, Sporting y Recreativo de Huelva.

El partido sin mucha historia. Un gran ambiente en las gradas y un encuentro frío, sin ocasiones y con pocas concesiones entre ambos equipos. Se encaraba la segunda parte por debajo en el marcador tras un gol visitante de córner y Borja fallando un penalti.

La fiesta ya era rojiblanca en las gradas cuando un córner con el tiempo de descuento ya superado y un rebote tras salto de Fabricio que golpea en Toché y se acaba colando en la meta asturiana.Un punto que fue celebrado tanto por el equipo como por la afición como no se ha celebrado otro esta campaña.

Este empate no evitaba perder el golaveraje con los asturianos pero fue un duro golpe para su rival que en febrero se veía como uno de los equipos que lucharían por una de las dos plazas de ascenso directo.

Desde esa jornada y en las trece siguientes sólo han vencido tres partidos, quedando descartados para luchar por una plaza entre los dos primeros. Los asturianos tras un buen final de liga tras la llegada de Abelardo han logrado terminar en puestos de liguilla, con la ventaja del factor campo a su favor.

Este punto en el descuento no fue el único ya que en la siguiente jornada en Alcorcón, Lopo daba los tres puntos en otro córner en el descuento. La situación se repite por tercera semana consecutiva en Riazor frente al Hércules.

En un encuentro que el Deportivo tenía controlado a la perfección con un 2-0 en el primer tiempo, tras el descanso dos zarpazos de los alicantinos hicieron peligrar hasta lograr algún punto en ese encuentro. Precisamente ese exceso del rival de querer vencer el encuentro generó una oportunidad por banda derecha de Seoane que tras un gran centro del lateral, Toché adelantándose a dos defensas logra anotar y decantar la victoria del lado coruñés.

La lesión de Salomão y la llegada de Ifrán

El partido frente al Hércules dejó una muy mala noticia para la entidad blanquiazul. Salomão se lesionaba de gravedad en la rodilla y se perdería lo que restaba de temporada. Una emotiva carta del portugués animaba al equipo a continuar y agradecía las muestras de cariño de la que él considera “su casa”.

Dos jornadas después el Deportivo ya tenía recambio para el portugués. Diego Ifrán, delantero uruguayo de la Real Sociedad aterrizaba en Alvedro con ganas de reivindicar su fútbol avalado y “convencido” por Martín Lasarte.

Su llegada tuvo su dosis de polémica, por su lesión de larga duración, su estado de forma y la nómina de cuatro delanteros, que generaba dudas respecto a la necesidad de fichar a otro punta.

Disputa sus primeros minutos en Zaragoza en la victoria del Deportivo con el gol de Laure. Sus primeros cuatro partidos parte desde el banquillo pero sus dos goles en Madrid y Riazor frente a Castilla y Recreativo respectivamente hacen que desde la jornada 35 el uruguayo sea el delantero titular respondiendo con goles a la confianza de Fernando Vázquez.

El debate sobre los delanteros se esfuma cuando Toché se lesiona en la semana anterior al viaje a tierras mañas, dejando a Vázquez de nuevo con un trío de delanteros, del cual es Luis Fernández el sacrificado.

Recupera el primer puesto empatando en casa y ganando fuera

El partido en Anduva, con muchos aficionados desplazados en un largo viaje y un rendimiento desastroso del equipo dinamitó el ánimo de la afición que de nuevo creía tras los puntos recuperados frente a Sporting, Alcorcón y Hércules.

La imagen, la escasa capacidad de reacción y las decisiones de Vázquez en el banquillo fueron el día a día que acompañó al equipo los días posteriores a ese encuentro.

La situación en la tabla, debido a la irregularidad de la Liga, era privilegiada ya que el Eibar sólo le sacaba un punto a los blanquiazules, y la ventaja sobre el Recreativo era de dos. Pero era inevitable que las dudas apareciesen de nuevo. No mejoraron esas sensaciones tras el partido frente al filial blanquiazul con la defensa de cinco del Deportivo pero los tres puntos de La Romareda anestesian este descontento.

