Comienzan a dar frutos los entrenamientos de Víctor Sánchez del Amo en cuanto a una de sus especialidades como técnico, las jugadas a balón parado. Salvo que un equipo disponga de un lateral muy ofensivo con llegada o un lanzador de faltas que juegue como defensa, las vías de anotar para los jugadores de la línea defensiva se limitan a su aportación en las jugadas a balón parado. Era muy significativo como hasta el encuentro en Bilbao ningún defensa había podido anotar con el Deportivo esta temporada, dejando muy claro el nulo rendimiento ofrecido por el equipo en las jugadas a balón parado.

Al margen de los penaltis logrados y la magistral falta de Medunjanin en Sevilla, el balance en este tipo de acciones se limita al gol de Celso Borges de rebote y los dos goles en propia puerta tras un córner en Riazor frente a Valencia y Córdoba.

La defensa se estrena en la jornada 36

Se invierten los roles en la plantilla blanquiazul. Desde el último gol de un punta en Málaga con Riera como protagonista las otras líneas del equipo toman protagonismo en la faceta anotadora. Celso Borges frente al Villarreal y los ya comentados tantos de Lopo en Bilbao y frente al Levante y el golazo de Juanfran, suavizan el escaso rendimiento de los delanteros desde el encuentro en La Rosaleda. La sequía asciende ya a más de 360 minutos.

Estos tres últimos goles mantienen viva la esperanza de salvación. Más vale tarde que nunca, pensará la afición herculina si finalmente estos tantos sirven para lograr la permanencia. Juanfran reconoció que la acción que supuso el magnífico segundo gol tiene mucho entrenamiento detrás pero que hasta la fecha no había podido ejecutarla como desearía. Esta acción no deja de ser una excepcional maniobra individual del lateral herculino. Donde se está mostrando el equipo mucho más peligros es en la estrategia.

Ya se pudo adelantar en San Mamés el Deportivo con el polémico gol anulado a Álex Bergantiños tras una fenomenal acción trenzada de estrategia y las múltiples acciones de peligro que se dieron en el tramo final para el bando herculino.

Hasta la fecha la sensación que se apreciaba en la ejecución de este tipo de jugadas era de una improvisación total. Es patente únicamente analizando los números de los defensas con cero goles. Jugadores potentes en el juego aéreo como Sidnei, Lopo, Celso o Insua, que en la temporada anterior ya sabía lo que era anotar, no habían conseguido aportar su granito de arena en cuanto al número de goles anotados.