Saltan las alarmas en Riazor. El fantasma del descenso acecha consumiendo los encuentros y los puntos en juego para lograr el objetivo de la salvación. En esta tesitura, cada gol es vital a fin de poner tierra de por medio entre el Deportivo de La Coruña y el resto de aspirantes. Por ello, Oriol Riera es consciente de que el objetivo del conjunto coruñés pasa por sus botas, pasa por sus goles.

Tres goles que de poco han servido

El delantero catalán se ha vuelto a reencontrar con la responsabilidad de llevar el peso goleador de un equipo, como ya hiciera la pasada campaña en Osasuna. Si bien el resultado final no fue el resultado deseado por los pamplonicas, el rendimiento que el de Vich mostró durante los 37 partidos de Liga en los que vistió la elástica rojilla se podría denominar como excelente. Los 13 tantos que logró el ariete vicense sirvieron para que Osasuna sumara 21 puntos de los 39 con los que cerró su participación en la Liga BBVA.

La historia en La Coruña es bien distinta. Con un Deportivo mermado en ataque, sumado a la ausencia de un killer que asegure un rendimiento goleador óptimo, en su llegada a la ciudad herculina Oriol Riera se encontraba ante un reto complicado de asumir. Hasta el momento, la ilusión y el trabajo duro no se han visto materializados en los goles necesarios para que los de Víctor se desmarquen de los puestos de cola.

A diferencia de su etapa en Osasuna, ningún tanto anotado por el catalán en esta campaña ha servido para que el conjunto blanquiazul sume algún punto hasta la fecha. Su doblete ante el Sevilla en Riazor únicamente sirvió para alimentar las esperanzas de una grada que tras lo vivido sobre el césped soñaba con obtener un resultado positivo ante un rival de mérito. Pero no fue así.

El pasado sábado ante el Atlético de Madrid, Oriol Riera volvió a reencontrarse con la senda del gol tras varios partidos cuajando actuaciones muy discretas, a excepción del encuentro ante la Real Sociedad, donde fabricó la asistencia de gol a Toché que significó un punto muy valioso para los coruñeses. Durante el encuentro con los colchoneros, dos puñaladas de Griezmann provocaron que el Dépor se lanzara en tromba en la segunda mitad a por la portería de Oblak. Fruto de ello llegó el tanto del de Vich, y de nuevo llevó la ilusión a las gradas. En vano.

Moral intacta y ejecución exacta

Por su parte, el ariete deportivista, lejos de que este hecho vea peligrar su moral de cara a los encuentros venideros, ha deseado que su efectividad sirva para dar los puntos suficientes al equipo y, con ello, lograr la salvación. Tal es así que el propio futbolista en su perfil personal de Twitter quiso despejar las dudas sobre rendimiento e incidió en su deseo de "que los goles sirvan para puntuar".

Hasta la fecha, sus goles con la elástica coruñesa muestran varias similitudes que hacen ver la faceta en la que mejor se desenvuelve el punta de Vich. Centro por la banda, desmarque en el primer palo, anticipación a la zaga rival y contacto con el esférico para enviarlo a la meta rival. De esta forma ha firmado Oriol Riera sus tres tantos hasta la fecha y no es de extrañar que Víctor fuerce situaciones durante el encuentro para que acaben con final feliz.

Dépor 1 - 0 Sevilla


Dépor 2 - 3 Sevilla


Dépor 1 - 2 Atlético de Madrid