Tras esta victoria llegaba un Tenerife pletórico con Ayoze como estrella goleadora del equipo. De nuevo Riazor mina el ánimo de la parroquia blanquiazul y la figura de Vázquez con su cambio iniciada la segunda parte a defensa de cinco, se pone en entredicho por primera vez en la temporada con gran intensidad.

Fue una semana de debates sobre la continuidad de Vázquez, de análisis de sus sistemas y la idoneidad de sus cambios.

Pero entre la tempestad, llega el liderato. Al Deportivo le basta con la media inglesa para recuperar el primer puesto con su victoria por 0-2 en Valdevebas. Llega el primer gol de Ifrán y la primera victoria por más de un gol fuera de casa desde septiembre en Alicante.

Juan Domínguez guía al Dépor como único pivote

Vázquez sorprendió a propios y extraños con su decisión táctica ante el Recreativo para afrontar las dos bajas de Álex Bergantiños y Wilk que dejaban a Juan Domínguez como único mediocentro disponible.

El técnico de Castrofeito sorprendió con el canterano como único pivote puro y lo arropó con Juan Carlos y Rabello formando un triángulo en la medular. Sin lugar a dudas fueron los mejores minutos del Deportivo de la temporada. Las dos victorias frente a Recreativo y Mallorca y cómo se produjeron elevaron las aspiraciones del equipo, el ánimo de la afición y ampliaron la ventaja frente al tercero hasta los 9 puntos tras la victoria en las Islas Baleares.

Un ascenso casi regalado

Corría la jornada 35 del campeonato liguero, cuando el Deportivo llegaba a Mallorca con la intención de seguir avanzando, paso a paso, hacia un ascenso que cada vez se planteaba más claro. Los hombres de Vázquez destrozaron al equipo insular, y se colocaron con una ventaja de nueve puntos a falta de siete jornadas, una distancia que en aquel momento, parecía la necesaria para consumar el ascenso a la Liga BBVA.

Esa misma semana, el de Castrofeito se presentaba en rueda de prensa algo cauteloso sobre el ascenso del conjunto herculino, “tenemos una ventaja que nos da tranquilidad, pero tenemos que seguir esprintando porque nos pueden coger”.

Vázquez ya había vivido una situación similar en el Celta, en la jornada 35 también era líder destacado de la Segunda División con siete puntos sobre el tercero, y acabó la liga ascendiendo gracias a un triple empate y consiguiendo solamente seis puntos en siete partidos. Un precedente que obligaba al santiagués a frenar la euforia creciente, en un Riazor, que empezaba a hacer cábalas del partido que supondría el ascenso matemático.

De vuelta a la realidad

La semana posterior a la victoria en Mallorca transcurrió con una tranquilidad pasmosa en el seno blanquiazul, el siguiente rival era una Ponferradina que se presentaba en Coruña como el peor visitante de toda la competición y como el equipo que menos goles marcaba a domicilio.

Un rival 'perfecto' para continuar con la racha hacía la Primera División. Todo estaba de cara para sumar una nueva victoria, pero si algo ha demostrado esta competición es que cualquier equipo puede ganarte, los bercianos se llevaron los tres puntos, con un contundente 0-3. El equipo saltó al césped sin tensión, y se dio de bruces contra la realidad, si se quería ascender, habría que empezar a recuperar la tensión competitiva de meses anteriores.

La sensación ese día en Riazor fue que el Deportivo acababa de cuajar el peor partido de la temporada, Vázquez en la rueda de prensa posterior se mostró muy crítico con el equipo, “hemos concedido ocasiones que no concede ni un equipo de infantiles”.

Las críticas a los jugadores no tardaron en llegar, la sensación en la hinchada herculina era que la relajación se había instalado en el vestuario blanquiazul, ante un ascenso que parecía casi certificado.

Un mes sin saber lo que es ganar

Al partido de la Ponferradina le siguieron los del Lugo, Alavés y Eibar; tres encuentros en los que el conjunto gallego fue incapaz de conseguir la victoria. Tres empates seguidos que hicieron que el principal perseguidor, Las Palmas, se situara a cinco puntos de los gallegos a falta de cuatro jornadas. Relajación, tema físico, mal juego…muchas han sido las causas que se intentaron atribuir al equipo de Vázquez, durante una racha que se convirtió en la peor de la temporada, justo cuando se estaba llegando al momento decisivo de competición.

