Llegó de tapado, junto con el punta argentino "Turu" Flores y se convirtió, 17 temporadas después en un auténtico mito para el deportivismo. No se le recordarán por su número de goles, ni por sus magníficos regates pero si por su enorme sacrificio, constancia y regularidad.

Este martes se ha confirmado que el lateral canario no podrá jugar su último partido con el Deportivo esta temporada en el Nou Camp y probablemente que ya haya disputado también sus últimos minutos con la elástica herculina.

Primero fue en el Bernabeu cuando se escribió sobre la posibilidad que aquel hubiese sido el último encuentro como jugador blanquiazul ante los pocoso minutos de los que estaba disponiendo. Luego llegaron más ocasiones y la última era en casa, en Riazor.

La llegada de Víctor Sánchez del Amo le ha brindado la oportunidad de volver a sentirse futbolista de primer nivel, rindiendo por encima de la media en los minutos que ha saltado al terreno de juego en las últimas jornadas.

Quedará en el recuerdo la cerrada ovación que le brindó la grada de San Mamés el pasado fin de semana al ser sustituído en la segunda mitad. Este domingo esta ovación hubiese sido atronadora en Riazor si la mala suerte no hubiese hecho acto de presencia en el comienzo del partido en modo de lesión muscular.

Con tan sólo nueve minutos disputados, un abatido Manuel Pablo se sienta en el terreno de juego tras pedir al colegiado que parase el encuentro el pasado domingo.

El destino no podía haber diseñado una despedida tran cruel como la que ha podido haber vivido "Manolo". Tal y como a posterior se desarrolló el partido estaba cantado que el lateral hubiese podido disfrutar de "su momento".

Era de esperar que Víctor Sánchez del Amo facilitaría esa situación, tanto por necesidad deportiva como por necesidad emocional y de respeto histórico. El cambio era cantado y el mundo blanquiazul se habría detenido y volcado con el capitán.

No pudo ser y lo que pudo ser un homenaje de cincuenta metros enfilando el abrazo de "Barritos" se quedó en dos pasos con un Riazor aún conmociado por la imagen. Otro capitán, Juan Domínguez ha podido haber abrazado por última vez sobre un terreno de juego a Don Manuel Pablo García Díaz.

Sin ser oficial aún, todo apunta a que Manuel Pablo no continuará como integrante de la plantilla herculina la próxima temporada salvo sorpresa de última hora.

Desde ahora y para siempre, Con el número 2, Manuel Pablo

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