A pesar de que el Deportivo se empeñaba en complicarse la vida y dar opciones a sus perseguidores, solo Las Palmas fue capaz de aprovechar medianamente los tropiezos de los herculinos.

Así llegó la semana del duelo contra el Eibar, un duelo que en caso de no ganar podría colocar al Deportivo en una situación complicada de cara a las tres últimas jornadas. Aunque el conjunto gallego no fue capaz de llevarse los tres puntos ante el equipo vasco, la imagen no había sido tan mala como en partidos anteriores.

Las palabras de Fernando Vázquez en la previa, asegurando que el empate no era mal resultado, acabaron contagiando a los futbolistas y finalmente la igualada llegó a Riazor.

El espíritu de Xisco

Cuando el partido acabó a eso de las 14:00 horas, la afición blanquiazul sabía que si Las Palmas ganaba su partido contra el Castilla esa misma tarde, el Deportivo se habría complicado mucho su situación clasificatoria.

Los nueve puntos de ventaja, se habrían reducido a tres, y eso, con tres fechas por delante ya no parecía una ventaja tan amplia como para ir reservando sitio en la fuente de Cuatro Caminos.

Durante esa misma tarde la hinchada blanquiazul comenzaba a recordar el último ascenso de hace dos años. “Al final tendremos que volver a apelar a la épica”, o “ya podemos ir llamando a Xisco para el partido contra el Girona”, se convertían en las frases más repetidas de una afición blanquiazul, que por cuarta temporada consecutiva, se veía obligada a jugarse la vida en los últimos partidos.

Dos regalos de los canarios facilitaron el ascenso.

Tarde complicada la que se presentaba durante ese domingo 18 de mayo, los aficionados blanquiazules, televisión canaria mediante, se ponían delante de la pantalla de su ordenador para observar el partido que enfrentaba a los madrileños, contra el equipo insular.

Hicieron falta solo tres minutos para que Las Palmas se adelantara en el marcador, y con ello, se colocara a tres puntos del club gallego. Lo que vino después fue la historia de esta Liga Adelante, donde cualquiera puede ganar a cualquiera. Tras el pitido final en Valdebebas, el empate ante el Eibar supo a victoria, y a pesar de estar un mes sin ganar, el Deportivo se encontraba a tan solo una victoria de certificar su regreso a la máxima categoría del fútbol español.

La victoria no llegó en Soria, de nuevo el equipo no ganaba su partido y desaprovechó el primer match-ball para lograr el ascenso. La derrota se antojaba preocupante ya que Las Palmas ya ganaban por 2-0 al Recreativo. Un espejismo ya que los andaluces en 20 minutos le direon la vuelta al marcador y precipitaron el cese de Lobera y descartar virtualmente cualquier posibilidad de ascenso directo.

Esto ponía en bandeja el ascenso del Deportivo con la necesidad de lograr un sólo punto para ser matematicamente equipo de primera.

Marchena se despide del Deportivo con el gol del ascenso

La semana pasada el central andaluz anunció en rueda de prensa que no continuará en el Deportivo la próxima campaña. El recuerdo que dejará el defensa internacional será el mejor posible. Su gol frente al Jaén tras un lanzamiento de falta de Diego Ifrán, pasará a la historia como pasaron los de Stojadinovic y Xisco más recientemente.

El partido prácticamente se terminó con el gol y el Deportivo se dedicó a mantener el control del esférico y salvo un gol anulado a los andaluces fue un pártido muy cómodo para el Deportivo. Al Dpeortivo le hubiese valido incluso perder, ya que ni Sporting ni Las Palmas lograron vencer sus encuentros frente a Zaragoza y Mallorca.

La fiesta fue total y la celebración por parte de la plantilla y cuerpo técnico en el terreno de juego estuvo llena de alegría. Un Vázquez eufórico y liberado y Sissokó como maestro de ceremonias monopolizaron las imágenes más destacadas sobre el césped.

La celebración continuó en Cuatro caminos

Por primera vez en la historia se preparó la plaza de Cuatro Caminos para una fiesta conjunta entre equipo y afición. Una pasarela permitió a los futbolistas ser partícipes con la hinchada blanquiazul de ese momento de alegría máxima tras la consecución del ascenso.

Uno a uno los futbolistas fueron presentados por el 'speaker' y pudieron cantar y saltar con los miles de aficionados que abarrotaban la plaza. Vázquez dio rienda suelta a todo su repertorio de gestos y canciones para con la gente que se había congregado para celebrar y homenajear a 'sus futbolistas'.

Tras permitir 24 h de descanso a la plantilla y cuerpo técnico tras las celebraciones del sábado, el lunes comenzaron las distintas visitas a los patrocinadores para culminar con la tradicional visita al ayuntamiento. Tras la recepción en el salón de plenos, los capitanes y Fernando Vázquez le hablaron a la afición y entonaron cánticos de celebración y ánimo al equipo.

ARTÍCULOS RESUMEN ASCENSO

Los goles del ascenso (VIDEOS)

El año del Deportivo en fotos

Especiales del ascenso del Deportivo

Temporada 2014-15

Todo por definir. Muchas cosas pueden aún pasar en los próximos meses tanto para bien como para mal para el Real Club Deportivo. La palabra crisis campea a sus anchas entre todos los estamentos del club. Crisis deportiva y crisis social, sin duda a día de hoy la más precoupante para afrontar la delicada situación deportiva.

Arranca la vuelta a la Liga BBVA, sin Fernando Vázquez

El 8 de julio por la mañana tuvo lugar en la sede del Deportivo de la Plaza de Pontevedra la reunión convocada por el Presidente, Tino Fernández, y Fernando Vázquez. Cuando esta hubo acabado se dio a conocer el desenlace de la misma, la destitución del entrenador que abanderó al equipo en el acenso a Primera División.

"La falta de confianza del Consejo de Administración hacia el entrenador ha provocado la toma de esta decisión"

Horas después el Deportivo emitió un comunicado en el que explicaba a grandes rasgos las razones que le habían llevado a tomar esta decisión tan precipitada. "La falta de confianza del Consejo de Administración hacia el entrenador ha provocado la toma de esta decisión", se explicaba en el escrito.

Además se añadía que la situaciación todavía se podía reconducir y que sus esfuerzos se centrarían en buscar un entrenador para comenzar la pretemporada con cierta normalidad el 14 de julio.

Tan solo dos días después de la noticia de que el Depor buscaba nuevo preparador, Tino Fernández cerró a las 19.00 horas el acuerdo con Víctor Fernández para ponerse al mando del banquillo blanquiazul.

Las razones que acabaron con Fernando Vázquez

La falta de entendimiento entre el nuevo Consejo de Administración, incluido el Presidente, con Vázquez era evidente. El de Castrofeito llegó al club en enero de la temporada 2012-2013, en la que no pudo evitar el descenso a Segunda División. Durante la 2013-2014, el Depor cambió de Presidente y de Consejo de Administración, pero Fernando Vázquez continuó como entrenador. Se confiaba en él aunque su personalidad le llevaba a hablar más de la cuenta en ocasiones, algo con lo que la Directiva no estaba de acuerdo.

Fernando Vázquez: "La opción uno podría ser la bomba, pero generalmente vamos siempre a la opción cinco, seis, siete..."

El fin de semana anterior al 8 de julio la gota colmó el vaso. Vázquez hizo unas declaraciones en el campus Pablo Insua en Arzúa, que fueron recogidas por la TVG y que removieron aún más el conflicto. “La opción uno podría ser la bomba, pero generalmente vamos siempre a la opción cinco, la opción seis, siete… Nunca conseguimos de verdad lo que nos proponemos. Está claro que este año tenemos una cantidad de dinero decente para gastar, no es como el año pasado, que teníamos que ir por las puertas pidiendo”, expresó Vázquez. También dio los nombres de algunos de los fichajes que llegarían a La Coruña, Lucas Pérez, Canella y Cuenca. Estas insinuaciones produjeron, incluso, que se complicara el fichaje de Lucas Pérez por el Deportivo.

Fernando Vázquez:"Estoy en estado de 'shock'. Creo que mis palabras se han interpretado de forma sesgada. No he criticado al Consejo”

Todo ello llevó al la Junta a plantearse la continuidad de Fernando Vázquez en el banquillo coruñés. Tras la reunión del 8 de julio en la que finalmente fue cesado, Vázquez no daba crédito a una decisión tan precipitada y- según su criterio-tan desmesurada. "Estoy en estado de 'shock'. Creo que mis palabras se han interpretado de forma sesgada. No he criticado al Consejo” declaraba esa misma mañana en rueda de prensa.

Tras seis meses sin Fernando Vázquez en el banquillo blaquiazul, y a estas alturas de Liga, con un Depor cuarto por la cola, al deportivismo solo le queda preguntarse qué hubiese pasado si....

La pretemporada con la gira colombiana como protagonista

La gira que el Deportivo tuvo que realizar a tierras colombianas enmarcada en la LFP World Challenge ha marcado la preparación del equipo en el primer tramo de competición. La fecha inoportuna de la misma, siendo la primera semana de pretemporada, las lesiones y los fichajes en puestos clave tardíos han supuesto partir con desventaja respecto al resto de rivales.

Casi sin entrenamientos el equipo herculino tuvo que cruzar el charco para disputar dos encuentros frente a equipos colombianos. Las lesiones de Insua, Lux y Cuenca fueron lo más destacado además del estreno de la segunda equipación con la bandera gallega.

Jugadores como Rudy, Arizmendi o Borja Bastón tuvieron muchos minutos para intentar convencer a un debutante Víctor Fernández. Finalmente no fueron elegidos para formar parte del Deportivo 14-15.

Los fichajes fueron llegando a cuentagotas. Los retornos de las cesiones de la anterior temporada, los fichajes iniciales de Canella, Cuenca y Lucas junto con José Rodríguez que no llegó a tiempo para la gira, dieron paso a un período sin novedades y con muchos nombres encima de la mesa. Fariña, Cavaleiro y Medunjanin pusieron el punto y final a los fichajes hasta el último día de mercado. ​

Tres fueron los principales nombres que ilusionaron al deportivismo pero todo quedó en un sueño. Zucullini, Bojan y Mitroglou estuvieron a punto de vestir la elástica blanquiazul. El dinero en los casos de los delanteros y la convicción con la que Ayala para que el argentino eligiese el Valencia fueron determinantes.

Las filtraciones de estos nombres y el complicado mercado anglosajón de fichajes fueron dos de los caballos de batalla para el actual consejo del que se espera que hayan aprendido para esta nueva oportunidad que se le presenta con el mercado invernal.

Cuatro fueron los jugadores que llegaron con el cierre del período de fichajes. Juanfran, Diakité, Sidnei y Postiga pusieron el broche final a una plantilla que de inicio parecía que podría no pasar apuros en la Liga BBVA, aunque desde el principio se echó en falta a un delantero de mayor nivel.

Foto: R.C.Deportivo de la Coruña

En cuanto a las salidas, es un punto a mejorar del actual consejo de administración. Solventó a tiempo los contratos con Borja Bastón, Rudy y Arizmendi, más la cesión lograda para Luis Fernández con el Lugo. Sin embargo Juan Carlos y Seoane no encontraron equipo y ocuparon dos fichas y el consiguiente sueldo durante estos meses de competición.

El arranque en Primera

El conjunto herculino comenzó la liga a finales de agosto con la sensación de que el pistoletazo de salida llegaba demasiado pronto para los pupilos de Víctor Fernández. La falta de refuerzos y una no demasiado convincente pretemporada dejaron un regusto amargo justo antes de empezar a competir. Solo las ilusionantes incorporaciones de Isaac Cuenca y Lucas Pérez y las pinceladas que dejó Fariña en el Teresa Herrera daban un aspecto positivo a la atmósfera que rodeaba la Plaza de Pontevedra.

El debut en Granada confirmó las sospechas. Tras unos primeros cuarenta minutos donde el equipo herculino dominó -más por demérito del Granada que por mérito propio-, el centro del campo se deshizo. El equipo quedó a merced del rival y el poco acierto en las jugadas a balón parado hicieron que el Dépor se fuera de vacío de la ciudad de la Alhambra.

Debut en Riazor

Víctor Fernández repitió hasta la saciedad que la plantilla necesitaba refuerzos para poder competir con garantías. Incorporaciones que a la postre acabarían llegando sin resultados inmediatos. Una semana después, en Riazor, bajo el amparo de su afición, solo una desafortunada actuación del central del Rayo Vallecano Abdoulaye Ba permitió a los gallegos rescatar su primer punto. El Dépor era un mar de dudas, no convencía en los metros finales y la defensa hacía aguas por todas partes. La primera victoria de la temporada, en una plaza difícil como Ipurúa, logró capear el temporal. Al menos por unos días más.

El punto de inflexión llegó a finales de septiembre. Una derrota ante el Real Madrid, actual Campeón de Europa, entraba en los planes de cualquiera pero encajar ocho goles fue un mazazo demasiado duro para un equipo que ya venía caminando sobre el alambre a pesar de llevar solo un mes de competición. Cristiano Ronaldo, James Rodríguez y 'Chicharito' Hernández sacaron a relucir sus mejores galas mientras que la afición deportivista aplaudía a los suyos contra viento y marea. Fue el principio de una racha de cuatro derrotas consecutivas que dejaron muy tocado al equipo y sobre todo a su entrenador.

En caída libre

Los once metros pudieron cambiar esta dinámica, pero Haris Medunjanin marró el penalti y solo pudo pedir disculpas a los aficionados deportivistas que se desplazaron a Balaídos para ver a su equipo caer por 2-1 ante su eterno rival, el Celta de Vigo. Durante algunos tramos del duelo ante el Almería se vislumbró un pequeño oasis de esperanza. Un atisbo de ilusión que apagó Édgar con un gol en las postrimerías del encuentro. La derrota ante un conjunto que tardaría más de dos meses en volver a ganar dejó muy tocado al equipo anímicamente.

Dicho equipo comparecería totalmente desalmado en su visita al Ramón Sánchez Pizjuán. Durante todo el encuentro los pupilos de Víctor Fernández fueron un juguete en manos de un Sevilla que jugó a placer. Fueron cuatro, pudieron ser algunos más. La peor imagen del Dépor, carente de gen competitivo, precedió a un parón de dos semanas por compromisos de la Selección Nacional. Ese tiempo se emplearía para la reflexión, al igual que las vísperas de las elecciones políticas. A la vuelta esperaba el Valencia de Nuno, que llegaba a Riazor lanzado. Lo que pasara en ese duelo sería decisivo, para bien o para mal, de cara al devenir de los herculinos en la Liga BBVA 2014/15.

El partido frente al Valencia

Real Madrid, Celta, Getafe y Sevilla. Eran cuatro derrotas consecutivas que exigían a Víctor Fernández lo que hasta el momento no había mostrado, y desde luego la visita del Valencia de Nuno (por aquel entonces invicto) no era la mejor oportunidad para cambiar el nefasto rumbo que había tomado el Deportivo. Para ello, el técnico maño llevó a cabo una revolución en el once que otorgaba protagonismo a mucha gente que todavía no había aparecido en demasía. Tres de esos jugadores eran Fabricio, Cezary Wilk y el ya recuperado Lucas Pérez.

La reacción fue imponente. El Dépor, protagonista hasta ese momento por sus malas imágenes y su facilidad para encajar goles, efectuó un partido modélico poniendo contra las cuerdas a un Valencia que en ningún momento supo qué hacer para contrarrestarlo. Los goles no tardaron en aparecer. El primero subió al marcador tras un córner en el que la defensa ché terminó metiéndose el balón en la portería, y la alegría ya contagiaba Riazor hasta que el tanto que todos querían ver eclipsó por unos momentos al partido y puso en todos los focos a un Lucas Pérez que lograba el sueño de todo deportivista: marcar un gol en el coliseo blanquiazul. Por último, el cada vez más apreciado Toché se encargaba de finiquitar una gloriosa tarde de fútbol en la que, sin embargo, salía una pregunta: ¿sería todo lo vivido un espejismo, o el cambio definitivo? Cornellà respondería.

De Lucas a Fabricio

El resultado de la especulación finalmente acabó en la opción negativa, ya que la visita del Dépor al Espanyol dejó a las claras de forma contundente que ese estado de forma mostrado en el choque del Valencia había sido flor de un día. Sin embargo, el encuentro de Cornellà-El Prat sirvió para comenzar a darse cuenta de que uno de los hombres que a priori menos protagonismo prometía podía ser capaz de hacer muchas cosas. Fue el día de Fabricio. El ex fabrilista dio en Barcelona una clase maestra de seguridad y eficiencia al blocar todas las ocasiones y acercamientos de los pericos que, a pesar de no gozar de la presencia de Sergio García por lesión, utilizaron una cantidad alternativa de argumentos ofensivos envidiable. Milagrosamente, el Dépor conseguía llevarse a Coruña un punto de oro.

La nota negativa residió en la figura de la semana anterior: Lucas Pérez. El extremo, que ya había pasado varias semanas de baja por culpa de sus dolencias de rodilla, recibió un golpe en la zona que provocó su abandono del terreno de juego. El coruñés no volvería a participar en un encuentro con el Deportivo durante el resto de 2014.

La consolidación de la decepción

Los siguientes tres partidos ante Getafe, Córdoba y una cada vez más debilitada Real Sociedad, a pesar de presentarse razonablemente asequibles para los de Víctor Fernández, no hicieron más que acentuar la sensación de decepción en el deportivismo, que preguntaba con cada vez más frecuencia hacia dónde había ido aquel Dépor dominador y efectivo del día del Valencia.

Los getafenses fueron los primeros en visitar Riazor tras aquel día, pero la inoperancia defensiva del Deportivo convirtió un partido inicialmente ganable en una dolorosa derrota que como única nota positiva dejaría el estreno goleador de Hélder Postiga, aunque la importancia de su tanto no fue todo lo buena que él y todos hubieran deseado. Más tarde, la visita al Nuevo Arcángel (hogar de un Córdoba que aún no sabía lo que era ganar) agravó la sensación de preocupación. La cosecha en este caso fue de otro valioso empate, no por ser lo que el deportivismo esperaba de aquel partido, sino por las dificultades que se le presentaron a los de Víctor Fernández, personificadas en sendas acciones de Postiga. El portugués no tuvo precisamente una buena noche, al ser el autor de un penalti en contra que atajaría el cada vez más vital Fabricio y de una expulsión que, aunque rigurosa, dejó al Deportivo con un jugador menos durante algo más de una parte.

El próximo rival: la Real Sociedad del recién llegado David Moyes, que retornaba a los banquillos después de su desastrosa etapa en el Manchester United. El Dépor necesitaba ganar más que nunca, además, por la gran dificultad que tendría su próxima visita al Calderón; pero aquel lluvioso sábado Riazor presenció el segundo empate consecutivo de un Víctor Fernández cada vez más cuestionado y con los méritos del Valencia ya totalmente olvidados. El descenso, a pesar de no haber transcurrido ni la mitad de la competición, era una amenaza cada vez más factible, no solo por los malos resultados, sino también por el empeoramiento que la imagen del Dépor había sufrido en el último mes. Y por si fuera poco, la visita a Madrid terminaría de crear los problemas que le faltaban al deportivismo.

'Jimmy' y la lobreguez del fútbol

Cuando no solo ignoras, sino que facilitas la existencia de grupos radicales en el fútbol, alfombra roja bajo sus pies, a las catástrofes solo les queda fluir. Nadie esperaba que volviese a ocurrír, pero ocurrió. La violencia en el deporte se cobró una nueva vida el pasado 30 de noviembre en el entorno de Madrid Río. Franciso Javier Romero Taboada "Jimmy" falleció a consecuencia de los golpes recibidos en una pelea entre ultras deportivistas y atléticos. Los Riazor Blues fueron abordados por el Frente Atlético al salir del autocar, al margen de cábalas sobre la premeditación del evento, originando una tumultultuosa disputa en torno a la inmundicia y la insensatez. Mientras la LFP tardaba una eternidad en mover ficha y Villar ni siquiera daba la cara, los clubs hacían oídos sordos a la reprobación generalizada. Perfectamente conscientes del contubernio y sin remordimiento aparente.

Los deportivistas se debatían entre la censura y la empatía hacia un padre de familia aficionado al fútbol. Lendoiro personificó la disyuntiva en la que la afición se encontraba, siendo destituido de su cargo en la LFP por ofrecer sus respetos a la familia de la víctima. Durante unas cuantas semanas Riazor se mostró irreconocible, ajeno al ejemplo dado en los últimos años y viendo torcida su tan anhelada conducta. La crisis de identidad del deportivista medio convergió con el importante descontento hacia la gestión del nuevo presidente Tino Fernández, amén de las pobres cosechas del equipo en lo que va de campaña; algo que, sin duda, hizo hipérbole tales dilemas.

Victoria con Elche y Victor continúa

No era un partido más el que enfrentó al Deportivo y al Elche en Riazor. Todo lo que rodeaba al encuentro la hacía especial y transcendente. En un estadio más tranquilo pero con mucho cemento el Deportivo con un espectacular gol de Fariña, primero de la temporada, lograba tres puntos vitales tanto para el club como para el futuro de Víctor Fernández.

Había superado su segundo 'match ball' de la temporada tras el encuentro con el Valencia. Enfocaba el Deportivo dos partidos para terminar el año 2014 que podrían continuar con la sensación de mejoría que mostró el equipo en los dos encuentros en Riazor con el Málaga.

El equipo andaluz y el Villarreal los rivales de la última semana de competición antes de las navidades. El balance no puede ser peor en todos los sentidos. Numéricamente hablando el equipo encajó siete goles y anotó uno y quedó eliminado de la Copa del Rey. Pero lo peor quizás no son los resultados. Lo más preocupante son las sensaciones.

La mejoría en defensa desde la llegada de Fabricio era realmente destacable con cinco partidos sin encajar ningún gol. Esta sensación de equipo sólido, solidario y sin fisuras se rompió en mil pedazos en estos dos encuentros.

Muy frágil, lento y concediento muchas oportunidades se mostró el Deportivo. Esto se entendería si la causa fuese que el equipo estuvo volcado en el área rival, pero nada más lejos de la realidad.

Foto: R.C.Deportivo de la Coruña

Prácticamente desparecidos los delanteros, Fariña, Cuenca y Cavaleiro sin ideas y un centro del campo que cinco meses después está por definir no presagian un buen futuro para el combinado blanquiazul si nada cambia.

Las necesidades económicas para incorporar futbolistas podrían ser la causa de que Tino Fernández y la junta directiva no tomaran la desición de cesar a Víctor Fernández.

Las necesidades para el mercado de invierno

Parece que irrumpe con fuerza el Deportivo en este período de fichajes ya que ha saltado el primer nombre que casi con total seguridad reforzara al equipo, en esta ocasión en la medular. El costaricentes Celso Borges parece que si nada se tuerce será futbolista del Deportivo.

El centrocampista, titular indiscutible con la selección nacional ocupa el puesto de mediocentro pero posee una gran llegada y un gran desplazamiento de balón.

No parecía una prioridad esta posición ya que los problemas están llegando a la hora de anotar gol. Se han encajado muchos goles pero también queda la sensación de varios partidos sin ganar por las carencias de los puntas actuales del equipo herculino.

Tendría que ser una prioridad para la secretaría técnica la búsqueda de un delantero solvente y de garantías.

Las salidas de Diakité, Seoane y Juan Carlos facilitarán el encaje de bolillos que el la directiva tendrá que afrontar para cuadrar los números que le permitan contratar a ese delantero goleador.

Análisis de los fichajes de la temporada 2014-15

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